My History (Novela de Michael Jackson)

Capitulo 18

James y yo estábamos sentados en la limosina, observando lo grande que esta era, no lo podíamos creer.

- Les gusta nuestra limosina, ¿verdad niños? -Preguntó Richard.

- Si -Dijimos al unísono, lo que hizo que ambos rieran.

- Bueno, pequeños ¿Cómo se llaman? -Preguntó Scarlette.

- Mi nombre es James -.

- Mi nombre es...- No, no quería seguir con ese nombre, ese nombre que marcó tantas cosas horribles en mi vida. Si voy a vivir de nuevo, prefiero olvidar todo - Angel -.

Al decir esto me di cuenta que James me observaba con su típica cara de "Me debes una respuesta" con mi cabeza le dije que si.

- ¿Angel?, vaya, lindo nombre y te queda muy bien -Dijo Richard dedicándome una sonrisa.

- Gracias -Respondí sonrojada.

- Bueno pequeños desde ahora en adelante ustedes serán : James y Ángel Muller Britt -Dijo Scarlette.

- ¿Muller Britt? -Preguntó James.

- Muller es el apellido de Richard y Britt es mi apellido -Nos informó.

- ¿Nosotros también, llevaremos sus apellidos? -Pregunté.

- Por supuesto, ahora son parte de nuestra familia y como tal ustedes deben llevar nuestros apellidos -Dijo Richard.

- OK -Dije feliz.

No se cuando tiempo ah pasado desde que nos subimos aquí, pero lo único que sé es que cada vez me siento más ansiosa por llegar a nuestro nuevo hogar.

La limosina se detuvo, un hombre con traje nos abrió la puerta.

- Bienvenidos a casa Sr. Y Sra. Muller -Dijo aquel hombre.

- Gracias Luis -Dijo Scarlette.

- Niños el es Luis, su guardaespaldas -Dijo Richard.

- ¿Guardaespaldas? -Preguntó James.

- Oh, bueno eso significa que él los va a cuidar, ayudar en sus labores y también será su Chófer -Dijo Scarlette sonriendo.

- Así es, es un gusto conocerlos pequeños -Dijo Luis bajando hasta nuestra estatura.

- Soy James -Dijo extendiendo su mano.

- Un gusto, señor James -Dijo Luis .

- Un gusto conocerlo Señor Luis, soy Angel -Dije sonriendo.

- Igualmente Señorita Angel -Dijo Luis levantándose.

- Niños vengan, es momento que conozcan nuestra casa -Dijo Richard.

Nos acercamos a ellos y no pude dejar escapar un "Woooooow" al ver el gigantesco castillo que ellos llamaban casa.

- Esto es, es un castillo -Dije emocionada.

- Si que lo es -Habló James casi sin poder creerlo.

Scarlette y Richard dejaron escapar una risa.

- ¿Qué les parece conocerlo de cerca? -Preguntó Richard.

- Si -Dijimos emocionados.

Al entrar lo primero que vimos fue un gran salón, luminoso, lleno de hermosos ventanales; al otro lado estaba una gran habitacion sin puerta que era la cocina, llena de frascos con diferentes tipos de galletas.
Otra habitación, más lejana habían cientos de instrumentos, pero el que más se dejaba ver era un piano.

James y yo corrimos hacia el y comenzamos a tocar las teclas una a una, pero luego de un momento decidí ver los demás instrumentos que estaban alrededor.

- Te gusta tocar el piano, ¿Verdad James? -Dijo Scarlette sentándose junto a él.

- Si, me encanta -Respondió James aún tocando las teclas.

- Bueno, si quieres yo te puedo enseñar -Dijo ella.

- ¿Enserio? -Ella asintió con la cabeza - Gracias -Dijo abrazándola.

- No hay de que James -Respondió Scarlette.

- Y tu, pequeña ¿Hay algún instrumento que quieras aprender a tocar? -Preguntó Richard acercándoce a mi.

Al decir aquellas palabras un recuerdo vino a mi mente...

~ Flash back ~

Estábamos sentados todos juntos hablando de cosas sin sentido cuando mamá me dirije la palabra.

- Tesoro, ¿Me puedes prometer algo? -Me abrazó, yo no entendía nada.

- Claro mamá, ¿qué cosa? -Me acurruco en ella.

- Prometeme que cuando seas mayor tocaras el violín -Dijo sonriendome.

- ¿Por qué un violín? -Dije sonriendo también.

- Porque a tu madre le gusta, cuando lo escuches se que a ti también te encantará su sonido, es un sonido de armonía del que te enamorarás completamente -Dió un suspiro - ¿Me lo prometes? -.

La miré a los ojos.

- Claro mamá -Ella sonrió.

- Esa es mi hija -

~ Fin del Flash Back ~

- Quiero aprender a tocar el violín -Dije intentando no llorar.

Scarlette y Richard se miraron sonriendo.

- Pero mira tu que coincidencia -Me acarició el cabello - Yo se tocar perfectamente el violín - Comenzó a reír.

Yo lo miré llena de emoción.

- ¿Me enseñarás? -Pregunté ansiosa.

- Por supuesto -No espere más y lo abracé con todas mis fuerzas diciendo mil gracias.

Esa fue mi promesa con mamá y la cumpliría cueste lo que cueste...