𝟸

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Descuida, solo fue un
beso de niños inocentes.

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Iba subiendo las escleras para poder llegar a su salón, durante su camino las manos le iban sudando. Antes de tomar su clase iría al baño a lavarse.

¿Y si se regresaba a su casa? No, ya estaba en la escuela.

No obstante, su primera clase la tenían juntos. Investigó y era algo inevitable, tendría que compartir algunas asignaturas con él, rezaba para que, en el futuro, se inscribieran con distintos maestros.

Estaba preocupada. 

No hablaron nada durante tres días, ni un solo texto.

¿Dañaron su amistad? Eso quedaba de más. Lo que le angustiaba era que tenían amigos en común, no quería incomodar a los demás por el poco control del canadiense y por sus propios impulsos. 

Se hubiera golpeado la frente de no ser por la pregunta que le nació: ¿Él se había arrepentido de haberla besado?

No tenía problema con fingir que nada había pasado, que lo que hicieron no fue la gran cosa. Porque era obvio que no podía asumir que unos besos los convertiría en una pareja o algún aproximado. 

Eso podría ser fácil, actuaron normal después de su primer beso juntos.

Porque sí, sus labios ya se habían encontrado antes.

⟨⟨Vamos en la noche a divertirnos. 

La mexicana guardaba sus cosas en la mochila para irse a descansar a su casa. —Estamos a mitad de semana, ¿En serio quieres salir?

—Obviamente, quiero aprovechar mi juventud, belleza e hígado al máximo.

México sonrió. —Ve tú, tengo que estudiar para mañana y...

—No te estoy preguntando, paso por ti en la noche.

—Colombia, ¿Te han dicho que eres una necia?

—¿Te han dicho que siempre dices que no pero terminas haciendo las cosas de todos modos y además lo disfrutas?

La norteamericana rodó los ojos.

.

.

.

La música se escuchaba alto, era un local que ponía música de todos los continentes, era especial para extranjeros que llegaban ahí. Por algo sus amigos y ella lo visitaban. Colombia le encantaba ir ahí para conocer gente; más que nada hombres, le encantaban los hombres. Hasta tenía una lista de banderas que ya había probado. 

¿Quién no se resistiría a ella?

Por otro lado, México solo iba a disfrutar de una que otra bebida alcohólica o a mirar las grandes habilidades de seducción de la colombiana para poder aprender algo de ella.

No le vendría mal un desliz de vez en cuando.

Observó a su alrededor para hallar al prospecto perfecto.
Lo que no esperó es ver qué Canadá estaba ahí, con otro grupo de amigos que ella no conocía.
México y Canadá no tenían mucho tiempo de haberse presentado, solo coincidían una clase ya que estudiaban lo mismo pero él debía materias.

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⏰ Última actualización: Oct 22 ⏰

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