CAPITULO 13

172 12 0
                                    

NATASHA

-          Primero quiero saber si me perdones.- Sonrie y yo sonrio con él.

-          No tengo nada que perdonarte Diego, ya lo hablamos.- Me siento en la cama y golpeo la punta de la cama para que se vaya a sentar y de paso pueda ver lo que trae.

-          Si, nosotros dos anoche estuvimos juntos y no tendría que haber dejado que Dafne me bese.- Esta nervioso asi que mejor lo dejo hablar.- Natt vos cambiaste la actitud conmigo, anoche eras otra.- Me sonríe coquetamente.- Y la nueva Natt me esta gustando demasiado, pero yo como soy un idiota la cague.

-          No entiendo Diego.

-          Natt...- Él deja el regalo de lado y agarra mis manos acercándose a mi.- No se lo que esta pasando entre nosotros, no se que fue lo que paso para que vos tengas este cambio de actitud conmigo pero me encanta lo que paso y me gustaría que se repita.

Cuando no, el idiota queriendo sexo. Pero voy a dejar que hable, hay que ver para donde toma rumbo esta conversación. Parece tan sincero que me lo creería sino fuera porque sé que esta jugando conmigo.

-          ¿Qué quieres conmigo Diego?.- Lo miro a los ojos

-          Quiero que dejemos que las cosas pasen, que no forcemos nada.- Se me acerca más.- Quiero que pase lo que tenga que pasar pero que sea con vos.

Me quede sin palabras, parece tan sincero. Pero él no es el único que sabe jugar.

-          Vos no sos de estas cosas Diego.

-          Ya lo se, por eso voy a necesitar que me tengas paciencia chiquita. A mi me interesas de verdad y quiero probar, que pase lo que tenga que pasar.- Acaricia mi cuello, me quiere besar.

-          Voy a confiar en ti.- Digo en un susurro y eso basta para que Diego me bese.

Es un beso suave, delicado, nunca tuvimos un beso de esta manera tan suave.

Diego, no podes mentir tan bien, deberías ser actor en vez de ejecutivo. Estas jugando demasiado bien, si no hubiera sido porque yo se lo que pasa capaz me creía el cuento.

Diego me sigue besando y yo respondo a su beso. Tengo que pensar que hacer. Si me hago la victima, la inocente puede que consiga más, ya estoy consiguiendo demasiado. Quiero ver lo que me trajo asi que me aparto.

-          Pero tienes que hacer las cosas bien Diego, yo no quiero que juegen conmigo.- No le miento, no quiero que él juegue conmigo.

-          No lo voy hacer chiquita.- Me susurra con una sonrisa.

Que bien mientes Diego.

-          ¿Qué traes ahí?

-          Bueno es que desde que te fuiste me quede con los chicos y ellos me ayudaron a saber que hacer para que me perdones.

-          ¿Pediste consejos para que yo te perdone?.- Él asiente.- Eso es un detalle tierno.

-          Nunca tuve tantos detalles tiernos con alguien y con vos ya van...- Queda pensando.- Ya van unos tres masomenos

-          ¿Tres?.- No entiendo su cuenta

-          Te deje dormir en mis brazos, pensé mucho en vos, salí corriendo atrás de vos y... Ah son cuatro porque te traje esto.- Sonrio

Que bien mientes Diego, nuevamente. Pienso un minuto ¿Y si comienzo a creerte?

-          Quiero ver que hay ahí.- Señalo la bandeja, él me la alcanza.

Me mira nervioso, esta esperando mi reacción y abro los ojos ante la sorprensa. Hay una bandeja llena de golosinas y chocolates. Delicioso chocolate hay por todos lados. Empiezo a agarrar las cosas y cuando las muevo veo que hay algo debajo, sigo corriendo las cosas hasta que me encuentro con un libro, NO-PUEDE-SER

Lo miro a Diego con los ojos abiertos y él sonríe ante mi reacción.

Lo abrazo y lo beso. Yo también se actuar bien, Diego sonríe contra mis labios y yo lo beso de nuevo.

-          Muchas gracias Diego, me encanta este detalle que tuviste conmigo.

-          De nada chiquita.

Nos sentamos a comer las golosinas juntos, hablamos un poco y hubo muchos besos. Diego se reia mucho y parecía tranquilo. Lo miro y no paro de repetirme lo bien que miente, lo lindo que seria que él no sea asi. Si Diego fuera mejor, si no jugara con las mujeres seguro ya estaría en una relación.

Que bien mientes Diego.

DIEGO

 

La cara de Natasha cuando vio la bandeja era como la de un niño suelto en una sala de video juegos. ¿Cómo puede ser que las mujeres sean tan felices con detalles tan chiquitos?

Dije las mejores palabras que se me ocurrieron y al parecer pude convencerla. Ahora vamos a dejar que las cosas fluyan, seguro cuando ella hable con Ash voy a conseguir que su amiga afloje conmigo, voy a necesitar mas consejos porque seguro la voy a cagar de seguido.

Natasha hablaba y comia, jugaba, me peleaba, era divertida no lo podía negar. Cada tanto trataba de robarle un beso y ella se dejaba.

Comienzo a besarla, ella tiene sabor a chocolate blanco. Muerdo su labio, no puede ser tan carnoso. Corro la bandeja que esta en el medio de nosotros dos y empiezo a empujarla para dejarla contra el colchón, quiero volver a sentirla.

Ella me sigue el beso, sus manos recorren mi espalda y siento escalofríos. Muerde mi labio y pierdo el control pero su celular suena.

Ella me quita de encima y agarra el celular, pero antes de atender toma varias respiraciones para calmar su pulso.

Yo mientras me acuesto en el respaldo de la cama y la miro.

-          ¿Hola?.... Ah hola Ash... Si, estaba enterada pero pensaba ir con Vero... Obvio que no va haber problema en que vengas también... ¿Diego?.... Si, por acá anda... ¿Te lo paso?... Okey...-

Natasha se da vuelta y me da su celular.

-          Ash está con Zac y quieren ir a una fiesta esta noche que yo pensaba ir con Vero y los chicos se quieren sumar.

Agarro en celular

-          ¿Hola?

-          Campeón ¿Cómo te fue?-. Era Zac

-          Hola Zac, bien por suerte. ¿Cuáles son los planes?

-          En media hora estamos allá con ustedes asi que si tenias pensado cerrar la reconciliación con broche de oro lo lamento pero no vas a poder.

-          Gracias, siempre vos tan considerado conmigo.

-          Nos vemos en 20 minutos.- Grita Ash y corta la llamada

Miro a Nattasha que ya estaba en su armario supongo que viendo que ponerse.

-          Los chicos en 20 minutos llegan.

-          Bueno, ahora le hablo a Vero para ver que va hacer ella.

-          A mi me gustaría quedarme en casa esta noche.- Me acerco y le beso el cuello.

-          Bueno, entonces podes quedarte.

-          Solo si te quedas conmigo.- La giro para besarla.

-          No esta noche bombón.- Ella se suelta de mi agarre 

Te enseñare a jugarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora