Escuela.
Lugar donde se supone que deben enseñarlos, dónde la mayoría de la gente pasa los peores de sus ratos, claro, porque te avergüenzan.¿A quien no le han avergonzado en una exposición? O sea, gracias Maestra de historia por su punto de vista, pero no lo pedí, ya, dejame de avergonzarme, escuché, oiga, usted no es así, que vergüenza pase ese día.
Me prometí a mi misma nunca más ir a la escuela, ¿Que creen que paso? Volví.
Pero aquí estoy, en preparatoria. El primer año, aún oigo a mi mamá diciéndome desde las escaleras que me levanté, a lo cual yo fingo que sigo dormida, pero sé que si no me levanto va a venir y me echara un balde de agua fría.
-Levantate, Daly, te voy a ir a dejar a la escuela, y yo no quiero dejar tarde al trabajo. —Grita mi mamá desde el primer piso, hey, ma', baja volumen, son las 5 de la mañana, tenemos gente a nuestro alrededor que duerme, y por "gente" hablo de mi gato, respeta.
—¡Voy, ya estoy lista!
Claro que no estaba lista, me veía horrible, pero, ¿A quien le puede importar? Estoy en preparatoria, de seguro ni les importa como me veo, de cualquier manera el uniforme es feo.
—Ya estoy, ¿Nos vamos? -Le digo bajando desde mi cuarto.
—Vaya, ya era hora, pensé que te moriste ahí arriba, y yo no iba a arrastrarte hasta la escuela. —Me dice con tono sarcástico, típico de ella.
—¿Acaso te estás burlando de que una chica necesita tiempo para arreglarse? —Respondo, aunque sé perfectamente que no me tarde por eso, simplemente no quería levantarme.
—¿Pero de qué hablas? Si apenas te hiciste una coleta y está chueca.—Veo que se le escapa una pequeña risa, no la contradigo porque sé que tiene razón, ya no sé peinarme con 16 años, dios, que vergüenza.
Perdóname mi yo de secundaria, te he fallado, aunque las dos sabemos que tampoco me peinaba tan bien en la secundaria.
Pero era divertido, me agradaba ese lugar, he perdido contacto con la mayoría de las personas que me conocían ahí.
Pero eso no quita que fueran los mejores años de mi vida, es por eso que no quiero aceptar que ya crecí, que estoy dejando parte de la parte que más quise en mi vida atrás, ahí viví mis momentos más hermosos y graciosos de todos, ahí conocí a mi mejor amiga, ahí me conocí a mi. Si pudiera regresar el tiempo y volver al primer día que llegue a mi secundaria, lo haría. Lastima que no se pueda.—Vamonos, que es tardé. —Respondo.
—Okey, pero arréglate esa coleta en el carro.
—Si, lo haré. —No lo haré.
De camino a la escuela, mamá me cuenta cosas que disfruto mucho en esa escuela, ya que ella y papá fueron ahí, no se conocieron ahí, claro, pero ambos fueron y me dijeron que iba a disfrutar esta escuela.
Pero yo no veo una sonrisa en mi cara, ¿Ustedes si?
Yo no, tal vez estoy ciega, lo cual es más probable.
La escuela hacia donde voy no es fea, de hecho es muy bonita, y tiene buenas referencias, según lo que he visto por ahí chismoseando. Pero aún así no me convence, ¿Si tal si llego y no hago amigos? Sería terrible, imagínate que los maestros ponen trabajo en equipo y yo me quedo sola, no, que vergüenza, me niego.Creo, aunque ya estoy a un paso de entrar a mi salón, hay pocas personas en la aula, ¿tal vez es por qué llegue temprano?
Si tiene sentido para mí, mejor idea, huyó de aquí y me mudo a Andorra, capaz y me vuelvo streamer. ¿A quien engaño? Apenas puedo hablar sin trabarme.
ESTÁS LEYENDO
Un pedazo de cielo.
Teen FictionDaly solo quiere vivir sus años de preparatoria tranquila y sin quedarse sola, dejando atrás a todo lo que ella ha amado, y dejando atrás el pasado. Pero nunca se esperaba que llegaría Vania a su vida, dándole nuevas formas de ver la vida, dónde no...