2. Día de Afeitado

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Escena alternativa: En alguna parte al rededor del Capítulo 1 de Roomies.

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Billy se apresuró a subir los escalones de piedra de su casa, con la cabeza abajo y los hombros encorvados para protegerse de la fría lluvia. El metro se había averiado y tuvo que caminar cinco cuadras con ese horrible clima, estaba empapado, helado y todo lo que podía pensar era en una ducha caliente y acurrucarse en su cama para leer uno de sus cómics. Abrió la puerta con los dedos entumecidos y colgó su abrigo empapado en el gancho, sus zapatillas estaban arruinadas, subió las escaleras hasta la sala de estar, con los calcetines mojados chapoteando desagradablemente. La casa estaba inusualmente tranquila, pero recordó a su madre hablando de ir a algo después de la escuela con uno de sus hermanos pequeños, su padre estaba en una conferencia en el norte del estado y Tommy, bueno, quién sabía dónde estaba Tommy.


Agarró una barra de granola y se fue a su habitación. Encendió las luces, se quitó toda su ropa dejándola regada por todo el suelo de su habitación y se dirigió desnudo al baño. "¡Tommy! ¡Qué carajo!", gritó. Tommy estaba sentado desnudo junto al fregadero, sosteniendo unas tijeras en una mano y estirando un mechón de su vello púbico blanco en la otra.

"¡Billy! ¡No le grites a alguien que tiene unas tijeras y que está en medio de una operación delicada!", lo amonestó Tommy.

Billy cerró los ojos y respiró hondo, una técnica que su madre pensó que él usaría mucho desde que Tommy se mudó. Contó hasta tres, exhaló y abrió los ojos. Tommy lo miró expectante. "¿Qué estás... por qué Tommy, por qué?"

"Leí que se ve más grande si te afeitas. ¿Qué? ¡Deja de mirarme así! Lo leí en una de esas revistas de que están de moda"

"Le dije a Kate que mantuviera sus revistas alejadas de ti" gimió Billy.

"Ey, fue muy informativo. También aprendí que debería usar más ropa verde y me gusta el verde, así que claramente está bien. Además, no eran de Kate, lo leí mientras esperaba para que me corten el cabello", dijo Tommy moviendo su mano con las tijeras expresando lo que decía. "Y no pienso volver a esa peluquería", dijo viendo su cabello en el espejo.

"Tu nuevo corte es muy lindo", dijo Billy.

"Gracias sonrió Tommy. "Ahora volvamos a la operación delicada".

"¡Tommy! ¡No!"

"¡Tommy! ¡Sí!"

Tommy cortó el primer mechón que cayó suavemente al piso del baño, invisible contra el azulejo blanco.

"No te voy a llevar al hospital si te cortas", gimió Billy, pero agarró la papelera y la pateó debajo de las piernas de Tommy. "Date prisa, me estoy congelando y quiero darme una ducha".

"Creo que esto es algo que voy a hacer lentamente", dijo Tommy frunciendo el ceño con concentración, con la lengua saliendo por un lado de su boca. Cuidadosamente recortó su ya escaso vello púbico hasta que estuvo tan corto como pudo.

"Parece un erizo", resopló Billy ante el pelo de punta.

"Hora de la fase dos", dijo Tommy sin desanimarse. Levantó una maquinilla de afeitar y una lata de espuma de afeitar.

"Oh dios", gimió Billy e inconscientemente puso su mano en frente de su propia entrepierna.

Tommy se echó demasiada espuma en la mano, la enjabonó y se untó por toda la zona y luego se inclinó hacia delante con la navaja.

"¡Detente! Tonto, dame eso", dijo Billy arrebatándole la navaja. "Yo lo haré". Se movió para pararse entre las piernas de Tommy y envolvió su mano protectoramente alrededor del flácido miembro del otro chico.

"Eres el mejor", sonrió Tommy.

Billy suspiró y empujó el pecho de Tommy con el dorso de su mano "Recuéstate". Tommy lo hizo, apoyándose en el espejo y apoyando un pie en la pared del estrecho baño. Billy respiró hondo para calmarse y con cuidado arrastró la navaja a través de la espuma, la hoja estaba afilada, esta se abrió camino entre la espuma hasta que dejó al descubierto su piel suave y pálida. "¿Estás bien?"

"Sí, sigue".

Billy enjuagó la navaja en el fregadero y continuó, con movimientos lentos y suaves de la hoja. "¿Es mi imaginación o estás temblando un poco?", bromeó Billy.

"Estoy... un poco nervioso", admitió Tommy.

"Nunca te haría daño".

"Lo sé."

Billy terminó, limpió los últimos cabellos sueltos y luego enjuagó lo que quedaba de espuma. Le dio al pene de Tommy un ligero tirón y dio un paso atrás para admirar su trabajo. "No se ve más grande", dijo mirándose a sí mismo para comparar.

"Eso es porque no están en su máximo esplendor, ya sabes qué hacer", dijo Tommy. Se estiró y envolvió su mano alrededor del miembro de su hermano.

"Creo que tienes razón", estuvo de acuerdo Billy y con un escalofrío comenzó a hacerle lo mismo a Tommy.

"Siempre la tengo", gimió Tommy suavemente mientras se acariciaban hasta endurecerse. Apoyó su frente contra la de su hermano y ambos miraron hacia abajo para ver sus miembros endurecerse.

"¡Tiene que ser broma!", gritó Billy cuando estuvieron uno al lado del otro, duros como rocas. Tenían la misma longitud, pero con el afeitado de Tommy parecía más grande.

"Y dudaste de esa revista. ¡Qué vergüenza!"

"¿Tienes otra navaja?", Billy suspiró y alcanzó las tijeras. Pronto Billy estaba recortado y sentado mientras su hermano enjabonaba su entrepierna. Tommy fue sorprendentemente amable, incluso más lento que Billy, arrastrando la navaja en arcos largos y lentos.

Tommy limpió la espuma con una toalla "Y... ¡listo!" Ambos se pararon uno al lado del otro. "Gemelos otra vez", se rió Tommy. Miró a su hermano y frotó su pene contra la suave entrepierna de Billy. "¿Hacemos algo?", susurró.

"Sí", estuvo de acuerdo Billy y puso su cuerpo contra Tommy deslizándose para juntar ambos miembros. Las manos de Tommy fueron a su trasero y lo apretaron con fuerza, los labios en el cuello de Billy. Billy empujó su espalda contra las frías baldosas y balanceó sus caderas mientras su hermano lo masturbaba, su suave piel deslizándose hacia arriba y hacia abajo.

Tommy gimió contra el cuello de su hermano. Le encantaba esto y no tenía miedo de mostrar lo que quería. Tommy chupó el cuello del otro chico y movió sus caderas hacia atrás, una y otra vez hasta que sintió lo inevitable.

"Al mismo... Al mismo tiempo", jadeó Billy y empujó sus caderas rápidamente un par de veces. Gimió cuando sintió la salpicadura del semen de Tommy contra su mano, sobre su entrepierna y luego él también se vino con un estremecimiento. Siguieron acariciándose , su semen resbalaba sobre sus penes.

"Eso estuvo cool", dijo Tommy cuando finalmente se separaron, los pies descalzos salpicados de blanco. Billy le dedicó una tímida sonrisa, su habitual vergüenza post-orgasmo.

"Vamos, tomemos una ducha y luego te haré la cena", dijo Tommy tomando la mano de su hermano y llevándolo a la ducha.

What If...? (Roomies AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora