DIAMONDS IN THE SKY

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Tendrían que celebrar su gran logro de alguna manera, después de todo, es el diamante más grande encontrado.

Pensaron en hacer otro robo, pero sería repetitivo, además con las investigaciones del anterior robo, seguramente serían atrapadas, también pensaron en un asesinato, pero , ¿sería lo mismo no?, así que decidieron hacer una votación. Akko y Yoko, querían ir a un bar, Aylene un restaurante, Marilyn y Ray no votaron.

—Oigan, ¿porque no votaron?— Reclamó Akko.

—¿Será porque no queremos ir?— Rechistó Marilyn.

Para Marilyn y Ray, robar un diamante ya había sido más que suficiente, según ellas era más probable que las metieran tras las rejas si veían su rostro en alguno de esos lugares.

—¡Vamos, será divertido!— Exclamó Yoko.

—¿¡También te parece divertido estar encarcelada en una celda donde no puedes acomodar ni siquiera tu puta cola?!— Replicó Ray.

Yoko abrazó su larga y frondosa cola de lobo, mientras trataba de controlar su enojo, odia los gritos.

—SI ALGUNA DE USTEDES 3 TERMINA TRAS LAS PUTAS REJAS, NO SERÁ NUESTRA CULPA, SOLAMENTE PORQUE LA FURRA, LUCIFER Y EL PINCHE POKEMÓN, QUIEREN SALIR A "CELEBRAR".— Gritó Marilyn

—(Otra vez con esos malditos apodos. ).— Pensó Yoko, quien no le faltaba mucho para sacar su ira.

—¿¡Y ahora, son novias o que verga?! ¡Nunca habían estado tan juntas y en nuestra contra!—

Yoko, siempre a odiado los ruidos fuertes, por sus traumas familiares, siempre evita este tipo de peleas, y ahora que Aylene y Akko estaban en contra de una de su amigas, Yoko no podía hacer nada.

Comenzó a tirar de su pelo, arrinconada tras Aylene y Akko, golpeó sus orejas repetidamente para anular el ruido, sus garras salieron y sin darse cuenta, ya estaba rasguñando su piel, mientras sangraba.

El ruido cada vez entonces era más, así que...

Gritandoles y maldiciendo a Ray y Marilyn, la mordió y rasguño, Ray al estar en peligro no lo pensó dos veces y la atacó, Yoko no sabía lo que hacía, Aylene trató de calmarla pero Yoko la pateó, Akko estaba congelada, nunca había visto a "su lobita" en un estado de enojo así.

Yoko parecía no controlarse a si misma, comenzó a pegarse repetidas veces, su piel estaba repleta de sangre y rasguños, se alejó de todas, corriendo a su cuarto, Aylene solo parecía estar interesada en ayudar a Ray y Marilyn.

Pero Akko...corrió hasta el cuarto de Yoko, abriendo la cerradura con sus garras, Yoko se puso en posición de ataque, estaba en su forma de lobo.

—Yoko...está bien, soy yo, Akko.—

Yoko pasó de estar completamente enojada, a hacerse bolita en una esquina de su cuarto, llorando.

Akko caminó lentamente hacia ella, se sentó a su lado y puso la cabeza de Yoko en sus piernas, ya no estaba en su forma de lobo, acariciaba su pelo.

—No tienes que preocuparte por ellas, ellas no tienen que afectar tu alegría.—

—¡¿Pero porque, porque siempre termino lastimando a la gente que me importa, porque todo termina siendo mi culpa?!—

—No, no, nada de esto en tu culpa lobita.— Akko la abrazó.

—Tu solo sigue brillando, como un diamante en el cielo..— Dijo Akko con una voz suave, y una sonrisa.

🔪 | HAMMA HAKO COMPANIESDonde viven las historias. Descúbrelo ahora