Nadie Sabe

17 8 0
                                    

Si lo querías tanto, ¿por qué lo dejaste ir?

Esa es una pregunta que muchas veces me hacen, y la única respuesta que tengo para ofrecer es que nunca lo entenderías completamente, porque nadie conoce la verdadera razón detrás de ello. A veces, no es porque hayamos terminado mal o porque el amor se haya extinguido. En ocasiones, dejar ir a alguien es un acto de amor propio, una forma de permitir que esa persona encuentre la felicidad, incluso si eso significa que tú ya no formes parte de su presente. A veces, la decisión de irse no es una cuestión de rencor o de falta de sentimientos, sino de reconocer que es lo mejor para ambos a largo plazo.

Sin embargo, en otras ocasiones, la decisión de alejarse viene impulsada por el miedo. Sí, el miedo. El miedo a enamorarse tan profundamente que te pierdas a ti mismo en el proceso, a perder tu identidad en la vorágine de una relación intensa y absorbente. El temor a perderte tanto en el amor que ya no puedas distinguir quién eres sin esa otra persona a tu lado. Es un miedo paralizante, que puede llevar a tomar decisiones dolorosas, pero que se siente necesario para protegerte de la posibilidad de perderte a ti mismo en el proceso de amar a alguien más.

cosas que nunca podré decir [TERMINADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora