Siempre el mismo día || Minsung

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[15 julio 1994]

- Gracias por vernos y sintonicen la siguiente semana, hasta pronto - escupió sus líneas.

Minho aún presentaba programas, no era su mayor sueño pero era lo que sabía hacer y le daba de comer.

Hoy iba de camino a casa de sus padres a visitar a su madre; fue diagnosticada con cáncer unos pocos meses antes y solía visitarla para ver su avance, era muy difícil verla así; palida, triste, tan delgada, con una pañoleta cubriendo su cabeza dónde antes solía haber una larga y brillante melena castaña, con círculos oscuros debajo de sus hermosos ojos marrones que cada día lucían más cansados y apagados. Era algo que no soportaba ver, no sobrio al menos, por lo que hizo una parada técnica en un bar antes de llegar con su familia.

- Minho ¿Que te pasa? ¿Cómo se te ocurre venir en ese estado?

- Lindo verte también Seungmin.

- A tu madre no le gustará verte así.

- Estoy bien, no sé de qué hablas.

Ignorando la mirada asesina de su padre se abrió camino a la habitación de su madre.

- Madre.

- Min, hola - abrazó a su hijo - ¿Porque vienes tan sudoroso?

- No es sudor, es lluvia.

- No está lloviendo Minho.

- Da igual, te traje este regalo - le entregó una caja forrada con un hermoso papel en colores pastel y un listón.

- Que lindo ¿De quién es? Los tuyos apenas y vienen en bolsa.

- Es de Jisung, lo ví la semana pasada.

- El adorable Jisung ¿Cómo está?

- Mejor, ya renunció al fin a su trabajo de restaurante y está estudiando, quiere ser maestro.

- Me alegro tanto por él ¿Tú también estás bien? ¿Eres feliz?

- Me va bien.

- No es lo que pregunté.

- Tengo todo lo que necesito, es lo importante ¿Has visto el programa?

- Arg, si, no entiendo por qué humillas a la gente y hablas con ese acento tan horrible

- A la gente le gusta - dijo tomando un sorbo de una bebida.

- Es irritante. Cambiando de tema, estaba pensando en que podrías quedarte a cenar y así obligar a tu padre a que cocine algo.

- Me encantaría pero tendrá que ser otro día, tengo... que hacer unas cosas importantes.

- ¿Seguir bebiendo?

- Este es mi primer trago, mamá. Tengo que hacer algo del programa - levanto la vista a su madre y la observó sobando su frente, sudando y más pálida de lo "normal" - Puedo posponer todo y quedarme contigo un rato mientras duermes ¿Te parece?

Cuando su madre asintió, se levantó, la tomó en sus brazos, sencillo ya que era muy ligera, y la subió hasta su habitación donde la mimo hasta que se quedó dormida.

- No tienes derecho a quitarme el auto - se quejó.

- Estás ebrio

- Estoy lo suficientemente conciente para manejar a mi propia casa.

- Escúchame bien, Minho, si vuelves a aparecer en la casa así, te voy a sacar a patadas. No voy a permitir que tu madre te vea así, no lo sabes porque nunca piensas en los demás pero le duele verte así porque te adora. Te voy a llevar a tu casa y cuando estés sobrio y pienses en las personas que te quieren puedes volver por tu auto.