La llegada de T/n

Capítulo 54

Pasaron unos días, tres para ser exactos y todo marchaba normal como si nada estuviera pasando, como si leah no los intentó matar en la luna llena, como si leah estuviera bien con eso, como si absolutamente todo fuera normal

Aunque lo era para ellos, ya lo han vivido varías veces, lo han intentado matar a todos pero para leah esto no es tan simple como para ellos. Ella pensaba constantemente cómo se lo diría a Steve o incluso si se lo debería de decir o no, aún no a tenido ningún tipo de contacto con él ni con la rubia, pero si llamaba a una chica con la que hablaba antes cuando Max y ella terminaron por primera vez y ella se fue a Beacon Hills, Gabriela, la enfermera que la atendió cuando tuvo el accidente automovilístico y la misma que quería intentar coquetear con ella pero eso ya es pasado y lo supero ahora son amigas.

Max por otro lado solo la miraba con curiosidad y celos cuando hablaba por teléfono muy animadamente pero nunca se atrevió a preguntar, no quería parecer una de esas típicas chicas celosas que le preguntaba con quien hablaba, a qué hora salía, donde estaba, cuando volvía, que hacía, no era como ellas para nada, tenía total confianza en su pareja pero tampoco quería parecer lo contrario hasta que volvió a suceder y se decidió por preguntar cuando terminara la llamada

Leah: Oh, si claro -hablaba por teléfono- no sé aún cuando vaya por allá pero te avisaré si me decido -sonreía- Vale chao, cuídate mucho -colgó-

La castaña dicho eso iba a ir a la cocina a por un vaso de agua cuando la pelirroja la llama antes de que se fuera

Max: Amor -la llamó- puedes venir por fa -dijo tiernamente-

Leah: Sí, ¿qué pasa linda? -se paró frente a ella-

Max: Siéntate -dijo y la castaña obedeció-

Leah: ¿Estas bien amor? -pregunto pasando una mano por su mejilla dulcemente- no tienes fiebre

Max: No, no es eso -disfrutaba de las pequeñas caricias de su novia-

Leah: Entonces ¿que es? -pregunto mirándola fijamente-

Max: Es que -suspiro- no quiero parecer una de esas típicas chicas pero-

Leah: Tienes celos -la interrumpió-

Max: Si -frunció el ceño confundida- ¿como sabes?

Leah: Se nota en la forma que me miras cuando hablo por teléfono -rio levemente-

Max: Ah -se sonrojó- Bueno el caso es que -habló para disimular su sonrojo- ¿con quien hablas? -pregunto-

Leah: Es una chica, Gabriela, ¿la recuerdas? Es la que me atendió cuando tuve el accidente -dijo-

Si la pelirroja antes tenía celos ahora hervía de ellos, ¿que hacía hablando con ella? ¿Cómo tiene su número? ¿Porque hablaría con ella? ¿Le gustará? Se quedó tan ida en sus pensamientos que no se dio cuenta cuando la castaña le hablaba

Leah: Linda -pasaba su mano por enfrente de su cara- Amor! -chasqueo los dedos haciendo que la pelirroja volviera a la realidad-

Max: ¿Te gusta? -pregunto repentinamente haciendo sorprender a leah aunque sinceramente la castaña esperaba esa pregunta-

Leah: No!, para nada -negó rápidamente- Solo me gustas tú, estoy enamorada de ti, solo tengo ojos y corazón para ti amor -dijo con una sonrisa mientras la miraba-

Max se sonrojó y agacho la cabeza con una sonrisa

Leah: no tengas celos, sabes que soy solo tuya y tú eres solo mía -dijo alzando la cabeza de la pelirroja con un dedo en su barbilla-

Max: Eso se escuchó bien -sonrió- muy bien -volvió a decir- eres mía -decía bajito- dilo otra vez -pidió-

Leah: Soy tuya -dijo-