Envenenado

capitulo 3

Capítulo 3.

El ciclo de celo continuó a lo largo de los dos días. El calor que irradiaba desde mi interior dificultaba incluso el control de mi cuerpo. Seguí reaccionando a la feromona de Jeong In-hyeok y lo deseaba. Al principio, Jeong In-hyeok dirigía la relación, pero a medida que pasaba el tiempo, me mezclé con él porque quería hacerlo.

Seguí perdiendo la conciencia porque mi vitalidad no se mantenía, pero poco después, abrí los ojos con un suspiro temporal. E inmediatamente era perforado contra la parte inferior de mi cuerpo, recibiendo con gozo sus feromonas Alfa.

Parecía que mi cerebro solo funcionaba a medias. El pensamiento normal era completamente incapaz de llegar a mí, y solo el deseo sexual dominaba el cuerpo. Era como si hubiera dejado de ser un hombre, sino una bestia con cuernos.

A medida que el calor de mi cuerpo se desvanecía gradualmente, Jeong In-hyeok me puso boca abajo sobre el escritorio y me violó bruscamente. Y como siempre, intentó un nudo. Sin saber cuántas veces fue, mi cuerpo parecía partirse en dos. Mientras tanto, mi conciencia iba y venía de forma intermitente, pero esta vez mis sentidos se mantuvieron intactos en un estado de razón hasta cierto punto.

Aullé como una bestia, exprimiendo un sonido que ya era ronco. La sensación de mi cuerpo desgarrado en pedazos me hizo sentir mareado. Al final, no pude soportar todo ese tiempo y mi mente se nubló. Cuando abrí los ojos, estaba en el hospital.

Observé el medicamento que colgaba del soporte del intravenoso y moví el dedo. El calor abrasador había disminuido por completo y todas las sensaciones eran normales. El ciclo de celo que era como una pesadilla había terminado. Dejé escapar un pequeño suspiro y estaba a punto de levantarme cuando la puerta de la habitación del hospital se abrió y escuché voces. Cerré los ojos de nuevo.

"¿De verdad tienes la intención de tener un hijo con Shinjae?"

"No es imposible, ¿Cierto?"

"Aún así, tienes que pensar en el viejo presidente. Tiene grandes expectativas de ti".

Jeong In-hyeok cortó bruscamente las palabras del Dr. Kim y susurró en voz baja.

"Creo que es hora de dejar de hablar tonterías. ¿Todavía te mueves aquí y allá, preguntándote cuánto más vivirá el anciano? No pareces pensar en tus circunstancias en absoluto".

"Director General Jeong, me refiero a...".

"Te lo diré claramente, guarda silencio sobre todo lo relacionado con Lee Shinjae. No seas demasiado entrometido. Esto no es una petición, es una orden".

El Dr. Kim se rió torpemente disculpándose. Por detrás de ellos, le saqué la lengua al culo de Jeong In-hyeok y me di la vuelta fingiendo estar dormitando. El Dr. Kim se acercó a la cama y me sacudió. Miré al Dr. Kim sin comprender y parpadeó lentamente.

"¿Estás despierto?".

Mi garganta estaba apretada y mi voz no podía salir. Con un pequeño asentimiento, el Dr. Kim ajustó el ángulo de la cama. Jeong In-hyeok me tendió un vaso con una pajita. Levanté un poco la cabeza y miré a Jeong In-hyeok. El sabor a pescado aún persistía en la punta de mi lengua. Jeong In-hyeok se rió brevemente cuando me dolió el estómago y vomité.

"¿Es porque ya cargas a mi bebé?"

Quería decirle una maldición, pero ese sujeto sonreía y lanzaba palabras gentiles, a pesar de que mi garganta estaba tan seca que no podía hablar. Durante el ciclo de celo, Jeong In-hyeok habló sobre proteínas y me echó semen en la boca varias veces. No pude evitar abrir la boca a pesar de que sabía que era un mal chiste. Todavía tenía la desagradable sensación de un líquido pegajoso pegado a mí estómago.