RECLAMADA - Justin Bieber (Adaptación)

Capitulo 5.

POV de Brooke

"Brooke, cariño, despierta". Una voz suave cantó en mis oídos mientras gemía, rodando sobre mi lado.

"No me hagas tener que castigarte, vamos despierta gatita". dijo Justin, con sus labios recorriendo mi oreja.

Al oír la palabra "castigo" abrí los ojos y me encontré con un cuello tatuado. Después del castigo de la noche anterior, tenía cicatrices, por no decir otra cosa.

Los azotes eran una cosa, pero que me metieran un tubo de gomina por la garganta era algo que no quería volver a experimentar jamás. Empujé su pecho, no quería que me tocara tan temprano.

"Llevo horas intentando despertarte", dijo Justin, ignorando mi brusco empujón, "ya es la una y media".

"¿Vamos a alguna parte?" pregunté frotándome los ojos.

"No, pero yo sí, me voy sobre las dos". Explicó acariciándome el pelo.

"¿Vale...?" Me quedé a medias, sin entender por qué me lo decía. ¿Un momento para mí? ¿Era un sueño hecho realidad?

"No te metas en líos y volveré a las cinco". Me dijo.

"Vale, ¡adiós!" Dije ansiosa por verle marchar.

"No se te ocurra intentar escapar, gatita, tendré a los perros encima en todo momento, y mi sistema de alarma ya está activado". Me besó en la frente, antes de apretarme el costado. "Ahora, baja que te prepararé algo de comer". Asentí con impaciencia y me cogió de la mano, levantándome de la cama. "¿Qué quieres, princesa? Preguntó, rodeando la
encimera para colocarse frente a los fogones.

"Libertad". Le respondí entrecerrando los ojos.

"Hmmm, siento no poder hacer eso". Sonrió con satisfacción, sacando algunos ingredientes de la despensa y la nevera. "¿Qué tal unos hotcakes, eh nena?".

Me encogí de hombros, sin darle importancia. Me encantaban los hotcakes, pero no quería darle a Justin la satisfacción de que me diera algún tipo de felicidad. Él siempre sería mi única fuente de depresión y rabia.

"Muy bien, ¿quieres ayudar?"

Arrugué la nariz: "No".

"Qué lástima". Murmuró, mirándome a los ojos. "Porque quién sabe lo que voy a poner en estos. Tal vez otro dispositivo de rastreo, o mejor aún algún tipo de medicamento que te haga amarme..."

"¡Bien, bien, ayudaré!" Grité levantándome de la silla.

"Ingenua". Susurró, como si intentara crear algún tipo de vínculo entre nosotros con esa palabra. Puse los ojos en blanco.

Saqué los huevos y la leche, mezclando los ingredientes húmedos.

Justin me rodeó la cintura con los brazos y apoyó la cabeza en mi hombro, girándose para que sus labios quedaran justo debajo de mi oreja.

"Esos ingredientes son lo más húmedo que te voy a mojar". Gruñó, hundiendo sus dientes justo debajo de mi oreja y arremolinando su lengua alrededor.

"Para." Tartamudeé débilmente, Justin ignoró mi súplica y continuó su asalto a mi cuello. Le encantaba dejarme marcas, como si cada vez que me miraba se viera a sí mismo.

Finalmente se apartó, pero se inclinó hacia mí y me besó. Me sobresalté e intenté apartarme, pero me bloqueó las caderas. No le devolví el beso y empezó a enfadarse conmigo.

"Bésame." Susurró, ejerciendo más presión en el beso.

Le devolví el beso vacilante, y él me cogió los brazos con las manos y se los pasó por detrás del cuello.