Traicionado por la aldea a la que juro servir, Naruto Uzumaki emprende un nuevo camino en un nuevo mundo, alejado de aquel forjado por el Sabio de los 6 caminos.
Teniendo suficiente de Konohagakure no Sato, la aldea que no le ha dado nada más qye d...
Naruto, Marvel y Percy jackson no me pertenecen. Creditos a Masashi Kishimoto, Marvel Comics, y Rick Riordan.
Se podía ver a un hombre de una complexión delgada y piel tan palida que parecía nieve caminar a travez de su guarida oculta. Sus pasos resonaban por el pasillo que lo conduciría hasta su laboratorio, lugar donde llevaba a cabo sus crueles experimentos. Años habían pasado desde que abandono Konohagakure no Sato, la aldea oculta entre las hojas, lugar que alguna vez llamo hogar.
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Todo esto fue dejado en el pasado por el sabio de las serpientes en el día que se convirtio en un renegado para progresar con su busqueda de la immortalidad. La investigación requería experimentación. Esto fue causa de que aquellos quienes fueron sus propios compañeros de equipo, Tsunade sabía de las Babosas, actual quinta Hokage y Jiraiya el Galante, Sabio de los Sapos del Monte Myoboku, le dirigieran miradas de asco y repugnancia, como si fuera algo mas allá de lo humano, aunque a este punto, Orochimaru era algo más que un simple humano.
Humano, homo sapiens. Era irónico, este termino era usado por aquella raza que se creeía superior a todas las demas gracias a su intelecto y capacidades por encima de las demas especies en el mundo. Sin embargo, el tiempo en las Naciones Elementales había demostrado que todos eran solo unos adictos a los conflictos y a las guerras, causando muchas muertes y sufrimiento a su paso. Aún así, se comportaban como si fueran mejores que un simple animal, una triste realidad que intentaban negar.
Esbozando una sonrisa que espantaría a más de uno, el palido hombre camino hasta encontrarse con unas escaleras muy familiared que encaminaba hasta los laboratorios. Los pasos del hombre podían escucharse claramente, los ecos reverberando a través de las paredes. Dando unos pasos más, Orochimaru finalmente llega hasta su destino, atravesando la puerta que rechino con escalofriante sonido. Justo delante se encontraba su pupilo, un hombre con anteojos y con pelo plateado bastante descuidado. El joven discípulo monitoreaba los vitales de un chico de piel bronceada, la gran parte de su cabello era ahora rojo como la sangre, teniendo puntas rubias y tres característicos bigotes como de zorro en cada mejilla.
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(Nota: Imaginen que el niño es el Naruto de 16 años)
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