✧Capítulo 15✧

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Marzo 1 - Día 45

Cuando desperté a las 5:30 a.m, estaba empapado en sudor, Jisung besó mi frente húmeda y me llevó al baño, metiéndose conmigo en la bañera y abrió la llave del agua caliente. Estaba todo en silencio, apenas se alcanzaba a escuchar el sonido del agua al caer.

Luego de la ducha, fuimos a la habitación por algo de ropa. Jisung escogió unos pantalones anchos y una cómoda sudadera de color blanco que yo tenía. Opté por vestir una camisa y pants. Estaba todo silencioso en el apartamento, podía sentir el aire frío de la mañana. JeongIn se levantaría hasta dentro de media hora, ya que él había dejado a alguien trabajando en la panadería hasta las 7:30 a.m y HyunJin tenía clase a las 8:00 a.m.

Ninguno de los dos hablábamos, un gran silencio descendía entre nosotros a medida que entramos a la cocina. Abrí la alacena para tomar dos tazas y bolsas de té, las coloqué en la mesa mientras Jisung encendía la estufa para poner a calentar el agua en la tetera.

Él era encantador en la mañana, su cabello todo despeinado y sus ojos adormecidos, sus labios formaban una media sonrisa con expresión de satisfacción.

Me senté sobre la mesa apoyando mis manos en ella mientras lo miraba buscar algo entre los cajones de la alacena. Extendí mi mano cuando él se acercó lo suficiente a mí y sujeté su muñeca envolviéndola con mis dedos, jalándolo hacia mí.

Él se acercó fácilmente acomodándose entre mis piernas, pegó su rostro en mi pecho y colocó sus brazos alrededor de mi cintura. Coloqué mis codos sobre sus hombros y apoyé mi barbilla en su cabeza, estaba disfrutando ese momento íntimo de abrazarlo.

Hay una magia en ser despertado cuando no hay ningún ruido, moverse lentamente a través del silencio, poder andar por todo el apartamento sin ser molestado. Había magia en un montón de cosas, en los amaneceres, en la nieve, en las casas hechas con sábanas. Incluso en Jisung, me había tomado un tiempo en darme cuenta, pero tal vez había magia en él también.

Fue extraño cómo pasó el tiempo mientras estábamos allí, y apenas un momento después, la tetera comenzó a silbar y pude ver humo salir de ella. Le di un beso en su cabeza y me bajé de la mesa separándome de él.

-Ya está hirviendo -murmuré mientras él apoyaba su cabeza contra la alacena, tomé la tetera y llené las tazas con el agua caliente. Solo se escuchaba el burbujeante sonido de esta al caer dentro de las tazas.

Él se colocó detrás de mí, deslizando sus manos en mis caderas para dar un beso entre mi hombro y mi cuello.

-Te amo -dijo respirando contra mi piel.

Di un «hmm» en respuesta y coloqué mis brazos alrededor de su cintura, me gustaba cómo se sentía su cuerpo entre mis dedos.

-No te muevas -le susurré tirando mi cabeza hacia atrás para apoyarla contra su hombro, él hizo lo mismo, pero hacia adelante. Nuestros cuerpos estaban presionados juntos en el resplandor de la mañana.

Me aferré a él, sentí cómo el miedo que vivía entre mis huesos parecía desaparecer mientras Jisung metía sus manos debajo de mi camisa, acariciando en círculos mi piel. Sentía el frío suelo en mis pies y el cuerpo cálido y suave de Jisung entre mis brazos. Pensé que tal vez si pudiéramos capturar momentos y guardarlos en frascos, realmente me gustaría guardar este momento y tenerlo en un lugar especial.

-Creo que el té está listo -dijo parpadeando con cierto cansancio en sus ojos y se separó de mí para encender la luz del techo, era una antigua instalación de luz que yo había hecho. La lámpara era de color naranja y hacía la cocina un poco más cálida, expulsando el tono gris de la ciudad de Seúl.



Asentí y quité las bolsas de té de las tazas para luego tirarlas a la basura. Él apareció a mi lado con la leche y colocó un poco de ella en su taza, luego me la dio y una fugaz sonrisa apareció en su rostro mientras la colocaba ahora en mi taza.

-Me gusta pasar las mañanas contigo -le dije en voz baja tomando mi taza, era una taza grande y verde con el mango pesado, caminé unos cuantos pasos pasando por el microondas y apoyé mi espalda en la pared.

-A mí también -dijo estando de acuerdo conmigo. Tomó su taza y se apoyó contra la pared de enfrente. Quedamos viéndonos cara a cara, estábamos separados por unos cuantos azulejos en el suelo. Los pantalones anchos que tenía puestos dejaban ver alguna parte de sus tobillos.

-Esta es la peor parte -continué tomando un sorbo de mi taza-. Porque quiero despertar junto a ti por el resto de mi vida y no puedo.

-Quiero verte todas las mañanas hacer té y besarte mucho -me contestó tomando un sorbo de su taza.

-Quiero tener nuestro propio apartamento y molestarte mientras preparas la cena -le contesté sintiendo cómo mi pecho se llenaba de sentimientos encontrados.

Tendríamos un pequeño apartamento con espacio justo para los dos, tendríamos la cocina más bonita que pudiéramos pagar y Jisung cocinaría en las noches que no estuviera tan ocupado. Sería algo sencillo como espagueti, yo me sentaría en la mesa y lo miraría colocar los fideos en el tazón, luego colocaría la salsa de tomate en él. Después podríamos encender la radio y cantar mientras esperamos que el plato termine de cocerse, intercambiaríamos besos entre los versos de la canción que esté sonando.

-Quiero celebrar mi próximo cumpleaños contigo. JeongIn me podría hacer un pastel, podríamos invitar a todos y no me quedaría nada más que desear -él contestó.

