Parte única

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Tras la derrota contra Ecuador, la Selección Sub 17 Argentina ha estado sufriendo los golpes de las dudas, los miedos y las críticas de varios sectores, sobre todo de prensa extranjera.

Era de esperar viniendo desde afuera, pero el espantoso y polémico arbitraje dejaba fuera las dudas de la calidad de los jugadores. Aún así, el equipo de Diego Placente no se rendiría tan fácilmente. Sus mentes siempre están enfocadas en mejorar, nunca en dejarse llevar por los comentarios agrios de parte de sus detractores. El DT mira su reloj y asiente. "Listo, un par de vueltas más al circuito y cortamos para-"

"¡JA! ¡JA!¡JA! ¡JA! ¡JA!"

El grupo completo y los asistentes giran para vislumbrar de dónde vienen las carcajadas forzadas. Cerca de unos de los postes de luz de la cancha de entrenamiento, una bola color púrpura y negra comienza a manifestarse en círculos concéntricos. De su centro, emerge una figura ya conocida por Diego.

"Rey... Van Gaal," murmura, frunciendo el ceño y posicionándose frente a sus jugadores. "¿Qué estás haciendo acá?"

El Rey Van Gaal, amo y señor del Negaverso Oscuro, camina fuera del círculo maligno seguido por tres secuaces. Los chicos de la Sub 17 se aproximan curiosos, pero Diego los retiene con un brazo a un costado. "¡Atrás! ¡No se acerquen más!"

"Ah, mi querido Diego, no podrás detenerme. Suficiente tiempo esperé para poder robarles el Talento Mágico a estos mocosos." Van Gaal toma su capa color roja y la revolea por sobre su hombro, pegándole en la cara a uno de sus secuaces.

El Diablito Echeverri, estrella máxima del seleccionado juvenil, se aproxima a Placente. "¿Por qué Van Gaal habla en español neutro?"

"Son sus poderes malignos que no tienen límites," responde Diego. "¡Atrás dije! ¡Vayan al vestuario!"

"¡No tan rápido!" grita el malvado soberano. Un bastón con una bola color violeta en la punta aparece en su mano y apunta a los chicos. "¡Ahora son míos! Nuestro Señor necesita de su energía y Talento Mágico para lograr conquistar la Tierra. Es ahora cuando..."

Placente aprovecha el típico momento del discurso idiota del malvado de turno para alejarse un poco y apretar la llamada rápida de su smartwatch, comunicándose con los demás. "Muchachos, apareció Van Gaal. Es hora de trabajar. Cancha número 5. Vengan."

"¡SÍ!" responden varias voces a través del intercomunicador.

Tomando coraje, Placente gira para enfrentar al maléfico y saca de su bolsillo una lapicera BIC color azul con un diamante en la punta, especialmente diseñada para él. "¡Por el poder del planeta Mercurio, transformación!"

Una luz azulina envuelve el cuerpo del DT y varios brillitos cubren sus partes íntimas (hay menores frente a ellos, después de todo) mientras su jogginetta de AFA desaparece y en su lugar, comienza a tomar forma su uniforme de Sailor Scout. Sí, cada país tiene su equipo de Sailors y la AFA consiguió firmar el contrato exclusivo con Japón para obtener derechos de trabajo estelar.

"Mi planeta guardián es Mercurio, soy el Sailor de la Estrategia y la Inteligencia ¡Soy Sailor Mercury y te voy a castigar en el nombre de Marcelo Bielsa!" grita Placente, haciendo su típica pose. Mira hacia atrás y claro, le falta el fondo colorido haciendo juego. Estima que el encargado de eso ya llegará pronto.

"¡Basta de estupideces! ¡Toma esto!" grita Van Gaal, apuntando con su cetro hacia Placente y lanzando rayos que golpean cerca de su cuerpo. Si hay algo bueno de estos malvados de medio pelo, es que jamás tienen la suficiente puntería para darles en lugares vitales.

"¡Burbujas de Jabón ALA!" vocifera Diego, gesticulando con sus manos para generar las pompas que solamente llegan a picarle un poco en los ojos al maligno monarca. Los secuaces ríen y apuntan con sus armas que parecen pistolas de agua colorinches compradas en un bazar de Avellaneda. Naranjas mecánicas con dientes filosos son disparadas y esta vez sí, mordisquean las piernas peludas de Placente, quien intenta sacárselas de encima lo más rápido posible. Casi deshecho en lastimaduras, excepto por sus botas azules de caña alta, Placente siente que ha fallado horriblemente a la causa. Detrás suyo, los chicos de la Sub 17 gritan para que los monstruos paren de lastimarlo.

Te castigaré en el nombre del Fair Play (Scaloneta x Sailor Moon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora