Punto de quiebre.

1K 80 26
                                    

Los pequeños mellizos eran inseparables, a dónde quiera que fuera Azulin, Gordi iría tras de él y viceversa. Estaban juntos en todo: dormían juntos, se bañaban juntos, comían juntos; no iban al baño juntos solo por qué no tenían otro inodoro para compartir, pero definitivamente se hacían compañía cada que podían.

La pequeña familia de Azulin y Gordi era muy conocida dentro del pequeño pueblito en el que vivían y todos en el vecindario estaban maravillados con los hermosos hermanitos mellizos, que además de ser los oseznos más amorositos y lindos de todo el pueblo, eran tan unidos que era impensable para muchos imaginarlos siquiera separados.

Azulin amaba mucho a su hermana, era su mejor amiga y junto a su madre y padre, era su más grande adoración.

-Oye Gordi. -Dijo un pequeño Azulin de cuatro años, con una voz infantil mientras tomaba a su hermana de las manos.

- ¿Que paso hermanito?. -Respondio Gordi mirándole con mucha atención y cariño, haciendo sentir a Azulin nervioso, pues sus hermosos ojos rosas y sus largas pestañas de sombrilla siempre lo ponían de esa manera aunque no supiera el por qué de ello.

-Cuando seamos grandes, vamos a casarnos y así podremos estar juntos por siempre. -Respondió con completa seguridad y los ojitos brillantes del entusiasmo.

Gordi lo miro confundido y después comenzó a reír con completa inocencia y ternura, confundiendo a su hermano por esa reacción creyendo que se burlaba de él por su propuesta. -Tontito, no podemos casarnos, somos hermanos. -Respondío la pequeña con una sonrisa risueña.

El pequeño de pelaje celeste hizo un puchero y comenzó a gimotear a punto de llorar. Gordi se alarmó al verlo reaccionar así.

-Buaaah, Buaaaah. -Lloró el pequeño celeste. -Pero yo me quiero casar contigo Gordi, yo quiero que vivamos siempre juntos, así como mamá y papá Buaaaah. -Comentó sollozando, con los moquitos escurriendosele por la narizilla y las lágrimas cayendo hasta su barbilla.

Gordi quería llorar al ver a su querido hermanito así, rápidamente se acercó a él y lo abrazo, logrando sorprender al pequeño quién comenzó a calmarse un poco.

-Hermanito no podemos casarnos. -Apretó un poco más su abrazo, antes de separarse para poder mirarlo al rostro y limpiar con sus manitas su carita. -No podemos casarnos por qué somos hermanos, pero te prometo que estaremos juntos por siempre. -Le dijo sonriéndole con cariño.

Azulin la miró aún triste, parecía no estar tan convencido por las palabras de su hermana.

-¿Me lo prometes? ¿Por la garrita?. -Dijo alzando su dedo meñique.

-Por la garrita, que se me salga el corazón si no es cierto. -Respondió la osita entre risitas, alzando su meñique también y entrelazandolo con el de su hermano.

Ambos sonrieron y se fueron juntos en dirección a su casa, tomados nuevamente de las manos.

El tiempo paso y aunque los mellizos seguían siendo tan unidos como siempre, las cosas comenzaron a cambiar bastante cuando entraron a la escuela. Cómo era de esperarse, los hermanitos eran tan lindos que rápidamente llamaron la atención de los otros ositos. Muchos compañeros se acercaban a ellos, encantados con la belleza de ambos y con toda la intención de ser sus amigos. Al principio esto no era un problema, ambos estaban felices de poder hacer más amigos y tener a otros ositos con los cuales poder jugar, al menos así fue hasta que Azulin comenzó a notar algo que lo molesto muchísimo.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: May 07, 2023 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Esa es mi hermana (Unicorn Wars Au)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora