Musa: La Obra Maestra

Loto Dilittus

"Muerte, amiga mía.
Somos los únicos que saben cuánto me has hecho esperar,
Y este sentimiento de anhelo por ti
Que me ampara en soledad,
Me atormenta y desorienta,
Me tiene los pelos de punta,
De rodillas, en plegaria,
En desesperación y ansias.
Muerte, amiga mía.
Tanto me has hecho esperar,
Tanto que ahora dudo.
Esperé tanto que ahora me quiero quedar".

Ni la mitad de los alumnos en ese salón prestaban atención a lo que se leía, y los que intentaban estar al pendiente no lograban comprender una palabra. El profesor, con sus falsos aires de grandeza, paseaba por todo el salón mientras terminaba de leer aquel poema, en un fallido intento por intimidar a aquellos que no se interesaban en su clase. Finalmente volvió a su lugar, y subiendo los pies en su mesa buscó a alguien para interrogar.

—Engelis...— esa a quien llamaba yacía medio dormida sobre su lugar, sin tener ni la más mínima idea de lo que pasaba a su alrededor— ¡Engelis!— la chica no respondió hasta que alguien detrás de ella intentó despertarla tocando su espalda con un lápiz.

— ¿Qué pasa?— de malas ganas levantó la cabeza, pero seguía con los ojos cerrados.

—Señorita Engelis, ¿tanto la aburre mi clase?— se levantó para ponerse de pie frente a ella.

— ¿En qué clase estoy?— preguntó aún desorientada.

—Literatura.

—Entonces sí...— volvió a recostarse sobre su mesa.

Sus compañeros ya estaban acostumbrados a las rencillas entre estos dos, así que apostaban por quién tendría la última palabra esta vez.

— ¿Será que ya conoce las respuestas a las preguntas que no he hecho?— el orgullo de Uz Yalán era puesto en juego cada vez que se enfrentaba a Calie Engelis, quien lo desafiaba constantemente por mero aburrimiento— ¿Será que la señorita Engelis conoce toda la obra de "El Abuelo"?

—Dígame el nombre del poema, yo le diré el libro, el año en que fue publicado y obviamente qué es lo que quiso transmitir. Básicamente responderé a las mismas preguntas que hace con cada autor.

—Acabo de leer "Final del camino".

—El libro se llama igual, es del 2001 y fue el último que publicó antes de desaparecer misteriosamente. El viejo golpeaba a su mujer, cuando ella murió en el 2000 se vio ahogado por los arrepentimientos y sólo pensaba en matarse, pero era un cobarde, así que se desahogaba escribiendo. Al final, sólo quería expresar su deseo de morir, pero que le temía a la muerte aunque muchas veces la vio cercana— Por mucho que lo intentara, Uz no encontraba ni el más mínimo fallo en la respuesta de Calie.

— Y si hablamos de su "misteriosa desaparición", ¿qué puede decirme sobre eso, señorita Engelis?

—Hay una teoría en la que se afirma haber visto al Abuelo en un pequeño pueblo perdido cerca de la costa, rogando por monedas y restos de comida, pero la descartaron rápidamente.

— ¿Por qué?

—Nunca se vio al verdadero Abuelo. Su mejor amigo era quien llevaba los manuscritos a las editoriales y hacía todo lo que tenía que ver con papeleos y esas cosas. Él era el viejo que vieron pidiendo limosnas. Poco tiempo después de que lo encontraron y le hicieron algunas preguntas, se suicidó dejando una nota en la que confesaba haber sido el amante de la mujer de su mejor amigo. También decía temerle al Abuelo, que era una persona agresiva, desalmada y caprichosa. Jamás se atrevió a enfrentarlo, ni siquiera cuando golpeaba a su esposa con él presente en la misma sala. Tenía tanto miedo, que ni siquiera en esas circunstancias se atrevió a dejar alguna pista sobre el paradero del verdadero Abuelo— Uz la miraba fijamente a los ojos, buscando algún signo de debilidad para poder ganar este desafío— Ahora, si me lo permite, retomaré la siesta que me interrumpió.