Prólogo - Cuento de hadas de mierda

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Permítanme ser cursi y cliché por un momento, después de todo es así como mi vida cambio para peor. Así que empezaré con un Había una vez, porque así es como todas las historias comienzan, ¿verdad? Misma línea de apertura, misma mierda. Y sí, voy a maldecir así porque odio mi vida y cada vez que miro hacia atrás, maldigo ese preciso momento.

Así que, había una vez, cuando yo era feliz, tenía sueños y una hermosa familia... Sí, tenía. También tenía una amorosa madre que solía leerme cuentos de hadas y decir que algún día encontraría a mi propio Príncipe Encantador, alguien que me amaría y atesoraría como mi padre a ella. Y yo le creía, quería ser una princesa, tener un castillo y encontrar a mi propio príncipe encantador montando su caballo blanco. Aunque si tenía un unicornio, sería aún mejor.

Ella era asombrosa, una de esas mujeres que hay que mirar hacia arriba. Y sí, era porque cuando yo tenía seis, murió. Un día se desmayó en la cocina y cuando fuimos al médico le dijeron que tenía leucemia y que sólo le quedaban meses de vida. ¿Ven? Cliché. Luego de un par de meses, la perdí, no sin antes prometerle que iba a ser feliz, y que si algún día Papá encontraba otra mujer, la aceptaría y amaría como a una segunda madre, porque aunque ella se tuviera que ir, siempre estaría cuidando de mi.

Le prometí que no me opondría a la felicidad de Papá, y no lo hice. Cuando conoció a Rhonda dos años después, la acepté. Acepté a esa mujer y sus dos hijas gemelas. Su esposo las había abandonado un par de años antes y, siendo la pequeña niña que era, nunca pregunté el por qué. Ahora entiendo al hombre. Muy astuto.

Rhonda es la mujer más horrenda del mundo. Ella era todo amabilidad y amor cuando se casó con Papá, ella y sus hijas me trataban bien y parecía que éramos una familia feliz. Yo creía que éramos una familia feliz.

En ese momento, Papá empezó su negocio: un centro de retiro para toda esa gente que necesitaba escapar de la caótica vida de Inglaterra. Al comienzo sólo teníamos gente de Londres, pero con el pasar de los años, más clientes vinieron y el negocio fue un completo éxito.

Y eso, fue lo que condenó a mi familia.

Un día, cuando sólo tenía doce, Papá fue a reunirse con algunos inversores, pero nunca volvió. La policía nos dijo más tarde esa misma noche que Papá ni siquiera llegó a la reunión. Un accidente nos dijeron.

Ese día no sólo perdí a mi padre; también perdí mi vida. Todos mis sueños, mi libertad, mi felicidad, porque en el momento que Rhonda se dio cuenta que era la dueña del negocio de Papá -yo aún era menor de edad- y que yo estaba su bajo su responsabilidad, decidió 'darme un buen uso'; significado de ser su sirvienta.

Desde ese día en adelante, ella y mis dos hermanastras dejaron de tratarme como parte de la familia, y empezaron a tratarme como basura. Mientras que todos a mi alrededor se quejaban de la escuela y ser impopular, a mi me encantaba. Era el único lugar dónde estaba a salvo de Rhonda y podía ser una niña de nuevo.

Ahora tengo diecisiete -pronto cumpliré los dieciocho, recuérdalo. Aún estoy bajo el cuidado de Rhonda, aún estoy legalmente, bajo su responsabilidad, aún soy tratada como basura. Estoy obligada a trabajar para ella en el negocio de Papá a menos que quiera que cambie la voluntad de mi Padre y me deje fuera de cualquier beneficio que pueda utilizar para la Universidad. Oh, estoy contando los días que faltan para decir adiós a este lugar. No me importa si pierdo el negocio de Papá, después de todo ella ya lo destruyó. Sólo quiero estar libre de esa bruja.

El negocio de Papá... Lo que alguna vez fue algo para ayudar a las personas, ahora se ha convertido en un infierno para mi. Rhonda se ha asegurado que ahora sólo gente famosa venga a descansar y escapar de su vida pública. El negocio de Papá ahora es un secreto entre celebridades que vienen aquí todo el tiempo, escondiéndose del mundo. Recibimos gente de todo el mundo y yo los odio a todos. Detesto sus superficiales formas de ser y sus odiosas personalidades. Son todos iguales. Sin excepción. Los odio a todos. Incluso a Angelina Jolie y Brad Pitt con sus hijos adoptados. Incluso a Zac Efron con ese cuerpo destinado a hacer babear a cualquier mujer. Los odio porque Rhonda adora a cada uno de ellos.

Para que veas, mi vida es un cliché. Gracias a la lectura de cuentos de hadas, mi vida se convirtió en uno sangriento. Malvada madrastra, horrendas hermanastras, huérfana, viviendo un infierno... Pero, hey, ¡hay una diferencia! Después de todo, mi vida no está escrita por los Hermanos Grimm. Hay un hecho crucial que la diferencia de cualquier cuento de hada que puedas leer, y es que esta vez no hay Príncipe Encantador. Ese hijo de puta, si existiera, debe estar en alguna discoteca, conociendo a un montón de Barbies descerebradas y teniendo el mejor momento de su vida, muy ocupado como para salvar a una pobre y miserable don nadie.

Oh, ¿estoy siendo muy amargada? ¿Muy dramática? Bueno, trata de lidiar con Rhonda y sus monstruos –digo, hijas–, por cinco años, siendo tratada como basura y luego dime amargada y que debería ver el lado positivo de la vida. El único lado positivo de mi vida es que dejare este lugar cuando el verano termine.

Tres meses, puedo soportar tres meses, ¿verdad?

Oh, espera. ¡Ni siquiera me he presentado! Ya conoces mi vida, pero aún no sabes quién soy. Perdona mis modales. Soy Arabella Drennan, y como puedes ver, soy casi Cenicienta, pero puedes llamarme Ella.

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Hola! Me llamo Pia y empezaré a traducir esta historia de BelWatson, ya hablé con ella y me dio todos sus permisos, así que espero que disfruten mi traducción; si quieren una dedicatoria sólo pídanla en los comentarios.

Besos xx

Call me Ella (ft. Niall Horan) [Traducida]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora