¿Estás Conmigo? - Touya x TN

Capitulo 2

Amigo de la escuela

- ¿Y entonces ya sabes que quieres hacer? - miraste al chico de ojos cansados y pelo desordenado.
- Claro, entraré a la agencia de Eraser Head para ser un gran héroe - dijo con su tono neutral aunque en sus ojos morados mostraba cierta emoción.
- ¿Y tú? ¿Ya sabes en donde aplicar tu pasantía? - te miro con curiosidad, ya que él sabe que solo te habías metido a la u.a por tus padres. No deseabas ser una heroína. Pero viste que estudiar en la u.a te serviría para saber defenderte y actuar cuando es debido.
- Pues creó que la haré con el héroe profesional de artes marciales Gunhead. Creo tener control sobre mi don, así que me gustaría enfocarme en saber defenderme en un combate cuerpo a cuerpo.
- Me parece bien - dicho esto fueron a entregar sus hojas a su profesor y seguidamente fueron a casa. Tus padres ya conocían a shinso. Al principio les daba miedo por su don y un poco por su apariencia, pero al llevarlo constantemente a tu casa les empezó a agradar.
- Oye, por cierto, ¿Por qué no aplicaste para Endeavor?, Hubieras tenido oportunidad de ver a Touya - te miró y empezó a molestarte con su codo.
- Deja de molestarme con eso hito - un sonrojo adorno tus mejillas. Tu amigo sabía sobre tus sentimientos hacia el mayor y en ocasiones disfruta de molestarte con eso.
- No aplique con endeavor porque me da miedo. Es demasiado serío - comentaste para que te dejara de molestar, pero no fue suficiente.
- Pero hay una posibilidad de que Endeavor hubiera puesto a Blue flame a tu cuidado - suspiraste rendida. Sabías que Hitoshi no te iba a dejar de molestar.
- Además no me concentraría en mis pasantías si Touya esta ahí.
- ¿Qué pasa, Tsu?, Tienes cara de querer decir algo.
- Si, hay algo que quiero decirte, pero se muy bien que me vas a molestar - comentaste - no tengo a quién decírselo así que... - shinso te interrumpió.
- Si, si, omite el intro y ya dime - ese comentario te hizo reír. Sabías que a shinso le gustaba el chisme, pero no que fuera desesperado por saberlo.
- Mis padres me comprometieron con Touya - dicho esto te comenzó zangolotear.
- ¿Cómo que te comprometieron?, ¿Por qué no me habías dicho?
- si me dejas de zangolotear te dire todo - dicho esto dejo de zangolotearte.
- Gracias, que amable. Apenas me lo dijeron ayer. Aún no sé por qué me comprometieron, pero me asusta.
-¿Por qué? Creí que tener algo con él te gustaría - comentó ya que se le hizo lógico que si tienes la oportunidad de tener una relación con el que te gusta, lo normal es estar feliz.
- Es que me asusta que si algo llega a salir mal en la relación nuestra amistad se arruine - explicaste tu preocupación y la expresión de shinso cambio y entendido tu preocupación.
- Ya veo.
- Bueno, ya llegamos, ¿Gustas pasar algo de tomar?
- No, gracias, ya me voy, nos vemos mañana en la escuela - se despidió de tí y se fue a casa. Al perderlo de vista entraste a casa y fuiste a tu habitación. Te cambiaste y saliste a tu balcón a mirar el cielo de la tarde. Te hubieras quedado más tiempo de no ser que tu teléfono sonó, así que fuiste a contestar, llevándote la sorpresa de quién te llamaba no era nadie más que Touya. No lo dudaste y contestaste.
- Hola, Touya, ¿Qué pasó? - los nervios entraron en tí. No era la primera vez que te marcaba, pero nunca se te quitaban cuando se trataba de él.
- Hola, Tsu, ¿Cómo te fue en la escuela? - preguntó tras el teléfono. En realidad no quería hablar sobre la escuela, pero quería saber sino estabas agobiada o estresada. De lo que él quería hablar era sobre el compromiso.
- Bien, gracias, ¿Cómo te fue en el patrullaje? ¿No estuvo pesado?
- Que bueno, me fue bien, la verdad estuvo aburrido, aunque me alegra que no haya aparecido ningún villano.
- Ah qué bien, ¿Y a qué se debe tú inesperada llamada? - te daba curiosidad el saber por qué te había llamado. Aunque desearías haber cerrado la boca.
- Pues, me gustaría hablar sobre el compromiso - tu corazón se aceleró y a tu mente llegaron miles de preguntas. ¿De que quería hablar?, ¿Le gustabas?, ¿No quería casarse contigo?, ¿Ya tenía a alguien más?
- ¿Tsu?, ¿Estas ahí? - en eso regresaste de tu trance.
- S-si, lo siento.
- No te preocupes, esta todo bien, - sonrió - verás, me tomo por sorpresa el compromiso, jamás pensé que mi padre pensará comprometerme con mi mejor amiga - al escuchar la palabra amiga, todas tus esperanzas de que te viera como algo más se esfumaron.
