La maldición de Puertapalma.exe

Pedro

Pedro comenzó a correr a la parada todo lo rápido que pudo, pero el siete ya había cerrado las puertas y había arrancado justo antes de que él llegase.

- Me cago en tubasa - exclamó enfadado.

- No le des importancia - dijo una voz detrás de él.

Pedro se giró para mirar a la persona que había hablado.

- Tu no le das importancia a na' - replicó mirando a Andrea.

- Pues pue' ser, pero quejarte no va a hacer que el bus vuelva pa' aquí.

- ¿Y donde está Antonio?

- Capaz ya sa' subio' al bus

- Pos' no ma' contestao' desde ayer el pazo idiota

- Acho no puede ser que perdamo' el bus toas' las mañanas - se estaba poniendo nervioso, iba a llegar a tarde al instituto otra vez, aunque era algo que le pasaba prácticamente todos los días.

- Mira, cogemo' el cinco que está llegando y ya tiramos a pie, porque sino no vamo' a llegar nunca.

Pedro iba a quejarse pero entendió que si quería llegar a tiempo al instituto, no le quedaba de otra que hacer caso.

Andrea se sentó con sus amigas en la parte trasera del bus, y Pedro se sentó solo en el asiento más cercano a la puerta de entrada. No era antisocial, pero le daba palo hablar con las amigas de Andrea.
Sacó su móvil y empezó a mirar memes en Instagram. Su humor consistía en reírse de una imagen aleatoria con un texto sin sentido, básicamente Pedro le sabía al shitpost.

Pero mientras pasaba historias, vio algo que le llamó la atención: un meme relacionado con su ciudad, Badajoz, que era de una cuenta llamada "puertapalma.exe".
Por pura curiosidad decidió entrar en la cuenta para ver los memes que había, y le pareció bastante graciosa la idea de juntar el shitpost con temas de su día a día.
Siguió bajando hasta que actualizó la página y vio que acababan de subir un meme nuevo.

"La cara del que va leyendo esto en el bus sin saber que estoy atrapado en los sótanos del Sagrada Familia en la zona tras la trampilla del salón de actos (Pedro sácame de aquí por favor)".

El chico se quedó congelado, cuando terminó de leerlo, unos segundos después, el meme fue borrado.

¿La cuenta le acababa de mandar un mensaje subliminal?
Pedro pensó dos cosas en ese momento, en las típicas creepypastas que leía cuando era un niño, y en la similitud entre Andrea y los protagonistas de las historias.
"Pero no le di importancia" eso era algo que diría ella, y también el prota de una creepypasta.

¿Pero debía Pedro darle importancia a lo que acababa de pasar?
Siguiendo la lógica de los cliché de esta clase de historia - pensó - intentaría pasar del tema y a la vez
acabaría metido de lleno en el ajo.

O quizá solo era un meme muy específico, muy muy específico.
En cualquier caso, cerró la aplicación y se puso a escuchar Spotify para olvidarse del tema.

Habían actualizado la aplicación, ahora Spotify le recomendaba una Playlist con su nombre, pero a Pedro se le heló la sangre cuando vio las canciones de la lista.

Le habían puesto un tema de Dellafuente en una misma Playlist con Extremoduro, a Pedro no le gustaba nada eso.
Un segundo después, se dio cuenta del mensaje que formaban los nombres de las canciones, pero no le dio importancia y siguió como si nada hubiera pasado.
Cuando bajó del bus, trató de resistir la tentación de dirigirse al salón de actos a comprobar si había alguien bajo la trampilla.

- ¿Que haces? - le preguntó Andrea.

Pedro trató de explicarle la situación.

- Estás como una verga - le respondió ella, y se fue a su clase.

Sin ninguna opción más, trató de aguantar las primeras horas con las ganas de dirigirse a los sótanos, que seguían creciendo con cada segundo que pasaba.
Andrea lo miraba preocupada, no sabía si es que se había vuelto loco o si es que estaba más subnormal de lo que solía estar todos los días.
Cuando llegó el recreo, Pedro se dirigió como si estuviese hipnotizado hacia la planta de abajo mientras su amiga lo miraba fijamente. No creía que hubiese algo tan turbio en una cuenta de insta, probablemente solo le estaba dando demasiadas vueltas, o simplemente se había metido algo raro, aunque siendo Pedro, dudaba que hubiese sido capaz de ello. No, debía haber pasado algo para que alguien tan normalucho como el actuase de forma tan extraña.
Dudaba si debía seguirlo o no, estaba segura de que se le pasaría la tontería cuando abriese la trampilla y comprobase que no había nada ahí, pero tampoco quería dejar que hiciese alguna tontería o se acabaría metiendo en un lío.
Pedro bajó las escaleras hasta llegar a la puerta del salón de actos. Ya no podía aguantarlo más, tenía que comprobar que era lo que había allí abajo.
Su móvil vibró un segundo, puertapalma.exe había subido un meme

Pedro se río entre dientes y entró al salón de actos.
No había ninguna luz encendida salvo las del escenario, y ahí, la trampilla esperándolo.
Se acercó hasta tenerla delante y se agachó para abrirla.

En ese momento Andrea entraba al salón de actos por la parte de atrás, sin embargo, no alcanzó a ver a su amigo entrar en el agujero de la trampilla.

Una vez dentro, la profunda oscuridad absorbió a Pedro en su interior, deformando su existencia hasta fundirse en un solo ser. Pedro ahora lo era todo, y la vez no era nada, víctima de la inconsciencia y el deseo del humano por saciar su curiosidad, había caído en el mayor de sus errores, y el precio a pagar fue su libertad.
Puertapalma.exe se había cobrado otra víctima.
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De pie frente a la trampilla, Andrea había encontrado el móvil de Pedro encendido en el suelo, con Instagram abierto.

Se leía un meme de la cuenta que le había mencionado.

"Mi cara cuando mi amigo es absorbido por una entidad maligna de origen eldritchiano y la única forma de rescatarlo es bajar por la trampilla para buscarlo".