En ese momento, pude imaginarme cómo sería: todos sentados alrededor de una mesa, un pastel con gran cantidad de glaseado en el centro, Felix y ChangBin estarían agarrados de las manos, HyunJin y JeongIn también. Cantaríamos «Feliz Cumpleaños» y Jisung apagaría las velas.

-Quiero llevarte a la Nueva York de verdad y besarte enfrente del Times Square-le dije, imaginando las luces de la ciudad mientras envolvía la taza con mis manos dejando que el calor del líquido calentara mis dedos.

-No puedo creer que te conozco desde hace dos meses -dijo tomando un largo y lento respiro, su mirada estaba fija en el suelo-. Se siente como si te conociera desde siempre.

-Sé lo que quieres decir -Mi mirada viajó desde mis pies descalzos hasta el dobladillo de mi pantalón- Cuando te conocí no creía necesitar a alguien, pero en este punto no sabría qué hacer sin ti. Cuatro meses nunca parecieron una importante cantidad de tiempo... Hasta ahora.

-El tiempo es divertido a veces -dijo estando de acuerdo- Puedes malgastar días y entonces hacer cosas importantes en una hora, puedes hacer más de lo que algunas personas hacen en un año.

-En mis veinte años he hecho más cosas que algunas personas en sus vidas enteras -le dije pasando una mano por mi cabello.

-Oh, ¿en serio? -me preguntó imitando mi acción, pasó una mano por su cabello y lo sacudió hacia un lado.

-Sí, me enamoré de ti -le dije mientras tomaba otro sorbo de mi taza.

Él soltó una carcajada y cuando lo miré, colocó sus ojos en blanco teniendo una sonrisa indulgente en su rostro.

-Eres tan cursi. Eres peor que ChangBin, honestamente si fueras novio de ChangBin, ambos se escribirían poemas de amor a cada rato.

-No dejarías que me vaya con ChangBin, ¿verdad? -le pregunté sonriendo mientras me burlaba de sus palabras.

-Claro que no -me respondió fácilmente-. No te cambiaría, aunque me dieran todo el tiempo para vivir del mundo.

Me senté en el suelo apoyando mi cabeza en el mueble que estaba detrás de mí y miré a Jisung.

-¿Quién es el cursi ahora? -le respondí.

Él sonrió y se sentó en el suelo acomodándose un poco para quedar justo enfrente de mí.

-Soy un romántico de clóset -me respondió encogiéndose de hombros, mientras los dedos de sus pies acariciaban el borde de mi pantalón. Levanté mi taza hasta mis labios y di un largo suspiro, tomándome un momento para descansar mis hombros y quitar la tensión de ellos.

Los recuerdos de la última noche seguían frescos en mi mente, aún sentía como mis músculos me dolían, algunos moretones en mis caderas y podía notar las marcas de color morado en el cuello de Jisung que yo mismo le había hecho con mis labios y mis dientes.

Lo miré en silencio, lo miraba así muy seguido, me fascinaba la forma en que él se movía y todo de él. Podía sentir que él hacía lo mismo, sentía cómo sus ojos delineaban cada parte de mí como si estuviera tratando de memorizar mi cuerpo.

-Tú puedes entregarme toda tu vida -dijo después de un rato. Mis párpados se sentían pesados y el té se había enfriado en la taza que tenía entre mis manos- Pero yo no puedo darte toda mi vida porque si te la entrego solo me quedan cuatro meses y no sería lo suficiente.

Lo miré, tenía sus hombros encorvados, se veía tan pequeño, roto y un poco perdido. Jisung hacia eso a veces, se escondía en sí mismo y su mente se alejaba nadando por la deriva, como si estuviera esperando a alguien que lo trajera de vuelta a la orilla.

Me acerqué hacia la pared donde estaba él y dejé mi taza en el suelo para que pudiera envolverlo en un abrazo.

-No importa el tiempo -afirmé sintiendo seguridad mientras estábamos sentados juntos. El frío de la mañana iba desapareciendo poco a poco, estábamos solo Jisung y yo en la esquina de la cocina con nuestros brazos en ambos cuerpos- Me darás todo el tiempo que puedas darme, yo te daré todo el tiempo que pueda darte y con eso será suficiente, será un tiempo infinito.- Él se acurrucó a mi lado.

-Tendremos nuestro propio tiempo infinito.-Le di un beso en su cabeza-Aún tenemos un millón de segundos por gastar.

Media hora después, JeongIn nos encontró durmiendo en el suelo de la cocina entre un cálido abrazo, sosteníamos nuestros preciosos segundos de vida en nuestros cuerpos cansados, estábamos abrazados tan fuerte que parecía que nunca nos separaríamos.

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Pocas horas después, llevé a Jisung de vuelta al hospital, recibí una mirada severa por parte de una enfermera de edad mayor mientras lo acompañaba hasta su cama. Al parecer, no había sido buena idea sacar a Jisung por la noche, pero tampoco estaba arrepentido de haberlo hecho.

Me subí a su cama junto con él, enredamos nuestros cuerpos debajo de las sábanas mientras nos acomodamos. Había llevado el libro que habíamos estado leyendo, The Fault In Our Stars, pensaba leerlo, pero a Jisung le dolía un poco su cabeza, así que terminamos acurrucados viendo TV.

En cuestión de tiempo, dieron las 3:00 p.m, por lo que lo besé rápidamente en la mejilla y me despedí para irme.

Hoy me esperaba mi primera sesión de quimioterapia


lo siento si hay alguna falla🥺


𝑪𝑨𝑻𝑪𝑯 𝑴𝑬, 𝑰'𝑴 𝑭𝑨𝑳𝑳𝑰𝑵𝑮. [MINSUNG]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora