Without Scape ©[Editando]

El comienzo

Berna, Suiza.

Acaricio el reposabazo de mi sillón, el cuero se siente rústico bajo la llema de mis dedos y el frío de mi oficina  me invita a cerrar los ojos, como si quisiera hundirme en un sueño profundo.

Soy obediente a su invitación y me dejo caer sobre el espaldar.

Una pieza de Erik Satie inunda mis oídos trayendo consigo la bella imagen de mi Elise.

Tierna, indomable, inteligente y fugaz.

Así la sentí, así la atesoré y lo seguiré haciendo hasta que vuelva a mí o mejor, hasta que la traiga a mis brazos de nuevo. De donde nunca tuvo que salir.

De donde su padre nunca la tuvo que arrancar.

Ella era mi consolación.

Mi todo.

El sonido de la puerta abriéndose me saca de la profundidad de mis pensamientos. Los abro con parsimonia esperando la presencia de quien ha llegado.

Reconozco el pausado sonido de las botas sobre el piso de mármol de mi oficina.

—  Vallejo—. Gutierrez, mi hombre de confianza.

Acaricia su barba grisácea con una sonrisa casi ausente, señal de resultados positivos.

— Cuéntame, ¿ya la tienen?—.

— Claro que sí—. Me levanto del sillón para ir por dos bebidas, por fin buenas noticias y esta lo amerita.

Sonrio al vaciar el vaso completo y sentir el líquido quemar por mi garganta.

Bingo.