La Organización de las Naciones Unidas recorría los pasillos del primer piso del hotel, inspeccionando que todo estuviera en orden, miraba a sus trabajadores realizar sus actividades y dio un pequeño suspiro de paz y alivio al ver que todo se encontraba como debía.
Volvió entonces al último piso, que era donde pasaba la mayor parte del tiempo te junto a su familia y se cambió de ropa, pues tenía otro pequeño pero importante asunto que atender, no relacionado a su labor en el hotel.
Pasados algunos minutos, un joven de pelo rubio y cincuenta estrellas llegó al lugar, recibiendo la atención de uno de los guardias que vigilaban la entrada.
Lo miró un poco confundido y solo entró sin prestarle atención y solo fue hasta la recepción.
-¡Hola! Buenos días ¿Qué desea, señor? ¿En qué puedo ayudarle?-habló de manera animada, sonrió y lo miró esperando su respuesta
-Estoy buscando una habitación para algunas noches-respondió, aunque también tenía otros motivos para ir, que no mencionó
-Por supuesto, ¿qué tipo de habitación le gustaría? Contamos con habitaciones sencillas y suites
El americano eligió una habitación sencilla y de inmediato Alemania, que trabajaba llevando maletas, llegó a ayudarlo con su equipaje
-Ah, gracias-fue lo único que dijo
El alemán no volteo a mirarlo y solo las llevó, en completo silencio, pues no le gustaba hablar con los huéspedes.
Por otro lado, en la parte del restaurante del hotel, se encontraban haciendo limpieza México sur y Polonia, aunque el mexicano lo hacía de mala gana.
-¡Sur! ¡Limpia bien! ¡Desde aquí noto que lo haces sin ánimos!
-¡No me pagan por ser feliz!-respondió, procediendo a limpiar con fuerza el cristal de una ventana
La polaca se acercó y le dió un golpe con el trapo con el que limpió el suelo.
-¡Con cuidado, idiota! Eso cuesta más que tu sueldo
Aquello solo hizo que el sureño se molestara más y en un pequeño arranque de ira, acabó por romper el cristal.
-...-la mayor tomó el trapo y se dispuso a salir de inmediato para no ser culpada
-Chingada madre
Se quejó y recogió el cristal roto
-Agh, ya que
Salió del restaurante y camino hacia las escaleras para ir a buscar a la ONU o a algún otro de sus superiores para avisar que había roto una ventana. Sabía que quizá se lo descontarían de su sueldo o del de su hermano, así que pensó que mentira diría en esa ocasión.
-¿Me creerían si les digo que vino un pajarito y lo rompió? Nah, mejor le hecho la culpa a Polonia
Llegó y buscó a la ONU en su oficina pero no lo encontró. Espero un rato pues las hermanas le daban miedo y mejor se quedó en el último piso "barriendo" para que no lo corrieran de ahí.
Luego de un rato, el área estaba lo suficientemente limpia como para decir que estaba limpiando y caminó a uno de los sitios a los que solo el personal de limpieza entraba.
Se sentó recargado de la puerta por la que accedía y sacó un pequeño libro, que siempre llevaba a todos lados y que usaba para aprender a leer.
Desde pequeño se había visto forzado a trabajar, y en ese momento apenas tenía unos catorce años, sabrá Dios como consiguió ser aceptado para trabajar ahí, aunque solo hacía limpieza.
Pasó unas horas hasta que escuchó que la organización había vuelto, aunque había olvidado el porqué había ido ha buscarlo.
-Pinche memoria de pez-guardó el libro y fue pensando en el camino, hasta que recordó la ventana rota-ah...si...nah, seguro ya se dió cuenta
Pensó y siguió hasta la recepción nuevamente
-Mmm...pero...¿Y si la pendeja de Polonia no ha ido a acusarme? Mejor me adelanto
Corrió pensando culparla a ella de sus desgracias.
-Igual la cámara del restaurante se descompuso
Siguió nuevamente hasta la oficina, aunque para su mala suerte, la polaca iba saliendo recién
Yyyyyyyy hasta aquí el primer capítulo, siento que quedó un poco simple y cortito pero prometo que irá mejor, mientras más ideas tenga
Y gracias por leer 🦀
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★🕊Hotel De Las Naciones Unidas🕊★
FanfictionSea bienvenido a este maravilloso y a la vez espantoso hotel de cinco estrellas en su proceso de decadencia y el como sus trabajadores intentan mantenerlo abierto y estable 🌷✨ Posiblemente en algún momento se me olvide que todo esto empieza en un h...