Capítulo 1

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El día de hoy me levanté con la batería a un 50%, sin energía o ganas de vivir. A veces es difícil poder sobrevivir un día completo con esa cantidad de energía, pero me he dado cuenta de que dependiendo de las cosas que ocurran eso puede cambiar, a veces puede subir hasta un 80% o puede bajar hasta un 10%.

Entré a mi salón de clase, estuve presente pero no presté atención a lo que se explicaba. No tenía amigos dentro de la Universidad, diría que por decisión propia, pero no porque sea una marginada, sino porque la única persona a la que me gusta hablarle y pasar el tiempo es con mi hermano. Si, tengo compañeros con los que hablo y paso el tiempo, pero no considero que sean de esos amigos incondicionales a los que les cuentas tus problemas personales y todas las ideas raras que se te ocurren en el momento.

Pasé toda la tarde recibiendo clases y ya estaba harta de toda esta monotonía, levantarme, alistarme, ir a clases y regresar agotada mentalmente para descifrar si leía algunos de los libros que acumulaban polvo o ver alguna película que me hiciera reír hasta dormirme. Esas decisiones tan pequeñas, a veces eran las más complicadas para mí, antes podía realizarlas sin ningún tipo de problema, pero ahora, solo sigo en pie hasta que algún día deje de existir y me convierta en polvo.

Mi día cambió cuando decidí abrirme a mi familia y confesarles que era bisexual. No lo digo porque mis padres no me hayan apoyado o mi hermano me odiara, sino porque ese fue el punto de partida de todo mi caos. Antes tenía a mi mejor amiga, de la cual estuve enamorada por más de 6 años, mi hermano sabía toda la situación que pasé y él siempre estaba ahí para darme su mano y levantarme. Hace 1 año aproximadamente decidí confesar mis sentimientos, lo recuerdo todo como si fuera ayer.

Tenía 20 años para ese entonces, estábamos escuchando música en mi cuarto esperando a que la lluvia pasara ya que ella tenía que irse caminando hasta su casa, lo bueno era que vivíamos relativamente cerca. Decidí que ese era el momento para confesar mis sentimientos, le quité los audífonos, la miré fijamente a los ojos y le dije "te amo". Ella simplemente repitió lo que dije inocentemente.

- Te amo - Dije mirándola a los ojos.

- Yo también.

- No, estoy hablando muy en serio.

- Y yo también tonta. Eres como mi segunda hermana.

- Tenemos que hablar.

- Lo estamos haciendo - Sonreía como si de una tontería se tratase.

- Angela, llevo enamorada de ti por 6 años, el día de ayer le confesé a mis padres que soy bisexual y siento que este es el mejor momento para decírtelo. Lamento no haber sido sincera todo este tiempo, pero no sabía cómo reaccionarías. Entiendo que no sientas lo mismo por mí y que me consideres como una hermana. A la mierda, la verdad es que me duele, pero es algo con lo que podré vivir, a menos que decidas alejarte.

- No tenía idea de que sintieras lo mismo. - Me quedé pasmada. ¿A qué se refería con "sentir lo mismo"? Vi cómo se acercó a mi lentamente, me quitó el cabello que cubría mi rostro y me dio un beso tierno en los labios. - Yo también te amo. Ya me tengo que ir, dejó de llover y mis padres me esperan. - No me había dado cuenta de que había dejado de llover, estaba anonadada. No podía dejar de pensar en lo que acaba de pasar. - No te preocupes, yo también estoy asombrada por todo, pero creo que tendremos mucho más tiempo para hablar de esto.

Salió de mi habitación y hasta que pude escuchar como cerró la puerta de la entrada principal de la casa, pude reaccionar. Sentía que todo mi mundo brillaba, que estaba flotando en el aire y no podía contener la emoción. Le escribí para saber si había llegado a su casa y tal vez poder hablar un rato de todo lo que paso, pero no respondía mis mensajes. Siento que no debería de preocuparme, simplemente ella también puede que esté pensando las cosas, tal vez solo me beso por compasión, pero trataré de no hacerme ideas y mejor me iré a dormir, así no me torturo por toda la noche.

Desperté por los golpes descontrolados que hacían en la puerta de mi habitación, era mi hermano y quería que le abriera.

- Margot tengo que decirte algo importante y para esto quiero que te sientes primero.

- Dímelo, me estas asustando.

- Mar, los padres de Angela nos acaban de llamar para notificar que... -Dejé de escuchar lo que decía mi hermano. Siento que en este momento me están jugando una broma muy pesada y tenía que salir a confirmarlo por mí misma.

Corrí y corrí hasta llegar a la casa de Angela. Toqué la puerta descontroladamente, pero nadie me abría. Decidí irme a la parte trasera y comencé a tirar piedras una y otra vez a la ventana que daba al cuarto de ella. Tampoco respondía.

Me fuí de nuevo a la entrada, esperé hasta que alguien llegara, estaba en posición fetal llorando, hasta que llegó mi hermano, me cargó en sus brazos y me subí junto con él al auto. Me llevó a casa y me llevó a mi habitación donde me dejó llorar aún más por todo lo que pasaba. Quería saber qué fue lo que le había ocurrido a Angela y porque de la noche a la mañana ella ya no estaba conmigo.

- Dime, ¿Cómo paso?

- No creo que sea el mejor momento para que lo sepas.

- Dime, igual dolerá y no lo podrás evitar.

- Está bien, pero antes de contarte quiero que me prometas que no harás nada contra ti, que no te culparas o que te encierres para siempre.

- Dímelo.

- An... Angela caminaba como siempre para ir a su casa, justo a una cuadra de su casa un auto no se detuvo a tiempo y la golpeo, llamaron a la ambulancia, pero cuando llegaron ya no tenía pulso. Debido a que fue un accidente y en las cámaras mostraba que el semáforo estaba en verde cuando cruzo, las personas resultaron exentas de cualquier delito. Sus padres llegaron a la escena y se preguntaron porque estaba distraída al cruzar, pero aún siguen sin saberlo.

Yo sabía porque se distrajo. Cuando envié ese mensaje, vi que inmediatamente ella lo vio y estaba escribiendo cuando se detuvo. Fue mi culpa que no se diera cuenta de que la luz estaba en verde.

- Fue mi culpa.

- Margot no seas tan dura contigo misma. Tu no sabías que ella se distraería, tampoco tuviste la culpa que el conductor no pudo frenar a tiempo, nada de esto fue tu culpa.

Recordar ese momento siempre será doloroso. Me sequé mis lágrimas y me fui a acostar. Mañana sería otro día, y sabía que la sangre de Angela corría por mis manos.

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