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— Buenos días, lindo — dijo Riki, viendo al medio dormido Jungwon que se frotaba sus ojitos, el castaño sonrió al verlo y se acercó a él para dejar un suave beso de buenos días en sus labios—

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— Buenos días, lindo — dijo Riki, viendo al medio dormido Jungwon que se frotaba sus ojitos, el castaño sonrió al verlo y se acercó a él para dejar un suave beso de buenos días en sus labios—. Estás muy precioso hoy.

— Siempre dices lo mismo, todos los días — dijo el menor, bostezó, aún bastante dormido.

— Será porque estás precioso todos los días.

Jungwon sólo podía sonreír y ruborizarse.

En las últimas dos semanas habían estado muy empalagosos, nunca había sido un secreto de que a Riki le gustaba dar amor, pero no sabía que Jungwon quería muchas muestras de amor y era muy necesitado.

Por más que a veces se hiciera el difícil, quería mimos y amor todos los días.

Cada oportunidad la usaba para darle un beso, o abrazarlo, dormían juntos y paseaban de la mano, sonreía más que nunca.

Riki sólo podía admirarlo con ternura y amor, porque era un ser muy cariñoso, y le encantaba.

Desde que habían empezado con esa relación informal, porque no habían arreglado ser nada aún, los otros Alters aparecían mucho menos.

— Yang no quiere salir porque él es heterosexual y que un hombre esté cerca afecta su masculinidad débil— dijo Jungwon, estaban en la cafetería de la universidad, como les era recurrente.

— Hey, deja al chico que tenga sus gustos, si no le gusta una buena polla está bien, las tetas no están tan mal después de todo.

— Ese fue el mejor comentario que he escuchado decirte — dijo Yang, su voz grave anunciaba su presencia—. No te voy a insultar está vez, te felicito.

— Qué honor, y viniendo de un chico tan lindo — le guiñó un ojo, con una sonrisa amplia, Yang hizo una mueca de asco y se fue, dejando a un Jungwon confundido— ¿Me perdí de algo?

— No realmente— dijo Riki, tomó su mano y entrelazó sus dedos—. Jungwonnie, ¿Cuando tendrás una cita conmigo?

— Cuando me invites.

— ¿Cuando estás libre?

— Los fines de semana.

— ¿Quieres salir conmigo este fin de semana?

— Claro que sí — dijo, y sonrió ampliamente — ¿A dónde vamos?

— Quiero ir al centro comercial y pasar una tarde en los juegos.

— Si me llevas a los juegos Wonnie va a tomar el control, le encantan los juegos y las luces y los premios de peluche... Tengo que hablar con Yang y preguntarle si es debido, es un niño.

— Lo sé, Jungwonnie, siempre podemos cambiar de planes e ir al cine o algo.

— Sé que cuidarás muy bien de Wonnie, él no sale mucho, estaría bien darle un gusto.

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