Capítulo 3

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Hoy era un día nuevo, bastante difícil de llevar y eso que a penas esta comenzando, pero después de lo que pasó, mis días serán algo diferentes, aunque no dejaré que esto me atormenté y pueda continuar mi vida como si nada. A veces puede que no sea lo mejor, pero hay cosas que uno prefiere guardar en un cajón con llave a 50 metros bajo tierra para jamás volver a pensar en ello. 

- Hola hermanita linda preciosa - Dijo Chris.

- Yo sé que me amas y que soy linda, pero, ¿qué quieres?

- Se te olvido lo preciosa.

- Oh vamos, ya dime.

- Nada, solo quería saber cómo sigues con lo de ayer. - En su rostro podía notar preocupación, pero sobretodo enojo.

- La verdad es que mejor, decidí ignorar lo que pasó y continuar con mi vida. Eso sí, aún no se me quitan las ganas de ver a Anthony entre rejas. 

- ¿Fue demasiado lo que te hizo?

- No quiero entrar en detalles, pero solo te digo que gracias a Dios no llegó a más, sino, no sabría que hacer en este momento.

- Bueno, entiendo. ¿Qué te parece si hoy faltamos a clases y nos vamos por unos helados?

- Sabes que no estamos pequeños para contentarnos con helados. - Me reí en su cara. - Sin embargo, esta señorita si se siente de 5 años como para que la consientan con un helado de Brownie Dinamita y Mango.

- Aún no comprendo tu afán de combinar esos dos sabores. 

- Que te puedo decir hermanito, el brownie es delicioso pero puede ser empalagoso, y aunque el mango tambien sea dulce, contraresta bastante lo dulce del brownie ya que lo mezcla. 

- Puede ser, pero no me cambiarás de idea. Yo sé que el de sabor Café es mejor que esos dos juntos.

- Es un buen competidor, pero eso es para cuando solo quiero una pelota de helado, hoy quiero 2. 

- Ahhh ya, con razón. Bueno pues, ve alistate para que salgamos.

- Está bien señor.

Subí y comencé a buscar una camisola color navy que tenía tirada en el piso, para ponerme una sobrecamisa blanca y mi mom jeans. Me encantaba andar super cómoda, sin importar que me viera como vaga y mi trasero desapareciera cada que uso estos pantalones. 

Salimos de casa y nos fuimos caminando a la heladería, esta queda cerca de un muelle. Normalmente no hay gente por estos lados, a menos que sea Domingo, pero por lo general solo se reunen algunos ancianos a jugar cartas en las mesas de acá. Cuando llegamos pudimos notar que solo habían como 5 personas en todo el muelle. Nos acercamos a la heladería y ambos ordenamos nuestros helados.

- ¿Sabes? Agradezco que mamá y papá siempre estén ocupados en el trabajo, porque sino probablemente te odiaría.

- ¡Hey! ¿Por qué crees eso?

- Ya sabes, es raro que 2 hermanos se lleven súper bien, pero siento que si hubieramos pasado más tiempo juntos con mamá y papá, no nos hubieran dejado desenvolver nuestro carácter o villano interior y no confiaríamos entre nosotros. No lo sé, tal vez las cosas no cambiarían, pero a veces lo pienso y creo que sería así. Además, a pesar de que ellos no están, no nos dejan solos en ningún momento, sé que si les escribo a ambos en este momento porque se me olvidó algo importante o simplemente no me siento bien, vendrían corriendo. A veces los extraño, pero sé que todo lo hacen por nosotros, ambos se matan trabajando para que podamos disfrutar de las mejores cosas y que nunca nos falte nada. 

- Puede que tengas razón, pero aunque no nos llevaramos del todo bien en ese caso hipotetico, creeme que te seguiría amando y daría la vida por ti. 

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