Capitulo 9

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El puente de Waterloo me puso los pies en la tierra a la mañana siguiente. En casa me recibió el olor celestial del café que había preparado mi compañera de piso. Me encontré con Gaby media hora después cuando salía por la puerta para ir a clase.

—¿Vas a ir a la exposición de Mallerton el día 10? —me preguntó.

—Quiero ir. Ahora estoy restaurando uno de sus cuadros, llamado Lady Percival. Esperaba descubrir algo más sobre su procedencia. Ha sufrido daños debido al calor y se ha derretido el barniz sobre el título del libro que tiene en la mano. Mataría por saber qué libro es. Es como un secreto que necesito descubrir.

—¡Bien! —Dio palmas y un saltito—. Es la exposición por el aniversario de su nacimiento.

Hice como que contaba con los dedos.

—Vamos a ver, ¿sir Tristan cumpliría doscientos veintiocho años?

—Doscientos veintisiete para ser exactos. —Gabrielle estaba sumida en su tesis sobre el pintor romántico Tristan Mallerton, así que cuando había algo que tenía que ver con él era la primera en la cola para comprar entradas.

—Bueno, solo me he pasado un año. No está tan mal.

Sonrió ampliamente mostrando sus perfectos dientes blancos y sus labios carnosos, que me hicieron preguntarme por qué no era ella la modelo. Los reflejos cobrizos de su pelo oscuro combinados con su piel un poco aceitunada le daban un toque exótico. Los hombres caían a sus pies, pero ella no quería saber nada de ellos. Como yo, pensé. Hasta que apareció Ethan y alteró mi cómoda existencia.

—Vamos a planearlo para ir juntas y que sea una noche especial. Eso sí, quiero un vestido nuevo. ¿Quieres organizar también un día de compras?

Gaby sonaba y parecía estar demasiado emocionada como para decirle que no.

—Suena estupendo, Gab. Necesito algunas distracciones en mi repentinamente complicada vida. —Ladeé la cabeza y articulé con los labios la palabra «Ethan».

Mi amiga me miró de arriba abajo y cruzó los brazos.

—¿Qué pasa con vosotros dos?

—Él quiere una relación seria. Una de verdad en la que durmamos juntos y hagamos la cena y veamos la tele.

—Y un montón de sexo orgásmico y apasionado —añadió Gaby, y luego me tendió los brazos—. Ven aquí. Parece que necesitas un abrazo.

La abracé y me aferré a mi amiga.

—Tengo miedo, Gab —le susurré al oído.

—Lo sé, cariño. Pero te he visto con él. He visto cómo te mira. Puede que este sea el definitivo. No lo sabrás si no lo intentas. —Me tocó la cara—. Me alegro por ti, y creo que vas a tener que darle un voto de confianza. Hasta ahora el señor Blackstone está en mi lista buena. Si eso cambia y te hace daño o como te toque un mínimo pelo de tu inocente cabeza, entonces los huevos de ese guaperas se van a transformar en un juego de Klik-Klaks. Y, por favor, díselo de mi parte.

—¡Dios, cómo te quiero, tía! —Me reí y me fui a clase, pensando cómo darle la noticia a Ethan.

Tres horas más tarde me mandó un mensaje.

Ethan Blackstone: <---echa d menos a Brynne. Cuándo t veré?

<fin sms>

Sonreí al leer las palabras. Me echaba de menos y no le asustaba reconocerlo. Debo admitir que el enfoque directo de Ethan hacía maravillas para calmar mis nervios y temores por tener una relación con él. Me armé de valor y contesté.

ATRACCÓN PELIGROSA #1'2✔️ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora