hold this hunger down | sunki

three

Es casi romántico ver cómo las luces de la ciudad se filtran en la habitación, rebotando suavemente por el piso y las paredes. Pero no hay nada romántico en Sunoo tumbado en la cama, su cuerpo todavía ardiendo por la patética cogida que le acababa de dar su novio. La pregunta de Ni-ki vuelve a él cuando Heeseung ni siquiera puede hacer que Sunoo se corra en su segunda ronda. ¿Te sientes satisfecho con él? Bueno, no hace falta ser un genio para ver que el sexo con Heeseung deja a Sunoo en carne viva y adolorido, arrepentido de no haber podido llegar nunca al punto de la felicidad total. No hay nada ni remotamente placentero en las embestidas rápidas y descuidadas de Heeseung, que sólo duran unos minutos antes de que termine dentro de Sunoo con un "eso se sintió genial, bebé".

No es que le moleste el sexo duro, ni tampoco disfruta especialmente el ritmo lento y suave del sexo vainilla. Le gusta la variedad, pero Sunoo duda de que Heeseung tenga la habilidad para ambas cosas. No se trata sólo de su escasa habilidad para hacer sentir bien a alguien, porque hay veces que Sunoo sí lo encuentra tolerable. Casi agradable. Pero siempre se había sentido impersonal, como si complacer a Sunoo fuera algo fuera solo algo hecho por obligación. Esta noche en particular, debería haber sido algo especial para ellos, algo que Sunoo debería haber disfrutado al menos. Por fin había logrado convencer a Heeseung de ir más allá de su acuerdo habitual de hacer que Sunoo se atragante con su polla flácida, pero trás unos minutos de fingir que está disfrutando de su encuentro, Sunoo renuncia a toda esperanza de sentirse bien.

Si quería la sensación de ardor del sexo, el dolor debería haber sido indistinto, desangrándose directamente en placer, para que pudiera hacerlo gritar por más. Si quería algo más íntimo, el juego previo debería haber sido lento y tentador, llevándolo a la sobreestimulación. Pero, por sobre todo, Sunoo quería sentirse deseado. Quiere vivir sabiendo que su pareja está esclavizada por sus labios, su lengua y el calor que puede ofrecer. Quiere el tipo de sexo que que lo hace sentir como si estuviera siendo devorado por completo.

Como el tipo de sexo que imagina tener con Ni-ki.

Sunoo debería haber prestado más atención a la culpa que se apoderaba de su conciencia, pero ahora que está pensando en Ni-ki, no puede evitar deslizar una mano por sus calzoncillos. Si Ni-ki estuviera con él en la cama en lugar de Heeseung, estarían ocupados toda la noche, esperando a que llegara la luz del día para limpiar el desastre que habrían hecho en las sábanas.

¿Te gusta esto, Sunoo hyung?

El calor enrojece su rostro y Sunoo maúlla ante su propio recuerdo. Ni-ki le había prometido que lo follaría muy bien, y Sunoo sabía que estaba diciendo la verdad. Ya estaba hecho un desastre de lloriqueos cuando todo lo que hicieron fue besarse intensamente, besos mortificantes más potentes que las drogas, empujando de él hacia abajo, haciendo que Sunoo deseara más. Se imagina a Ni-ki besando lentamente su torso y luego los muslos de Sunoo, con los ojos recorriendo la carne flexible que tiene a su alcance. Entonces, Sunoo se acariciaba a sí mismo al mismo tiempo que el Ni-ki de su fantasía se abalanza sobre él, agarrando su cintura con tanta fuerza que le deja marcas.

Pensé que no confiabas en mí, Ni-ki le preguntaría, pero Sunoo no sería capaz de responder a ninguna de sus preguntas. Sunoo sólo suplicaría por su boca en la suya y el calor sofocante de sus cuerpos uno contra el otro. Ni-ki ni siquiera tenía que hacer nada para que Sunoo se rompiera. Sunoo lo haría voluntariamente sólo por cómo Ni-ki lo miraba.

Sabía que lo que estaba haciendo estaba mal. Aquí está él, masturbándose con el pensamiento de otra persona mientras Heeseung está acostado justo a su lado. Sin mencionar que el sujeto de sus fantasías es el hermano de su novio. Incluso si fuera una fantasía, no podía decir que la excitación que se acumulaba en su interior desde que el nombre de Ni-ki pasó por su mente no era real.