—tonta –me dice entre risas– tu estas en peores condiciones para correr que yo
—no tengo la culpa de que me haya sangrado la nariz por correr –dije y luego suspire–
—tu estas en peores condiciones que yo de correr –dijo y luego se escucharon unas risitas–
—y que lo digas –tome una fuerte bocanada de aire y lo mire–
Sus ojos café claros miraban hacia la calle, muchas veses me pregunto como se vera el mundo desde sus ojos. ¿Será diferente? ¿Como me vera a mi?
—¿y si nos sentamos en los columpios de atrás de aquel edificio? –señale–
El asintió y apresuramos el paso.
Al llegar al sitio, no había nadie. Como simpre. El lugar estaba en completo silencio, detrás de este había unas vías de tren las cuales en cierta forma daban a un bosque.
—¿quieres toritilla?(omelet) –le pregunte mientras sacaba de mi mochila una pequeña cacharra con comida–
—se
Pique un trozo y se lo di, y así, me comia un trocito y le daba otro a el.
Era divertido ya que el estaba en su teléfono revisando cosas de un videojuego.
—me gusta pasar tiempo contigo –le dije y sonrei–
—a mi también –me dijo el y sonrio–
Senti un fuerte dolor de cabeza y me desmayé...
Fue un sueño
Más bien, un recuerdo convertido en sueño...
Desperte en la fria habitación, esta ves ya era de día, estaba sola. Y la verdad es que desperté llorando.
—buenos días –un enfermo entraba en la habitación. Rapido me seque las lagrimas, y me acomode el cabello–
Solo lo mire por un momento, y, volvi mi mirada hacia la ventana.
—te traigo tu desayuno. ¿Como te sientes?
—muerta –dije sin más, aprete con fuerza las sabanas de la cama con enojo–
—mmm ya veo –dejo la bandeja con comida en una pequeña mesa–
Me quería ir de ese lugar, no quería estar ahí, tampoco quiero estar en mi casa, tampoco en el colegio. Quería solo estar con él.
—tu madre tuvo que ir a su casa y tu hermano la acompaño. En el Loby hay un chico que ha pedido que lo dejen verte. Pero necesitamos una aprobación por lo menos del paciente y...
—¡que venga! –dije rápido voltendo hacia el enfermo–
—esta bien tranquila, esta afuera de la sala, espera un momento –asenti con la cabeza y el enfermo se levantó, salio de la habitación y al momento entró Él
Senti un fuerte nudo en la garganta, y sentí que el pecho subia y bajava con mucha rapidez. Quería llorar.
No puedo llorar
Me repeti una y otra ves en mi mente mientras que lo veía sentarse en una silla y quedarse mirandome fijamente.
—te dije que no te intentaras suisidar... –lo escuche desir con una voz baja y ronca–
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Futuros sin ti
Teen FictionEstar sin el... eso nunca fue una obsion. Nunca pensé que llegaría a intentar matarme. Pero. No se que fue lo que me llevo a esto, un futuro sin el... No paresia un futuro. Todos en nuestra contra, todo saliendo mal. Pero... ¿Seguíamos luchando...