Capítulo 4.

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Varios días habían pasado de aquel desastre que se había formado.

Alicia se encerró en su galería, en trabajar mucho, no paraba; su vida se había vuelto monótona solo pasaba de la casa al trabajo y del trabajo a la casa, muchas veces intento llamar a Santiago pero era inútil este no le contestaba, con su mejor amiga ni un mensaje de buenos días y Cristobal tampoco le dirigía la palabra.

Julia por su parte en casa, con una relación con Matias muy mal, el joven se volvió rebelde, no le hacía caso a su mamá y su rendimiento académico había decaído mucho. Julia había abandonado hasta los preparativos para inaugurar la estética; por más enemistades que tuviera en ese momento con Alicia, sentía que la extrañaba, un abrazo, un consejo o simplemente pasar una tarde juntas.

Cristobal trataba de acercarse a Matias para hablar, pero era imposible, no se dejaba, estaba a cargo solo de la clínica y sentía que colapsaba, que ya no daba para más, extrañaba a su amigo.

Santiago era el que peor la estaba pasando de los cuatro, no iba a la clínica, estaba en un descuido total, no le contestaba llamadas a nadie, no tenían ni idea dónde estaba metido, con quien tenia medio comunicación era con su hijo a quien a ratos le contestaba los mensajes que este le enviaba, tomaba prácticamente todos los días. Estaba con el corazón destrozado.

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............. En la galería ................

Alicia se encontraba trabajando como de costumbre en la galería, muy concentrada, y de repente recibe una inesperada visita.

- Hola Alice.
- Cris, ¿que haces acá?
- Necesitaba a mi amiga, ¿Se puede? Le dice mientras extiende sus manos para que le dé un abrazo.

Alicia no dudo ni un segundo en abrazar a su amigo, de todos la que siempre buscaba el bienestar de quienes consideraba su familia era ella, por eso todo esto le afectaba, se sentía culpable y sentir el abrazo de uno de ellos la reconfortaba y por lo menos la hacia sentirse un poco más calmada.

- Cris gracias por estar aquí.
- Necesitaba un tiempo pero ya extrañaba a mi hermana.
- Oye perdón, dice Alicia mientras Cristobal interrumpe.
- Shuuu.. silencio ya no digas nada.
- No de verdad déjame hablar, quiero desahogarme.
- Esta bien, conociéndote como te conozco, creo que no te detendré ¿cierto?
- Exactamente. Cris perdón,  se que cometí un error, pero de verdad en ese momento pensé que era lo mejor, justo todo esto quería evitar, que todos terminaramos mal, pero creo que fue peor el remedio que la enfermedad.
- Ya Alice, ya paso. Creo que todos cometimos errores, pero toca seguir adelante y olvidar. Simplemente enfoquemonos en lo que realmente importa y dejemos todo esto atrás.
- Gracias, ven acá te quiero, le dice mientras le da un abrazo.
- ¿Has hablado con July? Pregunta Cristobal.
- No, nada. He intentado llamarla pero no contesta y tampoco quiero agobiarla.
- A mi no me deja ni conversar con ella, y las veces que voy a intentar hablar con Matias todo termina mal. Solo se que te necesita. Tu eres más que su amiga, su hermana y estoy seguro que te necesita.
Sigue intentando, a lo mejor y en algún momento te devuelve esa llamada.
- Nose Cris, nose si sea buena idea.
- Te lo estoy diciendo yo, July te necesita.
- Al rato le vuelvo a marcar y a enviar un mensaje a mi también me hace falta de verdad. Oye!!!! ¿te puedo hacer una pregunta?
- Claro Alice
-  ¿y Santi?
- De él no se nada, no me contesta no me atiende llamadas, nada. Con el único que se ha comunicado es con Matias pero no le dice donde está.
- Ay no Cris. Me siento tan culpable. Pobre Santi.
- Ey mírame, tarde o temprano todo esto iba a pasar. Ya pasó ahora hay que esperar que él baje un poco la guardia y ya. Pero va a estar bien te lo prometo. Le dice mientras la abraza para que se calme.

Alicia y Santiago, un final Feliz 🤍Donde viven las historias. Descúbrelo ahora