𝐇𝐔𝐑𝐑𝐈𝐂𝐀𝐍𝐄 | 𝑭𝑨𝑴𝑬𝑳𝑬 𝑺𝑵𝑰𝑹𝑰𝑼𝑺/𝑺𝑵𝑨𝑪𝑲

01.

Serpens Walburga Black era todo lo opuesto a lo que sus padres esperaban que fuera.

Su nacimiento podría decirse por muchos rumores y testimonios de amigos cercanos del matrimonio entre Walburga y Orión Black, fue una desgracia para ellos.

El matrimonio esperaba con ansias la llegada de su primogénito que cuando llegó al mundo la primera hija del matrimonio la decepción era obvia en los rostros de los jóvenes.

Serpens creció rodeaba de estrictas reglas y expectativas demasiadas altas para la pequeña niña que solo quería que sus padres le muestren un poco del cariño que le mostraban a su hermano menor, ella no era ciega notaba como sus padres y tíos estaban encantados con su hermano.

Regulus esto, Regulus aquello, toda la atención era para él y a ella la dejaban de lado, a veces deseaba que su hermano desaparezca y nunca más volviera.

No lo odiaba sabía que Regulus no tenía la culpa, pero no pudo evitar sentir celos y envidia. Sus padres no la querían, no faltaba decirle que no la amaban para que ella se diera cuenta de que únicamente la veían como una moneda de cambio, un objeto que podrían vender a otro sangre pura poderoso para mantener su estatus y posición social en la antigua sociedad mágica.

Cuando llego a casa después de ser seleccionada en Gryffindor su madre la recibió con una bofetada, nunca la habían golpeado hasta esa mañana. Walburga abofeteó dos veces a su hija antes de gritarle que era una gran decepción para su familia.

La niña solamente pudo quedarse en silencio mientras las lágrimas caían por su mejilla al escuchar las palabras de su madre, su padre, por otro lado, solo se dedicó a observar y mostrar desprecio por su primogénita.

Fue ese día que Serpens supo que no pertenecía a esa familia.

Su madre la habia golpeado y gritado cosas horribles antes de encerrarla en su habitación toda la noche, su padre no hizo nada por impedirlo antes sus ojos su esposa estaba haciendo lo correcto, sus tios menos Alphard, mostraron el mismo rechazo que sus padres.

Sus primas, a excepción de Andrómeda le dijeron que era su culpa por no saber comportarse y juntarse con personas insignificantes.

La pequeña niña no entendía que tenía de malo querer ser amiga de otros niños, estaba sola y nunca le permitieron salir de casa sin supervisión de un adulto, así que cuando llegó a Hogwarts y conoció a James Potter, Remus Lupin y Peter Pettrigrew, la chica sintió que por fin encontró sus verdaderos hermanos.

También habia hecho amistad con muchas niñas de Gryffindor, pero su amistad con los chicos era más fuerte, ellos la querían y no mostraron ningún problema con que ella se uniera a su pequeño grupo, además parecían los únicos que no tenían miedo a acercarse a ella.

Serpens supo que era por la fama de su familia que muchos mestizos e hijo de muggles no sé querían acercar, pero no era como su familia, era buena, no creía en la pureza de sangre y esas tontas reglas que tenían los sangre pura sobre el estatus y esas tonterías.