Últimamente, las cosas no habían ido bien entre Lincoln y Luan. Ya hace años nada era lo mismo, ni su familia, ni su relación, ni siquiera ellos mismos. Normal, es lo que ocurre con todos; vas creciendo, dejas de estar tanto con tu familia, estás más con tus amigos, encuentras pareja, te vas de la casa. Así es como funciona.
Ahora, con casi veinte años, Luan era otra persona. Físicamente, una de las más altas de la casa, llegando —casi— al metro ochenta. Ya hace unos años había dejado atrás sus frenos, al igual que su hermano menor; y ahora lucen ambos una muy bella dentadura. Vistiendo como habitualmente, aunque un tanto cambiada: la falda llegándole a escasos centímetros por debajo de las rodillas; y en sus pies, zapatillas en vez de zapatos.
En cuanto a su trabajo, ahora hace algunas presentaciones en bares con tarima, y sigue trabajando en "Funny Business", animando fiestas para niños. Mejoró mucho la calidad de sus chistes, el armado de las bromas, y los actos de magia; asentándose dentro de las humoristas más completas en Estados Unidos, cobrando una cantidad más que decente de dinero.
Aunque estos últimos días no pudo concentrarse en su trabajo del todo; está a muy poco tiempo de mudarse de la casa de sus padres, no muy lejos, dentro del mismo pueblo de Michigan. Este tema no es lo que le causa preocupación, sino el hecho de tener un asunto hace años dándole vueltas en la cabeza, incapaz de resolverlo.
Amor. Un amor no correspondido, y a su vez nunca revelado. Paradójico.
Dentro de su habitación se encontraba, esta tarde de sábado, contradiciéndose a sí misma de nuevo. Moviéndose de un lado a otro dentro de su habitación, antes compartida con su hermana, la cual hace más de un año que no está en la casa; nerviosa al no encontrar una solución a su mayor problema.
«No puedo ir, así como si nada y decirle: "Hola, hermanito ¿Te gustaría ser mi novio, sin razón aparente?"», pensaba, enojada consigo misma.
Sentándose y levantándose de su cama, viéndose al espejo. Intentando hacer lo posible para poder encontrar una buena respuesta, algo que la ayudase, o simplemente una razón para desistir. En vano, lastimosamente.
Sus sentimientos estaban encerrados bajo presión. Tener a esa persona que tanto te gusta tan cerca y no poder hacer nada al respecto, que se porte tan bien contigo, que sea la persona que más deseas. Pero no se puede, simplemente los estándares de la sociedad no lo permiten. Nadie lo permite.
Ya había barajado todas las opciones posibles, pero nada le daba resultado. Si no era lo ético, era su familia; si no era su familia, era su futuro; si no era su futuro, era la respuesta de Lincoln. No existe solución posible. Aun así, le sigue dando vueltas al asunto, intentando no pasarse de la raya con sus intenciones. Anhelaba tocarlo y tenerlo a su lado, despertarse junto a él todas las mañanas, dormir acurrucados; el simple hecho de vivir bajo el mismo techo ya no le era suficiente.
Contrariada, confundida, y, por sobre todo, enamorada. Todavía perdida su introspección, se acostó en su cama. Buscando respuestas, o siquiera una oportunidad de la cual aprovecharse. Un momento en el que su hermanito esté emborrachado sonaba tentador, pero no para tener sexo, sino para serle sincera y poder echarle la culpa al alcohol. Ese no sería un mal plan, de no ser porque él es demasiado responsable como para dejarlo pasar.
Hablando de este, ahora mismo está en el parque, paseando un poco. Descubrió que caminar en un ambiente despejado le hace bien para desintoxicarse y poder interiorizar sus problemas. Estos años no pasaron en vano, llegando al metro setenta y cinco, e intentando mantenerse en forma. Se viste con las mismas zapatillas de siempre, solo que ahora, en vez de usar tantas camisas naranjas, prefiere tener a disposición varias camisetas de distintos colores; manteniendo su color favorito solamente en los buzos y camperas.
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Anhelo inmoral
FanfictionAños de mantener sus sentimientos bajo llave. Años de una relación fraternal en declive. Años de no poder siquiera verse. Mucho tiempo pasó. Con incertidumbres, odio propio, sentimientos dubitativos; hasta generarle miedo a la idea de amarse, y jus...