Y las velas del candelabro lloraban ante la penumbra del pasillo más oscuro y recóndito de la biblioteca. Miles de libros y pergaminos eran iluminados al Mylos pasar por aquellos estantes tan viejos como las veredas del castillo de la ciudad, en donde aguardaban libros tan polvoreados como si estos fueran olvidados en el tiempo y que quizás no hayan sido abiertos en años, más que para ser repasados por una vez para clasificar su contenido; libros que, si preguntabas a los demás ayudantes de la biblioteca, te responderían con un dudoso sí o un rotundo no. Entre aquellos manuscritos olvidados, Mylos buscaba un riguroso tomo que recuerda haber leído en su llegada a la biblioteca, y que comprobó en la lista de ejemplares que la biblioteca albergaba, pero ya hacía 40 años que había leído su contenido y recuerda vagamente el contenido de este, pero el contexto general de sus líneas aún lo recordaba con claridad. Era un tomo sobre la relación entre el continente FALOS y la llegada de los 4, su título más bien era: RUPTURA DE CONVENIENCIAS MAYORES ENTRE DEIDADES Y CAÍDAS. Un simple libro de teorías y conspiraciones acerca de la llegada de los 4 dioses que llegarían a pisar el continente hacía ya cientos de años. Era una simple teoría, claro, pero alguien había venido a buscarlo, a pesar de que lo consideraba más como un cuento de hadas de la edad antigua, cuando los reinos apenas se estaban formando. Pero la historia había estado llena de cuentos que acababan por dividir a la gente, y en eso, las separaciones por creencias vinieron a desencadenar guerras, pero así sea cierto o no, es un hecho que la llegada de estas supuestas deidades marcó un antes y un después en la manera de cómo se vivía. Así sean cuentos, es un hecho ahora histórico. Por lo menos Mylos no podía negar eso, aun así, negándose a creer de que dioses vinieron del cielo y, por su gracia divina y pedante, dividieron un imperio en pos de sus ideales egoístas. Si existiera un dios, Mylos no se creería que haga que sus hijos se mataran los unos a los otros.
Seguía pasando por los astillados estantes, buscando donde podría estar aquel manuscrito de autor desconocido. Realmente eran metros y metros de puro olor a hojas viejas y desgastadas por el paso del tiempo, algunas ya siendo carcomidas por las polillas. Lograba visualizar entre los muebles algunos autores de talla internacional por sus interpretaciones históricas, pero que aquellos libros que residen ahí han sido de poca trascendencia para su carrera. Autores de la talla como Ludo Portis, quién en su mejor época reunió y relató la historia de Sir Dodolantris, el caballero errante que posteriormente se sumaría a la guardia del rey y sería luego más conocido como la espada más veloz de su época, quien lucho en más de 20 batallas, hasta terminar muerto en la batalla del centeno cuando todo su pelotón fue derrotado y fue llevado a la guillotina; en este caso literario, Portis lo que hizo fue una interpretación sobre el riego casual y demás artes agrarias a través de la visión de un aldeano a las afueras del país de Marabell. También estaba entre estas filas el importante economista Vicente Miryo, quien en su más importante libro dio a conocer el caso de corrupción durante el gobierno de Shady II. Seguía mientras más nombres se elevaban sobre la pequeña luz del candelabro. Libros de magia negra también se asomaba, esos sí que los recordaba con claridad, pero no eran más que recopilaciones de hechizos banales que no te llevarían a ningún lado, porque Mylos ya había probado aquello en el alba de su juventud cuando apenas descubría los mejores conocimientos de su vida adulta, pero cayó en la verdad de que la magia, o bien ya habría sido un mito, o no existía más. Por lo que, así como los libros religiosos, Mylos no era ferviente seguidor de los libros de magia, sumándose a la gran cantidad de maestro y bibliotecarios que se suman a la lista de seguir viejas tradiciones por comprender el mundo a través de la lógica y sus errores. El conocimiento es todo, el saber también, era lo que le guiaba.
Después de un largo recorrido pudo encontrar el libro con autor anónimo. Puso el candelabro en el suelo. Inmediatamente se puso de puntillas y alzó sus huesudos brazos, haciendo que las mangas de su túnica retrocediesen, y alcanzó el libro que estaba dos estanterías más arriba de su cabeza. El libro es pesado, se dijo así mismo en su mente. A pesar de que es solo un cuento, es pesado. Una vez bajado el libro, sopló el polvo que cubría la cubierta y lo miró con más detenimiento; era un libro de pasta dura de cuero real, mientras que en el lomo y en la portada estaban escritas en dorado el título de: RUPTURA DE CONVENIENCIAS MAYORES ENTRE DEIDADES Y CAÍDAS. ¿Qué esperaba de este libro aquella persona? Le estaba dando vueltas al objetivo en concreto del préstamo, pero no podía pensar en otra cosa más que en ello. Era anticlimático el hecho de pedir uno de los libros de la sección olvidada. Cuando se le devolvieran, Mylos lo leería de nuevo para poder encontrarle algún subtexto nuevo... No, tal vez solo sea alguien que lo quiera registrar o algo parecido. Aunque las pintas que llevaba la persona eran inusuales y le daba mala vibra. Solo tendría que preguntarle cuando le del libro.
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Relatos de Luna Terra
خيال (فانتازيا)El cumpleaños de lord Spencer se acerca y los nobles del reino han sido invitados a la capital. En medio del festejo, muertes empiezan a suceder en la capital y diversos sucesos ocurren al rededor del reino de Heraldor.