Nunca antes había experimentado un nivel de concentración tan alto como en este instante.
Me hallo de pie sobre una silla de madera, intentando mantener el equilibrio mientras bajo con cautela la guitarra que está colgada en una de las paredes de mi habitación.
-Nunca comprendí por qué siempre tenías esa guitarra colgada en la pared como si fuera un adorno, en lugar de usarla para tocar algo de música.- menciona Charlie, tumbada boca abajo en mi cama, mientras se pinta las uñas.
Saco la lengua hacia un lado y la muerdo nerviosamente, bajando de la silla con la guitarra firmemente sujeta en mis manos. Respiro aliviada al comprobar que no se ha roto por la mitad.
-Y yo nunca comprendí por qué tienes una colección de ropa interior en un cajón, guardada y que nunca usas.-le respondo, dándole un empujón con mi pierna para que se haga a un lado.
Se sienta al otro lado con una expresión de indignación en su rostro.
-Es una colección de Victoria's Secret.
-Charlie, son 7 tangas de encaje de diferentes colores.
-¡son una edición limitada!.
Alzo una ceja
- La compraste por una app de compras online.
-¡Me costó una fortuna comprarlas!.
-charlie, Literalmente las compraste en oferta por qué no se vendían.
-cállate, tu no sabes nada de moda.-se cruza de brazos refunfuñando.
Suelto una risita por su comportamiento. Subo el pesado estuche de la guitarra a la cama. Vaya, cómo pesa esta cosa Parece que estuviera hecho de hierro.
-Habla la voz de la experiencia.- se burla mi hermana, apoyada de brazos cruzados en el umbral de la puerta.
Hago oídos sordos, ignorando lo que se avecina. Es muy fácil provocar a Charlie. Y no hay nadie mejor que Sarah para hacerlo. Ella podría hacer enojar hasta a un budista.
Con cuidado, guardo mi guitarra en el estuche de madera de color morado. Me siento aliviada al hacerlo y cierro los dos seguros del estuche.
Si algo le pasa a esta guitarra me voy con ella. Vale una fortuna materialmente y emocionalmente. Y mucho más por el escrito que tiene en la parte trasera.
Me tiró en mi cama agotada. Me pase toda la mañana guardando lo poco de mi vida en unas cajas de cartón. Gracias a Dios no tengo tanta ropa si no. No sé cómo haría para llevar todo al camión de mudanza, ya había logrado sacar los dibujos pegados en las paredes. Las fotos en la puerta y los pósters de mis bandas de música favoritas.
Son mi tesoro
-¿y tu que puedes saber de mi?, eh. pequeño renacuajo.-se defendió.
Sarah se alza de hombros . Cierro los ojos tratando de descansar un rato.
-no mucho. Solo que casi te cortaste el dedo menique usando la máquina de coser.
Siento como una almohada impacta sobre mi rostro haciéndome abrir los ojos un poco aturdida por el golpe.
¿Desde cuándo duele el golpe de una almohada?
ESTÁS LEYENDO
Una Razon Para Quedarme
ФэнтезиWinifred Anderson vive la vida a su manera, disfrutando de su pasión por la música mientras se desliza en su skate. Acostumbrada a una rutina monótona sin emociones, su vida da un giro inesperado cuando se enfrenta a la decisión inminente de su madr...