PRINCESA ─── Pablo Gavi

♡ 13 !

♡ flowers

9:00am

📍Camp Nou, Barcelona

Veo a Gavi entrenar, lo hace realmente bien.

Se nota que le gusta lo que hace, es una persona comprometida, puedo notarlo.

Cuando el entrenamiento se acaba, en lugar de ir a las gradas se acerca a mí.

― hola, Alana ― él viene hacia mí para saludarme ― ¿cómo estás?

― pues muy bien ― respondí con una sonrisa ― ¿y tú? ― pregunté

― bien, muy bien ― afirma con una sonrisa ― ¿cómo lo he hecho?

― se nota mucho que te gusta jugar ― anoté ― no sé mucho de fútbol, debo ser honesta ― ambos reimos ante mis palabras ― pero ahora eres mi jugador favorito ― me atreví a decir con algo de nervios ― ¿puedo darte un abrazo? ― cuestioné

― ¿no te importa que esté sudado? ― yo negué al instante

Él se acercó a mí para abrazarme, a lo que yo correspondo de la misma manera.

Nos separamos luego de un par de segundos.

― ya voy a salir del entrenamiento ― avisa ― solo voy a cambiarme el uniforme ¿te apetece que vayamos a dar una vuelta? ― propone con una pequeña sonrisa mezclando nervios con ternura

― vale ― acepté ― ¿a dónde irémos? ― pregunté con curiosidad

― será una sorpresa ― se ve algo misterioso, pero divertido ― esperame un momento ¿vale?

― vale ― él asiente, se va de una vez para cambiarse el uniforme

Espero unos minutos mirando lo que hay a mi alrededor. El sol está muy presente y el clima es caluroso, lo normal por estos días.

― ¡listo! ― escucho la voz de Gavi acercandose a mí

― ¿vamos? ― él asiente con una pequeña sonrisa

Caminamos hasta salir del estadio, al llegar a la plaza me percato de que el ambiente es muy agradable. Pablo es amable conmigo, en un momento mientras caminamos, su mano busca la mía, nos tomamos de las manos entrelazando nuestros dedos.

Miro nuestras manos con cierto asombro y luego lo veo a los ojos. Una de mis comisuras se alzó, mostrando una sonrisa ladeada, que a él se le ha contagiado.

― mira ― con su mano libre señala a un puesto donde están vendiendo flores

― que lindo ― miré hacia dicha dirección, pues las flores siempre han sido muy bonitas

Pablo comenzó a caminar en dirección a aquel puesto. Veo como compra un ramo de tulipanes.

― son para ti ― dice entregandome las flores ― el día que accidentalmente nos chocamos, llevabas flores. Creo que te gustan mucho ¿no? ― pregunta mirandome

Asentí recibiendo las bonitas flores.

― sí ― sonreí ― gracias

Él simplemente desvia la mirada y puedo notar como un color carmesí se instala en sus mejillas.

Solté una risita viendolo, es muy agradable y tiene algo especial que me hace sentir bien.

― ¿qué te causa gracia? ― inquiere frunciendo levemente ambas cejas, me mira por tan solo un par de segundos, luego vuelve a desviar la mirada hacia cualquier otra parte

― que te has puesto nervioso ― señalé el rubor evidente en sus mejillas

― vale, que me he sonrojado ― agacha la mirada mientras rie avergonzado

― ¿por qué? ― cuestioné ― claro, si es que se puede saber ¿por qué?

― me siento muy bien tomandote de la mano ― sus palabras me hacen sonreir ― después de habernos estado escribiendo por meses, me encanta estar contigo aquí

― lo mismo digo ― esta vez soy yo quien desvia la mirada a causa del nerviosismo ― me han gustado mucho los dibujos que has hecho en la última carta que me has escrito

― me alegra que te hayan gustado ― dice ― son garabatos porque nunca se me ha dado bien dibujar, pero espero que al menos te hayan hecho reir

Una risa por mi parte, se ha convertido en una carcajada de ambos.

― deberiamos vernos otra vez ― con un poco de pena he dicho tales palabras ― nunca me había divertido tanto como hoy, gracias Gavi ― murmuré con una pequeña sonrisa ladeada

Mis ojos buscan los suyos, que tienen un brillo especial, como un destello de luz.

Su asombro parece muy notable, lo que no logro entender muy bien.

― ¿por qué te sorprendes? ― pregunté encogiendome de hombros ― eres muy agradable

― tú seguramente has visto todo tipo de maravillas y estarás acostumbrada a ver cosas hermosas todo el tiempo. ― ladea la cabeza ― no pensé que fuese suficiente para que quieras salir otra vez conmigo ― no entiendo sus palabras

― Gavi ― tomé sus manos ― ¿a qué te refieres?

― su majestad Alana, princesa real de Asturias ― menciona ― ¿por qué nunca me lo dijiste?

― no me presento diciendo "hola, me llamo Alana y soy la princesa de España" ― me excusé ― Pablo, me agradas mucho. tú me caes bien y quiero que sigamos conociendonos, por favor no vuelvas a decir nada como lo que acabas de decir ¿entendido? ― él asiente

Estuvimos un rato más, e incluso bebimos un café mientras hablamos.

― hasta pronto ― me despedí subiendo al auto que ha venido a recogerme

― espero que tengamos una segunda cita ― menciona sonriendo, asentí