Envenenado

Epílogo

Epílogo 

Enterré mi cara en la almohada, frunciendo el ceño ante el sonido del timbre de la puerta sonando fuerte temprano en la mañana. Sin embargo, pronto me quité la manta y me levanté. Si no había señales de presencia, simplemente se iría, pero a juzgar por el hecho de que presionó el timbre sin cansarse, parecía que alguien que conocía estaba visitando.

Me froté la cara somnolienta con ambas manos y abrí la puerta del dormitorio. Onul, quien descansaba acurrucado en el sofá, corrió emocionado y meneó su cola corta. Me incliné y acaricié su cabello una vez y revisé el monitor de la pared.

El rostro de Park Soo-won apareció en la pequeña pantalla. En un instante, la buena sensación del descanso se esfumó. ¿Por qué viniste? Miré la pantalla con una cara estúpida por un momento, luego de repente recuperé mis sentidos y entré al baño. Me lavé la cara bruscamente, la humedecí con agua y arreglé el cabello que se extendía en todas direcciones. El perro me siguió y ladró fuerte. Me aclaré la garganta y antes de abrir la puerta, recordé que estaba en pijama, encontré un cárdigan fino en el vestidor y me lo puse. Respiré hondo y presioné el botón para abrir la puerta.

Después de esperar un rato con la puerta principal abierta, Park Soo-won con un traje negro se acercó cojeando. Cuanto más se acercaba, más clara se volvía su miserable apariencia. No era suficiente que su rostro estuviera hinchado, y había moretones azules alrededor de sus ojos y costras sangrientas en sus labios.

"... Tu cara*.

Antes de que pudiera terminar mis palabras, Park Soo-Won cayó de rodillas en el acto. No podía hablar en una situación inesperada y me tapé la boca con ambas manos.

Apenas recuperé el sentido y agarré el brazo de Park Soo-won y traté de levantarlo. Pero ni siquiera se movió. Estaba arrodillado con la cabeza inclinada como un criminal.

"¡Qué estás haciendo!"

"Shinjae, lo siento mucho. No debería haber pensado antes de hacerte algo como eso, pero debo haber perdido la cabeza".

"..."

"Mi madre falleció y yo estaba loco. Para ser honesto, olvidé que incluso dije eso. Lo siento, Shinjae".

Aflojé mi agarre en su brazo y miré a Park Soo-won. Ya había escuchado la situación de Kang Jigyu, pero me sorprendió escucharla nuevamente a través de la boca de la persona en cuestión. Era tan insignificante que ni siquiera podía recordarlo, pero me volví loco con esa palabra. Me mordí los dientes ante la sensación de la conmoción que sentí luego de que las palabras se vertieran en mis oídos. Fue literalmente como una rana en un estanque siendo golpeada y muerta por una piedra lanzada sin pensar.

De pie, de espaldas a Park Soo-won, calmé mi estómago ansioso. Ni siquiera me enojé cuando dijo que era una palabra sin sentido que ni siquiera podía recordar. Me sentía vacío y abatido. Dejé escapar un profundo suspiro, luego me di la vuelta y golpeé a Park Soo-won en el hombro. Park Soo-won frunció el ceño como si sintiera dolor, pero no bloqueó mi mano.

"Aunque tenga diez bocas, no tengo nada más que decir. Lo siento mucho."

Park Soo-won ni siquiera pudo hacer contacto visual conmigo y se disculpó una y otra vez. En mi corazón, quería maldecir al menos un poco, pero me preguntaba de qué serviría. Y no tenía intención de transferir toda la responsabilidad a Park Soo-won. Las palabras de Park Soo-won solo se convirtieron en un fusible que hizo estallar mucha desconfianza.

"Levántate".

"Lo siento".

"Levántate".