TEAR

Capitolo 1

El señor Kim se encontraba en su oficina desde temprano en la mañana, haciendo lo mismo de siempre, reuniones, informes, dando órdenes y por supuesto cuidar su seguridad, por eso mismo en ese momento sus guardaespaldas se encontraban en la terraza del edificio de enfrente, llevaba un buen rato sintiendo la incomodidad de ser observado, le llegó el mensaje de que el intruso que estaba molestando desde hace unos días había sido capturado.

Se levantó acomodando su traje e hizo una señal para que el grupo de guardias desapareciera casi tan rápido como apareció en el lugar.

Bufó por lo bajo y salió de su oficina para dirigirse al salón de conferencias, nada más entrar se topó con una joven mujer, se preguntó si se había equivocado, miró un momento a momo, su asistente, y recibió un asentimiento correspondiendo entonces de la misma manera.

La mujer lo miró casi como si quisiese ver su alma, mas no se dejó doblegar, extendió una sonrisa cínica.

"es un placer recibirla en Kim vante, señora kang".

..........................

Llegó a su dulce hogar en silencio, saludó al personal y pidió que hicieran la cena, se dirigió a su biblioteca y se acercó al estante del fondo, movió un libro negro y seguidamente se abrió de par en par, se adentró en este a paso lento manteniendo su porte, la mirada fija al frente y las cejas fruncidas; se relamió los labios y soltó una risa divertida.

Al llegar finalmente al sótano, dejó ver por un segundo su cara de desconcierto, pasó su mano por su boca hacia abajo, en el momento en que lo reconoció una ira inexplicable se extendió por todo su cuerpo y de inmediato ordenó a sus hombres que vertieran agua caliente para despertar al contrario, no esperó a que este despertara del todo para propinarle un puñetazo al sujeto que yacía sentado atado por cuerdas a una silla de metal.

"maldito imbécil, ¿Cómo te atreviste?"

Dio media vuelta y miro obsesivamente el marco gigante que decoraba su pared, en medio de esta estando la foto de Kim seokjin, su hermano muerto, tomó el hilo sobrante e hizo el recorrido corto hasta la foto del individuo de la silla.

"así que nuestro querido Kim namjoon resulto ser un traidor, waah", sonrió más sus orbes se convertían lentamente en el vacío más oscuro existente en este mundo.

"tae... taehyung, no es lo que piensas, te lo juro, puedo demostrártelo yo- "

"no quiero tus excusas baratas, sabes que no doy segundas oportunidades namjoon" el contrario frunció el ceño por la falta de honoríficos mas mantuvo la boca cerrada, "más sin embargo eres parte de la familia, esta es la última y única oportunidad que te concedo como parte de mi benevolencia, ten cuidado joon, tendré conocimiento hasta de cuantas veces vayas al baño", dijo esto ultimo con un tono de gracia.

"no quiero escuchar lo que hayas hecho, tráeme pruebas que confirmen lo que me vas a decir, y entonces decidiré si perdonarte o darte de comer a los perros".

Paseo por el lugar de un lado a otro poniendo nervioso al mayor, tamborileo sobre uno de sus brazos cruzados y lo miro fijo cuando estos se detuvieron.

"entenderás que no puedo dejar a mis muchachos sin diversión, ¿no?", se acercó en una pisada y procedió a pasar su dedo por la mejilla del contrario y secó una gota de sudor con su pañuelo del traje que llevaba, hizo oídos sordos a las suplicas del moreno e hizo una señal, uno de sus guardaespaldas tomando unas pinzas gruesas.

Justo cuando una uña iba a ser sacada de su lugar y el espacio estuviese llenado de un grito ensordecedor taehyung dio vuelta, "si descubro que me estas mintiendo entonces, spero tu sappia che l'inferno sta arrivando" observó complacido cuando manchas de sangre cubrieron a su sirviente y al mayor, los ojos de este muy abiertos cuando soltó un grito ahogado.

"espero que los pases bien, querido cuñado" y se fue a cenar cuando su estómago sonó hambriento y no solo de comida.

Ya se encontraba vestido para dormir, mas su teléfono sonó solo una vez, lo tomó despacio, sus manos firmes, mas estas mismas apretaron el aparato en el momento en que leyó el mensaje.

"mantente atento Kim, te quieren viendo al diablo"

Y se rio, otra vez, porque él era el diablo, y así mismo era quien controlaba el infierno.