Un monstruo enamorado (NAMSEOK)

El peligro de amar

- Príncipe, lo extrañare tanto -

- Lo se, yo también te extrañare tanto Jimin! -

- Cuando piensa irse? -

- Mañana por la tarde, diré que me siento un poco enfermo y vendré a mi habitación, volveré a salir por la ventana -

- De acuerdo, haré lo posible por cubrirlo mi principe, de verdad estoy tan feliz por usted -

- Te he dicho que no seas tan formal conmigo - Ambos rieron y es que para Jimin ver así de feliz de nuevo al príncipe Hoseok era todo un regalo.

- Entonces que te parece si hoy arreglamos el traje para que quede listo y se lo pueda entregar al príncipe Kim. -

- De acuerdo, al final de cuentas no pienso usarlo, no te ofendas Jimin -

- No te preocupes, se a lo que te refieres - Y entre platicas y platicas la tarde llego, la puerta fue tocada dos veces y Hoseok dio permiso de entrar.

- Oh, consejero -

- Perdonen la interrupción mi príncipe, la comida está lista y el rey Jeon y príncipe Kim los esperan en la mesa -

- Ah, gracias pyo, ahora bajamos -

- De acuerdo, con su permiso -

Hobi se colocó su ropa y junto a Jimin fueron directo hasta el comedor en donde los dos hombres los esperaban, la puerta fue abierta por los guardias y ahí encontró la mesa llena de papeles.

- Buenas tardes rey Jeon y príncipe Kim -

- Hola Jimin -

- Buenas tardes -

Contestaron ambos, apartando la vista de los papeles en la gran mesa de madera.

- Buenas tardes padre, príncipe Kim -

- Hola hijo -

- Hola Hoseok - El castaño miro aun con enfado al príncipe Tae, quien solo se dedicaba a verlo con insistencia.

- Hijo, quiero que mañana te pongas muy elegante -

- Alguna ocasión en especial? -

- Mañana haremos un baile aquí en el castillo y vendrán personas importantes de los reinos vecinos junto a sus familias -

- Ya veo - Discretamente Jimin y Hobi se miraron entre sí con complicidad.

- Tendrás que ayudarme con la decoración, sabes que a mi no se me da mucho eso -

- No seas mentiroso papá, decoras muy bien - Por alguna extraña razón al saber que prácticamente sería la última comida que tendria con su padre le hacía dejar de estar enojado con él y prefería recordarlo sonreir de esa manera tan peculiar.

- De hecho hay una sorpresa para ti en mi armario querido Hobi -

- Para mi? Padre, no debes molestarte con ese tipo de cosas... Auch! - Al momento en el que trató de tomar la salsera el dolor por el fuerte agarre que le había propinado el príncipe Kim lo hizo quejarse y soltar de manera brusca esa vajilla provocando que salpicara un poco los otros platos, había estado soportando el dolor durante todo el día pero ahora ya no podía esconderlo.

- Por dios que torpe soy, discúlpenme por favor - Jeon miró apenas por la parte que no cubría el brazo de su hijo fijándose en esa marca morada en su antebrazo.

- Hijo - Hoseok de inmediato al ver en donde estaba la mirada de su padre se cubrió y se volvió a sentar escondiendo su brazo.

- Si? -