Ghost of you 𖥔 Meanie/MinWon

Seis

La otra semana, Mingyu fue una hora antes al estudio y se quedó parado en la ventana que daba a la sala de ensayo principal, la más grande en donde iban los mejores, viendo al chico vestido de ropa deportiva negra, su cabello suelto y húmedo llegaba casi hasta su mandíbula y lo hacía ver completamente encantador y caliente.

Estaba practicando un energético dueto con una chica, el estilo era hip hop, pero la canción era un pop alternativo que casi llegaba a ser rock, no veía ningún tipo de historia o relato de aquel baile pero Jun sonreía tan bonito que la chica apenas podía concentrarse en la coreografía.

Mingyu no podía evitar reír cada vez que la chica terminaba tan nerviosa que se caía, se marchaba o le erraba un paso y Jun reía con burla porque la estaba poniendo incómoda a propósito.

Al salir de la clase, cruzaron miradas y Mingyu lo saludó con su mano de forma sutil, Jun se acercó a él un poco para hablar.

Conversaron apenas unos minutos, Mingyu le había dicho que le había gustado su actitud en el baile y que lo había hecho muy divertido, el hip hop no era mucho su estilo, así que no podía pedir mucho si se notaba que bailaba como un completo profesional.

Fue la primera vez que Mingyu no la cagó a la primera, dejó todo fluir y a Jun hacer sus ligues baratos, hasta intercambiaron números, en cuanto se despidió de él y se fue, al voltear Wonwoo estaba allí, como siempre, él estaba ahí.

—Me vas a matar del susto algún día —dijo Mingyu bastante molesto.

—Lo siento, no necesitamos más muertos —murmuró Wonwoo—. Hay que admitir que tiene buen culo, Gyu —dijo asintiendo con aprobación.

Mingyu rodó los ojos.

—No tienes que aprobar a rodas las personas con las que salga.

Wonwoo se encogió de hombros.

—Quiero que seas feliz y noto cosas en las personas que tu no, así que puedo saber si te quieren para siempre o para un rato, no esta mal saber esas cosas, te lastimas menos —dijo el mayor—. Pero si quieres, no vuelvo a decir nada.

Mingyu negó, en verdad le gustaba la opinión de su mayor, Wonwoo siempre supo más cosas que él, tenía esa capacidad de conocer a las personas en los primeros cinco minutos que pasaba con ellos.

Entró a su clase de baile, como siempre, calentamiento, repaso rápido de la coreografía, corregía uno que otro paso que se equivocaba y el resto de la hora y media era repetir el solo una y otra vez, con música, sin música, de a partes hasta que algo terminará de alguna manera bien.

Su profesor seguía completamente inconforme con la parte actoral de su danza, se tenía que ver todo, se tenía que ver cuando abrazaba a su pareja imaginaría, como bailaba a la par de esta, como le sonreía y miraba con corazones en los ojos a la nada y como el final se rompía cuando era su momento de decir adiós.

Wonwoo, mirando todo el baile, memorizado de tantas y tantas prácticas, tantas veces, encontró una solución más que indicada, pero no podía hacerlo en los ensayos.

Sería en su acto final.