t.n ❃ chandler riggs

⭐21

El día se encontraba soleado y alegre, él no. Hace tiempo que T.N no le enviaba cartas y la verdad se sentía raro y culpable por ello.

Entró a la entrada del instituto y vio que el día se convertía en algo triste. Chicas se encontraban llorando desconsoladamente mientras otras se consolaban entre sí. Siguió caminando extrañado hasta su casillero e hizo su combinación para que la puerta cediera. Sacó los libros esperando otra carta, pero estaba vacío.

Dio media vuelta para dirigirse a su siguiente clase, pero su amigo Sam se dirigía a él de manera apurada.

—Wow, tranquilo, ¿qué pasa? — preguntó al ver a su amigo de esa forma.

—Hay una chica de nuestro salón... Dicen que falleció por un accidente de auto el sábado.

—¿Qué? ¿Quién? — preguntó el ojiazul intrigado.

—No lo sé, no me han querido decir, Jane es su amiga, hoy no vino porque al parecer cayó... En depresión.

—¿Por eso es que algunas chicas lloran?

—¿Qué crees, Chandler? Claro que es eso. — dijo obvio.

—Sí, lo siento, ¿ahora lo anunciará el director?

—Supongo, deberíamos hacer de detective e investigar de quién se trata...

—Claro que no Sam, todo el ambiente está triste. — murmuró.

—Mejor vayamos a clases, después sabremos.

El chico asintió y se dirigieron al salón de química. Al llegar la profesora no se encontraba, pero al parecer sí algunos chicos que murmuraban o sollozaban.

Los dos amigos se miraron y se sentaron en sus respectivos puestos.

Luego de unos segundos llegó la maestra con una actitud decaída, y todos ya sabían la razón.

—Bueno alumnos, como ya saben... perdimos a una compañera, a algunos les... dolerá más que a otros pero lamentablemente así es la vida. Y hoy reencarnamos la pérdida de Tania Neiman, una gran alumna y amiga, baterista de la banda de Jazz  y escritora del periódico escolar. — sonrió con melancolía la profesora, y siguió hablando de la pérdida de la alumna, pero Chandler dejó de escuchar.

¿Era lo que él creía?

¿Había muerto su "escritora favorita"?

¿La linda pelirroja de ojos grandes que le prestó un lápiz en primaria?

¿La segunda mejor de la clase?

¿La chica que le enviaba cartas todos los días?

Sintió un remordimiento inmenso y su cabeza comenzó a doler demasiado. —¿Estás bien? — preguntó su amigo mientras veía el rostro pálido que adquiría.

Negó con la cabeza frenéticamente mientras los sollozos de las amigas de Tania le volvían más nervioso.

Sam levantó la mano interrumpiendo a la cautivada profesora. Pidió llevar a su amigo al baño a lo que la profesora no se opuso por la expresión del chico.