Los títulos van a estar hechos al pedo así que no van a tener relevancia.
~•~•~~•~•~•~•~•~
Capítulo I.
Dos son iguales a uno.🥭
Sparta estaba afuera de un prostíbulo fumando un cigarrillo, se sentía aburrido de tener que esperar a su "jefe", odiaba aquel lugar y aquellas chicas que prestaban su cuerpo.
Esperó unos minutos más hasta que vio salir a un señor de pelo oscuro con traje rodeado de muchas chicas mientras era acompañado por otro de pelo rubio.
Ambos se le acercaron.
—Vamos Sparta ven a divertirte un rato
—Señor Trollino, entienda que mi único deber aquí es protegerlo
—Bah, siempre tan formal, no seas tan aburrido
Vio al chico rubio y notó sus ojos decaídos, estaba triste, pero ese no era su problema, al menos ya no. A pesar de ser compañeros de trabajo nunca se hablaban, su relación no era tan cercana como para hablar de temas diversos.
Pero aún así se quedó con la espina clavada, odiaba sentir un poco de remordimiento ante todo, era signo de debilidad.
—Deberías hablar primero antes de que cualquier otro u otra lo haga
Dijo sin mirarlo a la cara, al no tener respuesta se dirigió hacia el auto de su jefe, esa noche trabajaba como guardaespaldas de un mujeriego llamado Trollino.
Se dispuso a manejar hasta la mansión de su jefe, lo dejó en la entrada y se alejó junto al rubio en el auto. El camino era callado, solo las lágrimas y sollozos del oxigenado cubrían el ambiente. Sparta perdió el control.
—¡Diablos Mike!, ¡Deja de llorar carajo!
—Es que me siento mal, él siempre está rodeado de esas chicas y yo no puedo hacer nada
—Pues mejor olvídalo
Él no era el mejor dando consejos, era un asco para ello y Mike lo sabía, pero aún así agradeció el intento de su acompañante.
Su trabajo estaba hecho, habían protegido a uno de sus clientes, era de noche así que su verdadero trabajo estaba por comenzar. El teléfono de Sparta sonó indicando un nombre que decía jefe.
Atendió mientras iba conduciendo, la voz ronca y seca de su mandante hacía que se estreneciera, nunca supo porque, pero sentía miedo al momento de escucharlo tan cerca de su oído.
—Muy bien jefe lo haremos— colgó
—¿Qué quería?
—Nuestro próximo trabajo es balacear un casino y matar a todo aquel que se encuentre ahí, tal vez así te distraigas con lo de Trollino
—Tal vez...
Llegaron al lugar indicado, sacaron sus armas y sin ningún aviso mataron a los guardias de la entrada. Al parecer era un casino privado, lo cual facilitaría las cosas.
Al entrar todos se les quedaron viendo, pero ellos no vacilaron ni un momento, cargaron los cartuchos y empezaron a disparar a diestra y siniestra.
Los gritos de la gente inundaron aquel lugar, Mike era el que más disparaba como si fuera un psicópata y es que ese era su metodo de desestresarse, Sparta era más cuidadoso y disparaba en áreas vitales.
—¿Cuántos faltan?— preguntó el castaño
—Unos se fueron a esconder por allá— señaló una mesa de billar
Sparta se acercó silenciosamente, algo que disfrutaba era de ver las caras aterradas de sus víctimas, eso lo llevaba a matarlos sin compasión. Pero al llegar su cara pasó a una de molestia al ver que aquel chico no tenía ninguna emoción.
—¿Acaso no me tienes miedo?—frunció las cejas
—¿Acaso debería tenerlo?
Su ira aumentó.
—¿Por qué te escondiste?
—Me dijeron que me escondiera aquí, ¿Vas a matarme?
—Tal vez
—Solo hazlo
—¿Qué?
Nunca nadie le había pedido que lo asesinara así sin más, todos siempre suplicaban por su vida, era una nueva sensación que jamás había sentido.
—Solo mátame, no quiero seguir viviendo como un fenómeno completamente sólo
Entonces notó que los ojos del chico no eran normales, eran de diferente color, algo había en ellos que hacían que no dejara de mirarlos, su instinto asesino desapareció.
Soltó el arma que traía entre manos y se quedó viendo al chico, por alguna razón sentía su cara arder, se tapó su boca y dejó al chico sólo.
Regresó a donde estaba Mike y lo jaló al ver que estaba disparando de más a un cuerpo sin vida.
—Es hora de irnos
—¿Ya mataste a todos?
—Sí— mintió
ESTÁS LEYENDO
ˏˋ°•*⁀➷𝑨𝑺𝑬𝑺𝑰𝑵𝑶ˏˋ°•*⁀➷
FanfictionSparta es un asesino a sangre fría que no le interesa nada ni nadie, pero en medio de su trabajo conoce a un chico de ojos particulares, tal vez cupido se apiadó de su miserable vida. Sparta activo Raptor pasivo