El Abandono Al Emperador Tigre Blanco

04:Llegada a la Capital Sumatrana

El fuerte retumbar de un rugido se escuchó por todo el palacio,los altos mando convocados en la gran sala del trono.

Las puertas se habrieron con gran brusquedad dejando ver al temible tigre de bengala con la tormenta en sus ojos,logrando que todos temblaran en sus lugares reverenciando a noventa grados y no atreviéndose a siquiera darle una mirada al Emperador .

Con gran elegancia se sentó en su trono exclamando:

—Todos en pie,no hay tiempo que perder— todos de irguieron y prestaron atención al Emperador — Mi hijo y mi Omega fueron capturados por los Sumatranos,más específicamente ,el emperador de dicho reino— los susurros no trataron en presentarse y la preocupación de los ministros por el heredero era grande— General Min,quiero que tenga preparados cien mil guerreros listos en las fronteras—

—Si,Mi Emperador— contesto Min dando una profunda reverencia,llamando a uno de los soldados transmitiendo las órdenes.

— Mi señor Emperador — hablo uno de los ministros — con todo respeto,se está precipitando a invadir Sumatra—

—¿Cómo dices?— frunció el ceño reflejando tremenda rabia,desprendiendo un aura negra de todo su ser — eres muy audaz —

— Lo lamento Emperador,no lo tome a mal,solo digo que debí ir disfrazado de una visita por razones políticas,una vez aya,puede reclamar lo que le pertenece y si se niegan prepararse para llevar Sumatra a las cenizas— el hombre mantenía la cabeza gacha fue lo único que pudo maquinar como plan para rescatar al heredero y al futuro Rey de Axias.

— No está para nada mal —solto después de meditarlo por unos minutos— Todos prepárense partimos en 30 minutos — se levantó de su trono echo de oro blanco,caminado a paso rápido pero elegante hasta salir de aquella sala.

Todos soltaron un largo suspiró,pudiendo respirar por fin,recomponiendose en segundos y movilizandose para partir,tenían que recuperar a toda costa a los miembros de la familia Imperial.

Todos partieron en carruajes balncos,con cortinas y joyas azules,bordados con hilos de plata en las mismas,el Monarca en un hermoso caballo blanco a la cabeza,y los soldados en su forma tigre siguiéndoles el paso,al paso que iban seguramente llegarían antes del amanecer.

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Era de noche,el frío se sentía hasta en los huesos,el estar bajo tierra no ayudaba en nada,la masmorra en la que estaba cautivo apenas y era iluminada por una antorcha,la humedad se filtraba por los muros de tierra,no había manta alguna que le cubriese ni a él ni al bulto en sus brazos.

No había probado bocado al medio día,ni muchos menos la cena,pero por lo menos el cachorro está lejos de tener hambre,al menos uno de los dos tenía algo en su estómago y le alegraba profundamente que sea el bebito entre sus brazos.

Ambos sucios por estar en la tierra y con mucho frío por estar sin una manta,era poco el calor que Jungkook podía brindarle al cachorro,quien se quejaba por la falta de calorcito.

Se quitó las prendas que cubrían su torso,volteandolas al revés para envolver a Hag Met en ellas,logrando que dejaste de quejarse por frío.

Con suma lentitud el pequeño ser habrio sus ojitos,dejando ver el azul en ellos,un azúl hermoso y brillante,llamativo.

Miraba curioso a Jungkook,estirando los labiesitos en una pequeña sonrisa,entreabriendo su boquita.

Jungkook soltaba lágrimas no de tristeza,si no de alegría por qué podía ver los ojos del bebé por primera y por vez última.

Le sonrió en grande,acariciando sus pequeñas y suaves y rechonchas mejillas,admirando sus labiesitos rojos,sus largas y espesas pestañas,como las de sus padre,era tan , pero tan divino.