Era otoño cuando todo dió un giro de ciento... En este caso de trescientos sesenta grados en un abrir y cerrar de ojos. Y no es que se quejara, nunca lo haría pero acá estaba él. Esperando en un lugar que por cierto no conocía, esposado por sogas y sellos anti-brujeria a sus espaldas y con las piernas tocando el piso y los ojos vendados.
Pero algo había cambiado, algo tan simple y misterio a la vez. Una energía corriendo por su cuerpo como si fuera su propia sangre y sus ojos pudiendo ver atravez de las vendas. En un color entre el blanco y el negro.
Si tuviera sentido del humor lo más seguro es que en estos momentos pediría una explicación a las personas que lo estaban rodeando y solo quizás riendo como un loco maniático. Pero el es Tomioka Giyuu, el chico más serio y distante que puede existir.
──¿No tienes dudas de por qué estás aquí?── y las tenía, tenía varias. Lo mejor que podía hacer era esperar a que ellos hablarán y no él ──¿Están seguros que es él?
El extraño pregunto a quien estaba a su costado y Giyuu solo lo podía describir con una palabra. Robusto. No estaban siendo corteses ni amables aparte de que no entendía nada.
──Es él— respondió ──Tomioka Giyuu, sobrino lejano del clan Gojo, descendiente y quién tiene la profecía que matará al nuevo rey que surgió el día que murió Six eyes.
Todo eso era relato por esa persona y con cada palabra se perdia más. No entendía que es lo que tenía que ver en esto y quién era ¿Six eyes? Mucho menos los Gojo. Nunca había escuchado de ese clan.
Sin contar que hace unos momentos o quizás horas o semanas quizás meses estaba a unos metros de llegar a la preparatoria Kimetsu no Moon y ahora en un lugar que no conoce y una energía que recorría todo su cuerpo.
──Bien── dijo el primero sacando un bolso de dinero que eran entregados al otro ──Cumpliste con tu parte ahora tienes tu dinero. Si alguien pregunta tu no sabes NADA.
Concluyó para dar un chasquido y hacer que otras personas sacarán al hombre que lo rapto (a lo que había entendido) ahora teniendo toda su atención.
──Comencemos── el hombre se acercó a unos centímetros de distancia dejando caer las vendas que dificultaban su vista ── Eres Tomioka Giyuu el número Sex eyes que el mundo del Jujutsu necesita.
Mando, más no presto atención en lo que se acostumbra a mirar sin la molesta venda que ahora no era tan molesta porque no podía adaptarse a todos los colores que sus ojos captaban en tan poco tiempo. Aturdido.
──Al menos dime algo niño──regaño e ignoro al desconocido este estiró su mano a su mentol haciendo que sus ojos chocarán ──Asi está mejor, quizás más tarde te de unos lentes de sol para que te puedas acostumbrar.... Es lo que hacia en anterior Six eyes antes de su muerte.
Muerte o no. A Giyuu no le importaba, ni siquiera podia llevar sus manos a sus ojos porque estaba atado. Gruño y trato de sacarse del toque.
──Pareces un gato huraño── comento la persona que lo mando a raptar y en lo poco (bastante) que podía ver se dió cuenta que no era una persona mayor si no alguien que estaba casi a su edad ──Lo siento si no me presenté. Soy Uzui Tengen. Tu sensei.
Si, ya quisiera esa persona ser su profesor, en lo que podía ver a las justas y se podía cuidar solo sin ser reprendido por un adulto. Y no se equivocó cuando un golpe cayó en la cabeza de Uzui.
—Ignoralo, no sabe lo que dice── dijo una mujer joven de broches de mariposas ──Soy Kocho Kanae, tu doctora en caso de que estés herido.
Se presentó mientras liberaba sus muñecas y se alejaba para ver un folder que traía en manos. Lo más seguro es que sea un diagnóstico.
—Tu eres Tomioka Giyuu, el chico que fue bendecido por los dioses y maldecido por los mismos como Six eyes. Tu papel en este lugar es guiar a los más débiles a ser los más fuertes para proteger a toda una generación que está apunto de venir.
Si y no. No estaba de acuerdo con eso, ademas que ya no entendía nada y un dolor de cabeza se presenta y sus ojos lágrimiaban por el golpe de colores que está sufriendo en estos momentos.
──Estoy segura de que tienes preguntas..
──No me importa... Nada en realidad.
Corto las palabras de la mujer en lo que se estabilizaba en la pared que se le ofrecía como apoyo a lo que recibió una mirada fría que no podía identificar de quién era.
──Con esto está más que claro que eres un impostor, no eres el hechicero que todos esperan por eso todos te odian Tomioka-San.
Quien quiera que haya dicho eso esperaba que sufriera un gran dolor en el cuerpo. No es fácil despertar y ser nominado cómo Six eyes y varias tonterías más.
──Quizas tengas razón Shinobu-chan, pero hay una gran cantidad de energía maldita recorriendo su cuerpo como si fuera su propia sangre y el color de sus ojos demuestra que es nuestro salvador.
Corrige Kanae quien no escucha respuesta ni protesta alguna y ofrece un vaso de agua a su dirección. Giyuu duda aún así lo acepta con la tableta de pastillas. Al principio solo es un sabor dulce para terminar en algo agrio.
──Los altos mandos van a querer hablar con él y si resulta ser un "impostor" lo más seguro es que ordenen su ejecución.
Recita Uzui cómo lo más común en la vida y por más que no quiera pensar en ellos es algo que concuerda con la situación así que niega para si mismo y cualquier cosa que pensará se fue por la borda.
──Si, estoy consciente de ello por eso es mejor mantenerlo alejado y para ello necesitamos su colaboración...── kanae dice para dejar su folder y ver los ojos profundos ──Lo siento, pero es lo mejor.
Y Giyuu sabe que nada bueno saldrá de esto porque siempre fue así hasta caer en la inconsciencia.
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𝘜𝘯 𝘩𝘦𝘤𝘩𝘪𝘤𝘦𝘳𝘰 𝘺 𝘶𝘯𝘢 𝘮𝘢𝘭𝘥𝘪𝘤𝘪ó𝘯 ─── (𝙆𝙣𝙔𝙭𝙅𝙅𝙆)
Fanfiction𝘔𝘶𝘻𝘢𝘯 𝘒𝘪𝘣𝘶𝘵𝘴𝘶𝘫𝘪 𝘯𝘰 𝘤𝘳𝘦𝘦 𝘦𝘯 𝘤𝘰𝘴𝘢𝘴 𝘵𝘰𝘯𝘵𝘢𝘴 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘦𝘭 𝘥𝘦𝘴𝘵𝘪𝘯𝘰 𝘰 𝘭𝘢 𝘴𝘶𝘦𝘳𝘵𝘦 𝘯𝘰 𝘥𝘦𝘴𝘱𝘶é𝘴 𝘥𝘦 𝘴𝘦𝘳 𝘤𝘰𝘳𝘰𝘯𝘢𝘥𝘰 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘦𝘭 𝘯𝘶𝘦𝘷𝘰 𝘳𝘦𝘺 𝘥𝘦 𝘭𝘢𝘴 𝘮𝘢𝘭𝘥𝘪𝘤𝘪𝘰𝘯𝘦𝘴 𝘱𝘦𝘳𝘰 𝘦...