3 años después
Beomgyu caminaba hacia la escuela de su hermana, un poco apresurado porque quedaban cinco minutos para que Minjeong saliera y aún le faltaban varias calles.
Vestía un pantalón y chaleco de mezclilla junto a una playera blanca de manga larga.
Su cabello estaba rizado y de un bonito color café, sin dejar atrás sus labios que se veían rojos por el bálsamo que usaba.Beomgyu se había convertido en un chico muy lindo y vanidoso, sin embargo, no dejaba de ser amable con las demás personas, siempre tenia en mente como estaba hace unos años.
Suspiro aliviado al llegar a la escuela a tiempo, se recargó en la pared mientras saludaba a las profesoras que pasaban, todos lo conocían pues solía hacer donativos a la institución.
Minjeong se había recuperado bastante bien, ahora era una niña alegre y llena de energía, que estaba apunto de acabar el preescolar y entrar a la primaria.
Beomgyu había puesto una linda cafetería, estaba cerca de un campus universitario y de su departamento, tenía empleados que podían ayudarle y pronto abriría una nueva sucursal cerca de una zona de oficinas.
Ambos eran muy felices hasta ahora, sin embargo, Beomgyu sabía que vendría aquel demonio a cobrarle y no tendría escapatoria.
La campana de la institución lo sacó de sus pensamientos y rápidamente buscó su identificación para recoger a su hermana.
—Buenas tardes, Beomgyu —La pelirroja sonrió mientras saludaba. —Minjeong ya está guardando sus cosas.
—Gracias profesora —Beomgyu le extendió su identificación y esperó a que Sana corroborará los datos en su bitácora.
Enseguida una pequeña pelinegra salió corriendo y abrazó al castaño.
—Te extrañe mucho, hermano~ —Minjeong sonrió y le extendió un dibujo —Mira, lo hice para ti.
Beomgyu recibió el dibujo y sonrió mirándolo.
—Es muy lindo, cariño, lo pondré en mi oficina —El castaño beso la frente de la niña y firmo la hoja que la profesora le extendía.
—Muchas gracias, Beomgyu, nos vemos mañana.
—¡Nos vemos mañana, profesora! —Minjeong espero a que se agachara la mujer y beso su mejilla para despedirse.
Beomgyu se despidió con un apretón de manos y tome a Minjeong de la mano para salir de la escuela.
—Cariño, ¿que te parece si hoy pasamos por un helado? —El castaño sonrió mientras pasaban por el parque.
—¡Si Gyunnie! —Minjeong sonrió emocionada y siguió caminando junto a su hermano.
Un adorable chico peli negro tomaba ordenes y cobraba a todos los universitarios que pasaban para darse un respiro.
Sunoo suspiró y le dio el turno al último chico de la fila, por fin había terminado la hora más pesada del día.
Ahora se dedicaría a terminar su tarea de dibujo mientras seguía en la caja.De nuevo se escuchó la campana del lugar, dejó su cuaderno y un escalofrío lo recorrió cuando un hombre de traje negro y cabello perfectamente peinado entró al local.
Sunoo dejó su libreta a un lado y se preparó para recibirlo.
—Buenas tardes, bienvenido a Gyu's coffee, ¿Qué desea ordenar? —El menor sonrió mientras miraba a aquel hombre.
Yeonjun lo miro de arriba a abajo mientras lamía sus labios, seguramente ya tendría tiempo para molestar a ese chico, ahora necesitaba resolver un pendiente.
—Me temo que no vengo a ordenar, cariño. —Yeonjun sonrió, tratando de parecer amable —Buscó a tu jefe, ¿Se encuentra en su oficina?
—¡Oh!, lo siento mucho, en este momento no se encuentra pero puede esperarlo. —Sunoo sonrió y continuó hablando. —No debe tardar en llegar, mientras puedo ofrecerle algo de beber.
—Por supuesto, lindo —El mayor miro la carta y suspiro al ver bastantes bebidas dulces. —Solo dame un café americano.
—De acuerdo, ¿desea agregar algo más?
—Solo eso, cariño. —El mayor dio un guiño y fue a sentarse a una de las mesas.
Observó el lugar con atención, era colorido y estaba lleno de plantas, sonrió al saber que el chico encajaba perfectamente ahí y que seguramente ahora era muy feliz.
Lástima que esa tarde la vida de Beomgyu iba a dar un gran giro.
Diez minutos después lo vio entrar de la mano de una niña de cabello negro y corto, sin embargo, el que llamaba más la atención era sin duda el castaño que lucía increíble con ese pantalón acampanado demasiado ajustado que resaltaba sus bonitas piernas y ni hablar de su trasero que se veía tremendamente esponjoso.
Miro como la pequeña niña iba detrás del mostrador mientras su hermano mayor hablaba con el chico que anteriormente lo atendió.
Pronto su mirada y la del castaño chocaron, Yeonjun sonrió satisfecho al ver la cara de sorpresa del menor.
Lo vio acercarse y sentarse frente a él.
—Señor Choi, debo decir que su visita me sorprendió. —El castaño miró con recelo al mayor.
—¿Por qué te sorprendió?, si ya sabias en qué estabas metido. —Yeonjun terminó su café y lo miró fijamente. —Veo que te encuentras demasiado bien. —El pelinegro recorrió con la mirada al menor y sonrió.
Beomgyu se removió incómodo y carraspeó suavemente para hablar de nuevo.
—Ya tengo tu dinero, por favor acompáñame a mi oficina. —Beomgyu se levantó y caminó para guiar al mayor.
Yeonjun chiflo suavemente al ver un tatuaje de mariposa en la espalda baja del castaño, Beomgyu solo rodó los ojos y cuando llegaron al lugar acordado, cerró la puerta.
Yeonjun observó alrededor mientras el menor buscaba una tarjeta de crédito en su caja fuerte.
—Aquí tienes, tómala y déjame en paz a mi hermana y a mi.
El pelinegro sonrió mirando la tarjeta, la tomó y la guardo en su bolsillo.
—Eso fue muy fácil, cariño, no suelo dejar a mis víctimas así de simple.
Beomgyu sintió sus manos comenzar a sudar, tratando de mantenerse firme ante el hombre de traje.
—Creo que no quiero que me pagues de esta forma. —Yeonjun sonrió y enseguida sus ojos cambiaron a un rojo brillante.
Tal vez Beomgyu no se libraría tan fácil como creyó.
Muchas gracias por leer y por esperar 🫶🏻
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Devil Doesn't Bargain
Fanfiction¿Alguna vez has pensado en hacer un trato con un ser sobrenatural con tal de cambiar tu situación actual? Min Beomgyu jamás había pensado en eso, en realidad no pertenecía a ninguna religión. A sus 18 años tenía 3 trabajos diferentes para solventar...