Blistered hands 🪄 [Kookjin]

«5»

«You've somewhere else to be, so promise me before you leave, you'll stay for one more song»

Él cerró la puerta detrás de sí cuando entró a la habitación.

Sé que ahora "prácticamente" era mía, pero este lugar les pertenecía a ambos, ellos eran los dueños de este espacio y yo me sentía un intruso. ¿Con qué rostro le podría pedir que retrocediera cuando sinceramente nunca había estado en peor posición? Así que me quedé callado mientras entraba al cuarto, mientras la puerta se cerraba tan sonoramente que igualó el latido de mi corazón, mientras mi boca se secaba ante su presencia y todo lo demás perdió importancia porque aquí estaba él, él y su belleza, él y su elegancia, él y su rudeza y yo no podía despegar la vista de él.

No podía.

Sin embargo, la puerta nunca se cerró fuerte: creo que jamás he visto a un Alfa ser tan delicado en un momento tan tenso como él ahora, y aún así se sintió como que había avasallado con todo en mi interior. Y él dio un paso hacia mí. Sus ojos nunca dejaron los míos, y sé que debería desviarlos, debería cortar la comunicación tácita que hay entre ambos porque no hay nada entre nosotros más que la unión que Jennie nos había entregado, pero por alguna razón creí que podría morir si quitaba mi vista de él. Si respiraba un aire en el que él no estuviese incluido.

Solté todo el aire de mis pulmones, y él cerró los ojos.

Le llegó en el rostro, lo noté por la manera en la que los pocos cabellos sueltos de su cola se habían movido al son de mi aire, y juro por dios que gimió.

Este jodido Alfa gimió.

—Y-Yo... —comencé, pero ¿qué iba a decir? No sabía. Había olvidado todo en el preciso momento en que cerró la puerta.

Sé que habrían miles de cosas que podría haberle dicho. Miles de peticiones que podría haber hecho partiendo por pedirle que me diera mi privacidad para adaptarme al hogar, para no sentirme jodidamente humillado cada vez que lo veía, pero sin embargo... aquí estaba. Mis labios sellados mientras él tenía sus ojos cerrados, y casi como si estuviese moviéndose por instinto, levantó su mano lentamente y la extendió hasta mi codo.

Una corriente eléctrica me recorrió desde la zona en la que me tocó por encima de la piel hasta los pies, pero Jungkook no se detuvo allí. Sus dedos rozaban casi sin presión mi cuerpo, pero sentía la quemazón como si estuviese con fuego.

Sus dedos pasaron de mi codo hasta mi antebrazo, y luego su caricia bajó hasta mis dedos, y luego su caricia siguió la curva de mi cintura, solo rozándola, solo haciendo el amago de tentarme, y mi boca se abrió de par en par dejando salir un sonido ahogado que ni yo conocía de mi mismo. Sus caninos (esos que lo identificaban como un Alfa de tomo y lomo) comenzaron a mostrarse por la esquina de sus labios, rozando su propio labio y sacándole sangre, y mis ojos hipnotizados siguieron la gota de sangre que cayó, un instinto animal sacudiéndome y pidiéndome que la tomara entre mis papilas gustativas, que mi lengua se hiciera cargo de sanar esa herida recientemente hecha por si mismo, pero antes de poder hacer algo, su otra mano acarició muy suave mi hombro, y me quedé sin respiración.