- lo sé, es una locura, casarme a los dieciocho años es algo que nunca espere - comentaste y te acostaste en la cama. Te quedaste mirando el techo esperando que más tenía por decirte.
- Si, pero hay algo que me gustaría saber y preguntarte, pero si no quieres contestar puedes no hacerlo - comentó - aunque me gustaría que lo hicieras - susurró, aunque si habías alcanzado a escucharlo.
- Claro, ¿Qué sucede? - preguntaste y te sentaste en la cama. Una parte de tí quería saber, pero a la otra le aterraba. Por lo que tú corazón latía con fuerza y tus mejillas se adornaron con un rojo claro.
- ¿Tú que opinas sobre el compromiso?, Es decir, ¿Para tí es un matrimonio forzado? - se quedó callado con el corazón acelerado, mejillas rojas y una mano sujetando su playera azul cielo.
Tu corazón se aceleró, querías contestar, pero querías organizar tus palabras.
- Y-yo, Touya - aclaraste la garganta - para mí no es un matrimonio forzado, Touya, ¿Crees que nos podamos ver? - respondiste. Pensabas decirle que te gustaba, pero pensaste que era mejor decírselo en persona. Aunque si el aceptaba tendrías una batalla. La cual no sabías si ganarías. Tus nervios contra tí.
- Claro, ¿En donde nos vemos? - respondió.
Sonreíste - en el parque. En el parque donde solíamos jugar.
- Ahí te veo, nos vemos Tsu - respondió.
- Ahí nos vemos - respondiste y colgaste.
Te levantaste de la cama y te pusiste una chamarra, tus zapatos y saliste al lugar de encuentro. Al llegar viste que Touya aún no había llegado. Lo que aprovechaste y te sentaste en uno de los columpios. Al estar ahí te mentalizabas y te repetías que no te pusieras nerviosa. Lo que fue completamente imposible. Tu mente creaba la escena donde le confesabas a Touya que te gustaba. Ante este pensamiento cerraste tu mano y agitaste tu cabeza para borrar ese pensamiento, lo que claramente no funcionó.
- Tsu, ya llegué - corrió hacia y te abrazo.
- Hola, Touya - respondiste a su abrazo. Tu corazón latió más fuerte y tus nervios aumentaron. Al separarse se sentó en el otro columpio.
- oye, ¿Y que querías decirme? - te miro con curiosidad. En lo que tú te peleabas contigo misma para ver cómo se lo dirías.
- Verás, Touya, desde que éramos niños me comenzaste a gustar. El compromiso también me tomo por sorpresa. Por una parte me alegra y me gusta, pero por otra parte me aterra y me asusta - confesaste sintiéndote aliviada de que tú confesión saliera a la luz.
- ¿Y por qué te aterra eso? - preguntó.
- Porque... Porque en el caso de que también sientas lo mismo, y tengamos una relación, aterra y asusta que algo salga mal o haya un mal entendido y nuestra amistad se vea afectada y se arruine - comentaste abrazándote a tí misma - no quiero que nuestra amistad se arruine. No quiero que dejemos de hablar.
Touya sonrió. Se levantó y se acercó a tí y te hizo levantarte para abrazarte.
- ¿Por qué supones que me gustas? - susurró en tu oído a lo que te sorprendiste e impactaste. ¿Acaso Touya no siente lo mismo que tú?, Te separaste del abrazo pero Touya te volvió a acercar pero está vez para besarte.
Un beso tranquilo, pero apasionado que torpemente respondiste.
- Pues suposiste bien - te volvió a besar.
Aquel miedo ocasionado por el pensamiento de que no sentía lo mismo se esfumó y te dejaste llevar por el momento. Momento que fue interrumpido por la falta de aire.
Al separarse te acorrucaste en su pecho, sentiste y escuchaste su corazón acelerado chocando contra su pecho.
- Me gustas Tsu. No debes de temer por arruinar nuestra amistad, porque yo no lo voy a permitir, pase lo que pase - te abrazo.
- ¿Lo prometes? - lo miraste con cierta inseguridad.
- Lo prometo. Yo me voy a asegurar de eso - sonrió.
Aquella inseguridad se marchó.
Tras lo sucedido Touya te llevo a casa. Te despediste de él y al ver que aquel chico albino despareció de tu vista, fuiste a tu habitación y te acostaste en tu cama. Mirabas el techo, mientras tú mente revivía tu primer beso. Una sonrisa escapó de tu boca y una de tus manos tocó ligeramente tus labios sintiendo aún el tacto de sus labios sobre los tuyos.
No supiste en que momento caíste dormida. A lo que no escuchaste tu teléfono vibrar por un mensaje

Touya
Valió completamente la pena
verte.
Nos dimos nuestro primer
beso... Me encantaría
volver a verte para
repetirlo ❤️😉