Is this gonna happen?

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Ser convocado en la selección era una gran oportunidad para Enzo. Era lo que siempre deseó y para lo que más se preparó durante los últimos años. Aunque eran amistosos, estaba muy feliz y orgulloso de haber sido considerado para esas fechas y esperaba demostrar estar a la altura para que incluso lo llamaran al mundial.

Conocer a sus compañeros fue una experiencia intensa. Allí había muchos jugadores que había admirado y también muchos nuevos que empezaban como él. Lo puso contento estar con su amigo Julián y con los otros pibes de River, porque siempre le daba seguridad tener a alguien conocido.

El primer partido era contra Honduras en Miami y el segundo contra Jamaica en Nueva Jersey así que estarían unos días en Estados Unidos. La mayoría parecía conocerse bien, había jugado en la Copa América, pero todos eran amigables con los más nuevos y también los más jóvenes. Enzo tomó mate con Leo, al que ya conocía por haber jugado en la Champions contra el PSG y también pasó por el vergonzoso momento en el que Rodri los jodió y los abrazó a Juli y él por ser los más chiquitos del grupo. No podía mentir, estaba realmente feliz de estar ahí.

Intentó hacerse amigos y charlar, algo que a él le salía muy bien y natural, al contrario de Julián. Quería causar una buena impresión y que no se olvidaran de él así lo consideraban cuando tuvieran que armar la lista para el mundial. Por eso intentó hablar con todos y se sorprendió al notar lo sencillo que era, lo fácil que resultaba hablar con esos chicos. Todos compartían un mismo código, algo que los hacía muy cercanos.

—Dale boludo, ¿vos que onda? Si son terribles los cordobeses —exclamó Germán Pezzella con un gesto cómplice.

—No, ni ahí yo soy re fiel —respondió el Cuti con solemnidad y Licha asintió.

—Yo lo conozco hace mil y doy fe, más pollera es este...

—Ah bue —exclamó el Cuti mirándolo con las cejas levantadas—. Vos sos el rey de la pollera boludo, ¿me estás cargando? Estás a un dorito de ponerte el conchero y salir a la comparsa con tal de estar con tu jermu.

El resto comenzó a reírse y Enzo no entendió muy bien de qué hablaban. Había llegado medio tarde pero aceptó el mate que Emiliano le ofreció.

—Ah no, pero el rey de la joda acá es éste —exclamó el otro arquero, Gerónimo Rulli y ladeó la cabeza para indicar a Emiliano.

Enzo le devolvió el mate justo cuando lo vio hacer una expresión de desconcierto muy graciosa.

—No sé por qué me tiran mierda a mí si yo ni abrí la boca —dijo Emi cebando un mate que se lo pasó al Cuti—. Es verdad que tenía mucha joda pero tampoco la pavada.

—"Tenía" tira —murmuró el Huevo Acuña lo suficientemente alto para que todos lo escucharan.

—No te hagas el boludo Dibu, si ya sabemos que no dejás títere con cabeza —siguió Germán con una mano en la boca, conteniéndose la risa.

—Él se fija si tiene cabeza nomás porque entre las piernas lo que venga —La risa estalló en ese grupo con las palabras de Gero y Enzo abrió los ojos tan grande que quizá fue demasiado obvio porque Emi lo miró con una sonrisa divertida. No parecía molesto por las implicaciones de esas palabras, todo lo contrario.

—Ya sé que quieren hacer ustedes —contestó Emiliano y los apuntó a todos con la mano en la que tenía el mate—. Me quieren hacer quedar mal con los nuevos.

En ese instante, Enzo dio un respingo sorprendido cuando Emiliano lo miró después de hablar y parpadeó rápidamente porque comenzó a sentirse observado por todos. Es cierto que él era nuevo en el grupo, uno de los más nuevos, y todos los que estaban ahí se conocían hace mucho más, así que un poco se sintió en desventaja mientras seguían haciendo chistes.

Come light me up | Dibu Martínez x Enzo FernándezDonde viven las historias. Descúbrelo ahora