—————Narrador—————
Hani yacía sentada completamente sola en las gradas de la cancha de fútbol, comiendo sola.
Miraba el pasto, y el cielo. Pensando como sacar el dolor que la estaba carcomiendo, sintiendo a su loba sollozar.
——No nos quiere, nuestro destinado no nos quiere—Dijo Yuri sollozando.
Hani soltó la primera lágrima, sintiendo más lágrimas salir de su rostro.
Su vida es una completa mierda.
Ni si quiera su Omega le había correspondido, nadie podría corresponder a alguien como yo——Se dijo a sus adentros.
—————Hani—————
——Quiero a mi Omega—Decía Yuri sollozando.
Me tragué el nudo de mi garganta, sintiendo mis manos temblar. Las náuseas se hicieron presente, sintiendome insuficiente.
Guardé mi comida, ni si quiera había probado algún bocado. No había cenado, mucho menos comería mi desayuno.
Lo bote en el basurero, saliendo del lugar. Caminé por los pasillos escuchando las burlas hacia mí.
Pero siempre las burlas provenían de alfas, nunca había escuchado alguna burla de algún Omega.
Los Omegas solo me miraban, no se burlaban.
Pude ver a Yoongi, mi Omega besándose con el capitán de fútbol, un Alfa que solo usaba a los Omega, aquel alfa qué sólo jugaba con los sentimientos de los omega.
Lo miré, mi mirada llena de lágrimas, decepción y tristeza.
Cuando se separaron Yoongi me vió, su sonrisa se borró por completo. Pero aún así, lo volvió a besar, viendo cómo el fruncía el ceño.
Sentía en nudo en mi garganta, todo es una jodida mierda.
Salí del lugar dirigiéndome hacia el salón vacío de biología.
Encerrandome allí, soltando el primer sollozo.La presión en mi pecho se hizo presente, lágrimas caían sin control, sintiendo mis manos temblar.
No tenía a nadie, estaba completamente sola.
La puerta se abrió, yo bajé la mirada evitando que cualquier persona pudiera ver mi rostro lleno de lágrimas.
La puerta se cerró.
——¿Que no te es suficiente joderme los días como para que me jodas en mi encuentro con Jackson?—Dijo Yoongi, su voz yacía completamente seria.
Levanté mi rostro, para así poder verlo. Su expresión de seriedad cambió, ahora yacía una expresión algo más pacífica.
——¿Por qué me haces esto? ¿Que no soy suficiente para ti?—Dije entre lágrimas, mirándolo con ruego.
El apretó los puños, cerrando sus labios con fuerza para abrirlos.
——No eres suficiente para mí, de tan solo verte me causas náuseas—Dijo el, mirándome sin si quiera algo de pudor.
Bajé la mirada, sintiendo mi mundo caer una vez más.
——Me duele, no quiero que duela—Decía mi loba, aullando de tristeza.
Pude verlo, me miraba sin remordimiento, sin piedad de sus palabras.
——Lastimas a tu lobo solo para mantener tu imagen limpia, lo lastimas por tus caprichos, Omega—Dije, lo último en un susurro audible.
El se acercó con rapidez hacia mí, propinandome una fuerte bofetada, haciendo que mi rostro voltee debido al impacto.