Capítulo Unico.

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Sentía que estaba ardiendo

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Sentía que estaba ardiendo.

En el fondo de su aturdida mente, Will Graham se preguntaba si había muerto y su destino final había sido el infierno. Parecía ser la opción más lógica, no había forma de que un cuerpo vivo pudiera soportar tanta cantidad de calor y dolor sin morir de un ataque cardiaco.

Pero la había, en realidad estaba en su naturaleza omega ser tan resistente al dolor como era posible. O al menos eso decían los estudios de expertos en biología ABO (Alfa-Beta-Omega).

Si bien los Alfas eran considerados protectores y guardianes, no había seres más resistentes a grandes cantidades de dolor que los omegas, su anatomía diseñada para soportar toda clase de tortura. Tanto así, que la escala EVA usada para evaluar el dolor del 1-10 en pacientes Alfas y Betas, se extendía hasta 25 en pacientes omega.

Así que de manera racional sabía que no estaba muerto y en el infierno, él lo sabía. Eso no hizo que sea más reconfortante la quemazón seguida de espasmos en la parte baja de su vientre. Su celo estaba cerca, a tan solo 24 horas, y aún así, ya quería salirse de su piel y arrastrarse.

Una parte de Will pensó que era justo - la parte más estupida - merecía ese dolor, merecía sufrir, eso era lo que obtenía por haber matado a su compañero, eso era lo que obtenía por ser un traidor.

Will volvió a temblar en su cama, retorciéndose hacia el cajón para buscar supresores del dolor. Había tomado dos dosis hace tan solo una hora, pero estaba bien, quizás sufriría una sobredosis y moriría. La idea era tan tentadora que estaba salivando por ella, no podía aguantar más de esto.

Solo pensar en tener que pasar por esa situación cada 6 meses por los próximos 3 años, lo hacía querer acurrucarse en un ovillo y llorar.

La vida era tan malditamente injusta, nada de eso tenía que estar pasando, nunca quiso nada de eso. Él sólo quería estar en casa con sus perros, ir a dar sus clases y pescar los fines de semana, una vida en paz. Pero por supuesto Will nunca obtenía lo que quería, la vida constantemente le recordaba que no tenía derecho a ser feliz.

Ese recordatorio, se marcó aún más hace 2 años, cuando tuvo la desgracia de cruzarse con el lunático Matthew Brown.

Matthew era un ayudante de profesor en la universidad en la que Will daba clases, Apenas sus miradas se cruzaron, sabía que traería problemas, así que hizo lo mejor que pudo: evitarlo. Aún así no funcionó, Matthew lo acosaba todos los días y para desgracia de Will, un martes por la tarde al finalizar su ultima clase, el lunático entró en su salón vacío y los encerró juntos. Para cuando sintió el cosquilleo en su nuca y el aroma fuerte y masculino de Matthew, ya era muy tarde, pues el Alfa se había dado cuenta de que eran compatibles.

Will había sabido de su compatibilidad feromonal desde el día uno, por ello había usado más bloqueador de aroma en si mismo a diario, y también se alejaba lo mas posible de Brown. El problema es que, a diferencia de la creencia popular, la compatibilidad en feromonas no era suficiente para querer a una persona, o al menos eso creía Will. Claro que no era una idea popular entre alfas y omegas. Su sociedad tenía demasiado romantizada la idea de que las feromonas sabían lo que era mejor para cada uno. Bueno, en lo que respectaba a Will, eso era pura mierda.

ASDOEP [HANNIGRAM// CORTO// OMEGAVERSE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora