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Desperté por el increóble aroma que inundaba la habitación y en mi mente se plasmaron recuerdos de la noche anterior. Recorrí la habitación con la mirada antes de salir de la cama, y localizé una bata blanca de seda, que seguramente Niall dejó para mí. La agarré y me la coloqué encima para tapar mi cuerpo desnudo. Sin conocer aquel lugar, simplemente dejé que mi sentido del olfato me guiara y perseguí aquel aroma que se había esparcido por toda la cabaña. Finalmente llegué a la cocina y ahí estaba él, de espaldas haciendo quién sabe que con la estufa. Caminé en puntillas hasta detrás de él para que no se de cuenta de que estaba ahí y darle un gran susto.

-_____- Alargó mi nombre más de lo normal.

-¡Hijo de puta! ¿Me vistes verdad? Sólo quería asustarte.- Le dije "enfadada".

Dejó de hacer lo que estaba haciendo y se acercó hasta donde yo estaba para darme un cálido beso de buenos días.

-Bueno pues tú amas a este "hijo de puta" y fue este "hijo de puta", quién te hizo retorcer de placer anoche.- Habló seductor repartiendo más besos.

-¿Qué cocinas amor?- Le pregunté cambiando de tema, y él se limitó a concentrarse totalmente en mí con una expresión de sorpresa en su cara.

-Vuelvelo a decirlo, por favor repítelo.- Pidió agarrando mis manos.

-¿El qué? ¿Amor?- Pregunté dudosa.

-¡Oh por Dios! Suena tan bien de tus labios.- Alabó glorioso.

- Eres un demente.- Dije entre risas, volviendo a tomar su rostro en mis manos.

-Desayunemos...hay tocino.- Sugirió.

- Yo quiero comer otra cosa.- Le dije al oído tratando de sonar sexy.

(--)

Estos días han sido de diversión y las noches de pasión en esta cabaña y todo parecía circular bien entre nosotros pero aún no formalizabamos. Todavía pienso cada día en mi familia y amigos. Quiero a Niall, en verdad lo hago. Aún siendo mi secuestrador, los sentimientos que siento hacía él solo aparecieron...de la nada. No he podido acostumbrarme llamar esto hogar, o al menos eso fue lo que me dijo Niall. Que empezara a acostumbrarme a todo esto, porque nunca me dejará ir.

-Amor vamos a la alberca, hace demasiado calor hoy.- Habló mientras terminaba de beber un vaso de agua bien frío.

- Está bien.- Respondí cabizbaja.

Apenas llegamos a la alberca, Niall se introdujo de una. Por mi parte, decidí recostarme en una hamaca que había ahí. No tenía ganas de absolutamente nada...solo de ver a mi familia y abrazarlos. 

Sin embargo no puedo hacerlo. Estoy aquí, secuestrada y enamorada de mi secuestrador.

-¡Métete al agua _____!- Gritó desde el agua.

Asentí con la mirada y me quité la ropa para quedar en bañador y caminar a la alberca. Niall soltó un chiflido cuando se giró para verme, tengo que admitir que hace eso muy seguido y siempre logra sonrojarme.

Me sumergí en el agua y por un momento sentí como todos mis problemas se desvanecían y solo sentía paz dentro de mi. Todo eso hasta que sentí unos fuertes brazos agarrándome de la cintura, sacándome a la superficie.

-¿QUÉ HACÍAS _____?¡POR EL AMOR A DIOS! ¿POR QUÉ LO HICISTE?- Me gritó histérico.


Sindrome De Estocolmo// Niall Horan  (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora