Había pasado una semana desde la última vez que Sodo almorzó con los demás ghouls. Si bien él los apreciaba y se preocupaba por ellos, quería mantener los estándares de las capacidades del guitarrista principal y no lo lograría si perdía tiempo sentado en el comedor, sin su guitarra a la mano.
El ghoul estaba en el estudio, tocando algunos arpegios, cuando vió la puerta abrirse.
—¡Sodo! Qué grata sorpresa —Copia entró a la habitación, inspeccionando por todas las superficies.
—¿Busca algo, Cardenal? —preguntó el ghoul, apoyando su mano en el cuerpo de la guitarra.
Copia, un poco distraído, abrió la puerta de la sala de grabación y buscó entre algunos papeles dentro de una carpeta.
—Sí, no logro encontrar unas partituras que... ah, aquí están -sacó de la carpeta un manojo de hojas y se dirigió a la puerta para salir de la sala—. ¡Ah! Sodo, casi lo olvido.
El ghoul lo observó, dándole toda su atención.
—Necesito que ayudes a Swiss.
—¿Qué?
—Que lo ayudes. Fue mi error no haberlo integrado antes al grupo, pero necesita que alguien lo guíe. Todos lo necesitamos.
—Creo que Cirrus ya lo estaba haciendo… —comenzó a decir, pero no fue escuchado.
—Gracias, Sodo. Sabía que podía contar contigo —dijo Copia, cerrando la puerta detrás suyo para dejar al ghoul hablando solo, casi echando humo.Tendría que ser niñera. No había nada que odiara más.
El sábado, luego del ensayo, Copia le pidió a Swiss que se quedara un momento.
—Pero no creo que quiera ayudarme —argumentó Swiss, luego de escuchar al Cardenal.
—No se trata de si él quiere o no, se trata de que es una orden y si quiere seguir siendo parte de esto, deberá cumplirla.Swiss no se atrevió a contradecirlo. Sabía que Copia no solo lo decía por Sodo, sino también por él, ya que no era un secreto que ambos ghouls no solían dirigirse la palabra.
Ante el silencio de Swiss, Copia se sintió satisfecho.—Pueden usar el estudio después de las 9 p.m. hasta las 11 p.m. todos los días hábiles, y los fines de semana tienen pase libre para ajustar el horario que crean conveniente —el Cardenal se dirigió a la puerta y, deseándole lo mejor en sus próximos ensayos con Sodo, salió de la sala dejando la puerta entreabierta para que el ghoul pueda salir detrás de él.
Al salir, Sodo parecía estarlo esperando recargado en la pared del pasillo.—Hoy y mañana son tus últimos días de fiesta. A partir del lunes comenzaremos a practicar todos los días —dijo Sodo, mientras tomaba el cigarrillo que sostenía sobre su oreja y se lo ponía en la boca, encendiéndolo con sus dedos.
Swiss se mantuvo en silencio, acelerando el paso para dejarlo atrás.Sin importar cuánto pensara en por qué Copia no eligió a Aether para ayudarlo, o a alguno de los demás, no conseguía entender qué pasó por la mente del Cardenal cuando decidió que Swiss y Sodo iban a ser una buena pareja.
La guitarra que el multi ghoul conservaba en su habitación era acústica, lo que le permitía poder tocarla sin amplificador, algo que los ghouls definitivamente agradecían a la hora de dormir. Además podía tocarla en cualquier momento, disfrutando del sonido que el instrumento emitía, al contrario de las guitarras eléctricas que sonaban bajo y demasiado tenue, por no decir que el sonido, sin amplificador, era casi nulo.
Aprovechando que comenzaba el fin de semana y que había un cielo despejado, Swiss fue al jardín del templo para sentarse en el césped a tocar la guitarra y poder relajarse.
Recargado su espalda sobre un árbol, refugiado de los rayos del sol, Swiss comenzó a tocar acordes que poco a poco iban tomando forma en lo que, con algunos arreglos más, podría ser una canción.Despreocupado, Swiss sacó un vape del bolsillo izquierdo de su pantalón y le dió una calada, una vez encendido.
El humo parecía despejar las dudas de si era suficiente para la misión encomendada.
Ahora, relajado, dejó el vape a un lado y siguió tocando la guitarra mientras tarareaba algo parecido a una letra.—In a city that's forgotten me... I used to feel so wonderful...
Cerró los ojos y se imaginó su hogar. Lo extrañaba. Y pensar que los ghouls en el infierno soñaban con poder ir al mundo terrenal y experimentar la mitad de las cosas que Swiss era capaz de experimentar.
El multi ghoul no quería aceptar que se sentía solo y fuera de lugar al no poder cumplir sus propias expectativas.
Al llegar con los humanos, se sintió abrumado y sobreestimulado de la peor forma por lo que le costó trabajo asimilar las sensaciones y adaptarse a la vida en el templo. Y aún así, habiendo pasado años de ese hecho, todavía se sentía aislado.Tomando conciencia de su entorno y regresando del trance, dió otra calada a su vape, volviendo a dejarlo a un lado.
Continuó tocando la guitarra sin notar que a lo lejos, desde el quiosco del jardín, estaba Sodo, observando cada movimiento que hacía.
El ghoul más bajo encendió un cigarrillo y comenzó a fumar, analizándolo de pies a cabeza.***
—No. Una vez más —dijo Sodo, devolviéndole la guitarra al más alto.
—Solo pido cinco minutos —Swiss insistió nuevamente en un descanso.
—¡Bien! Cinco minutos —cedió Sodo, viendo cómo el otro fue rápidamente a beber de una botella de agua—. Pero más te vale estar listo para el ritual. Faltan menos de dos semanas y aún parece que tuvieras un palo metido en el culo.
Swiss se ahogó con el agua.
—Pero mira quién habla, ¿has visto cómo te paras? —dijo, tosiendo —. Además, ¿para qué estamos practicando? Tú no bailas y yo ya toco la guitarra.
—¡Que no lo entiendas es incluso más exasperante! —Sodo se sentó, rendido.
—Si te molestaras en explicarlo las cosas serían más fáciles —dijo Swiss, sentándose en el suelo frente a su compañero.
Sodo estaba cansado y el más alto se aprovechó de eso.
—He visto cómo te mueves, cómo tocas la guitarra. El otro día tuviste una gran mejora gracias a Cirrus, pero debes hacerlo mejor. Sé que te esfuerzas por encajar, y eso es justamente lo que te está reteniendo. No porque estés aquí, con todos estos humanos en un mundo tan limitado, significa que tengas que ser uno de ellos —Sodo lo vio a los ojos—. No te limites. No olvides quién eras antes de venir aquí. Después de todo, eso es lo que les atrae a los humanos: lo pecaminoso, la promesa de que sus más bajos instintos son aceptados y que Satán mismo los incita a ello.Swiss comprendió.
De repente, todos esos años de soledad y aislamiento no le pesaban tanto como antes y entendió que, durante el tiempo que llevaba en ese plano, había intentado ser alguien que no era.
Su mirada se perdió en la máscara del otro, recapitulando qué y quién era previo a ser enviado con los humanos.—Gracias, Sodo.
Swiss se puso de pie, dando el descanso por terminado. El ghoul más bajo hizo lo mismo, y comenzaron nuevamente a practicar.
Lentamente, una sonrisa, oculta tras la tela que cubría su boca, se formó en el rostro de Sodo al ver el repentino cambio de actitud en el multi ghoul.
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Una Noche Más
FanfictionBasado en una historia real. Swiss es nuevo. A Sodo le gusta lo nuevo. Friends to lovers. No confíen en mí o en esta historia en ningún momento porque salen perdiendo. No beta we die like Nihil.