Después de ayudar a su tío durante un par de semanas, Ana se sintió lista para volver a la universidad y retomar sus estudios. Aunque había estado estudiando mientras estaba en casa, no era lo mismo que estar en el aula y aprendiendo de los profesores y compañeros de clase.
El primer día de su regreso, Ana estaba nerviosa. No quería sentirse atrás en sus estudios y estaba preocupada de que sus compañeros de clase ya hubieran avanzado mucho. Afortunadamente, su preocupación no duró mucho, ya que se dio cuenta de que sus compañeros de clase también estaban ocupados con sus propios estudios y no habían avanzado tanto como temía.
Ana se enfocó en sus clases y trabajó duro para ponerse al día con todo lo que había perdido mientras estaba fuera. Pero después de un par de semanas de regresar a la universidad, se enteró de una oportunidad única: un programa de voluntariado en el hospital local.
Ana estaba emocionada por la oportunidad de aplicar lo que había aprendido en sus clases en un entorno real y decidió postularse para el programa de voluntariado. Afortunadamente, fue aceptada y comenzó su trabajo en el hospital.
En el hospital, Ana aprendió mucho más sobre la medicina de lo que había aprendido en el aula. Trabajó con enfermeras, médicos y otros voluntarios para ayudar a los pacientes, y fue testigo de primera mano del impacto que la medicina puede tener en la vida de las personas.
Aunque a veces se sentía abrumada por la cantidad de trabajo que había en el hospital, Ana se sintió agradecida por la oportunidad de aprender y crecer como estudiante de medicina. Sabía que esta experiencia sería invaluable en su futuro como médico y estaba decidida a aprovecharla al máximo.
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Vida de bata blanca
RomanceEn "Vida de bata blanca", seguimos la vida de Ana, una joven y ambiciosa estudiante de medicina en la República Dominicana. A medida que Ana navega por las complejidades del sistema educativo y los desafíos de la vida estudiantil, también enfrenta l...