estrechez ✧ knowmin

capítulo 15.

Después de que los corrieran del café en el que estaban, ya que según varios comensales se quejaron de sus carcajadas y de que sus conversaciones eran absolutamente sexosas, ellos terminaron en la plaza, conversando sobre la tácita ruptura de Ji-eun y Minho. El mayor la había llamado para decirle que se vieran en esa misma plaza, decidido a terminar con ella. Mientras esperaban, pudieron notar que Minho comenzaba a asustarse.

― Podemos darte consejos para que te sientas seguro, y... ya sabes. No la cagues ―se ofreció Hyunjin.

Minho los miró. Jennie y Seungmin le sonrieron, afirmando aquello y dispuestos a ayudarlo en esta situación. Ciertamente, si Minho no tenía experiencia en novias, mucho menos tenía idea de cómo terminar con ellas sin que le metieran una patada en la entrepierna.

― Está bien.

― Y recuerda, ¿quién eres? ―exclamó Jennie.

― ¡Leeknow, Minho! ―contestó firmemente.

― ¿Y quién es ella? ―consultó Seungmin, en el mismo tono.

― ¡La que será mi ex-novia!

― ¿Y qué queremos? ―exigió Hyunjin con una rama en la mano, fingiendo que era un fuete.

― ¡Terminar la relación con ella de la forma más Ji-eun posible para que no me odie y poder ser su amigo en el futuro tras haber olvidado la apariencia de su vagina!

Los tres se cruzaron de brazos, asintiendo orgullosos por su trabajo. Haberse visto las tres temporadas de Bluestone 42 había sido bastante útil.

― Estás listo. ¡Ahora ve y termina con ella para que puedas follar con Seungmin! ―Ordenó la sargento... digo Jennie señalando hacia dónde se aproximaba Ji-eun.

― ¡Sí! Espera, ¿qué? ―dijo Seungmin con el ceño fruncido. Pero ya Minho había salido corriendo hacia Ji-eun, que se notaba curiosa.

― ¿Creen que vuelva vivo? ―indagó ella, sentándose en la banca para poder mirarlos. Hyunjin la imitó, revisando su celular.

― Quizás, pero creo que ella no pasa de quitarle un testículo.

― Hola, Minho ―dijo Ji-eun apenas estuvo con ella.

― Hola, uhm, ¿estabas ocupada? Espero no haberte molestado.

Ella negó con la cabeza. Ambos se sentaron en la grama, debajo de un árbol para agarrar la sombra.

― Estaba con mi hermana. De hecho, me cayó súper bien tu llamada ―dijo, su tono de voz decayendo―. Necesito hablar algo muy importante contigo.

Minho sintió cómo la valentía se drenaba de su cuerpo, y esperó que la expresión nerviosa en su cara no fuera tan obvia.

¿Algo importante? ¿Qué podía ser? Ellos no habían... Oh Dios ¿Y SI ESTABA EMBARAZADA?

No seas estúpido, si no te la follaste no puedes embarazarla, tarado.

Cierto, entonces, ¿qué rayos?

― Bueno... ¿lo mío primero? ―preguntó él.

Ji-eun se lo pensó con una mueca incómoda, y a cada segundo. Chan estaba más preocupado. A la final, Ji-eun terminó negando de nuevo.

― Me... me gustaría que lo mío fuera primero ―musitó.

― Bonita ―dijo Lee, sonriendo levemente―. Puedes confiar en mí, ¿sabes? No importa lo que me digas, no te juzgaré ni nada ―Bien, Minho, manteniendo la amabilidad para qué no te odie.

Ji-eun suspiró y relajó los hombros, sonriéndole a Minho también.

― Gracias... esto no es algo fácil de digerir, ni de explicar tampoco.